25✧*|Trato.

1.3K 142 47
                                    


CAPÍTULO 25= TRATO.

Al abrir los ojos me encontré entre los brazos del pija caliente, él aún dormía pero debajo mío podía sentir como su amigo estaba despierto, así que metí la mano entre nuestros cuerpos, levanté un poco sus boxers y tomando lo que según el contrato es mío comencé a acariciarlo, despacio y con suavidad pero firmeza.

Lo oí suspirar y reí por lo bajo, poco a poco su pollito iba poniéndose más duro y creciendo en tamaño. Moví mi mano deslizándola de arriba hacia la base y apreté no muy fuerte sus testículos.

-Bri- gimió y bajé la cabeza apoyándola sobre su pecho fingiendo estar dormida, él subió su mano por mi cintura como buscando algo y cuando lo encontró me apretó un pecho y siguió durmiendo con su mano allí.

Solté otra risita y volví a acariciarlo despacio esta vez con cuidado de no despertarlo.

Jugué con su punta recordando que una vez un chico me había dicho que allí era más placer sentía y utilicé el líquido preceminal para deslizar mi mano con más facilidad.

Aceleré mis movimientos cuando apretó con fuerza las sábanas y ya no pude contener la risa cuando lo hice correrse en mi mano.

-¿Babygirl?- se despertó agitado, sudoroso y excitado.

-Hola- le hice ojitos y me recosté a su lado, le di la espalda y traté de volver a dormirme, ya había jugado demasiado.

-¿Me masturbaste?-preguntó confundido y me partí a carcajadas.

-¿Qué? ¿No podía?- reí y miré mi mano que aún tenía algunas gotitas de su semen.

-Mmmh me encantan tus maneras de despertarme, espero que sea así para siempre- pasó sus manos por mi cintura y me pegó a su espalda. -No conocía este lado de ti- rio y lamió mi mejilla -Cada vez disfruto más los placeres del contrato.

-Estaba aburrida- me encogí de hombros y le golpeé la mano haciendo que la quites.

-¿Sigues aburrida?- preguntó coquetamente.

-No-respondí cortante
-Además quería oír que nombre gemías, si tenía suerte y gemías otro nombre me iba a safar de esto- me encogí de hombros restándole importancia.

La verdad es que sí estaba aburrida, demasiado.

-El tuyo obviamente. Babygirl no a habido otra mujer en mi vida...- me giré a verlo y alcé las cejas como diciendo: Boludeces a mí no. -...Desde que firmamos el contrato.

-Aún así me gustó tocarte- me incorporé y estiré mi mano dejándola sobre su pantalón -Te veías tan relajado, tan guapo y sexy gimiendo mi nombre- me pasé la lengua por los labios.
-Y ahora ya sé que puedo matarte tranquilamente mientras duermes puesto que si te dejas tocar también te dejarás matar.

Rodó los ojos y se cubrió la cabeza con la almohada, observé a mi alrededor y aunque la ventana da a una vista preciosa a la ciudad no es lo mismo que un torso marcado y un sensual hombre junto a ti, ese sí que es un espectáculo irresistible.

-Daddy- peiné mi cabello hacia un solo lado y me incliné sobre sus pecho, saqué la lengua y lamí sus pectorales -Arriba que tengo un trato para ti- mojé su piel con mi lengua y volví a bajar mi mano a su entrepierna.

Anoche le dije que me iba a vengar, él me dijo que no y entonces quiero veinticuatro horas de libertad y como me gustan estos jueguitos que incrementan la llama, aprovecho y los uso de chantaje para convencerlo.

Sacó peresozamente la cabeza de la almohada y me apretó la mano que tenía sobre su entrepierna para que continuara con mis caricias.

Le sonreí con dulzura. Necesito esto.

Sanden: Una noche olvidable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora