Parte 33

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Tomás lamió a Carol un poco más y después retomó su posición inicial, guío su duro pito a la cálida vagina y la penetró suavemente. Carol se abrazaba a él disfrutando a su hombre bien adentro de ella, Tomás comenzó el suave movimiento de caderas junto a sus embestidas. Carol mordisqueaba a Tomás y jaloneaba su camisa de la excitación, él empezó a darle más duro y más profundo, haciéndola gritar. Tomás amaba escucharla gritar por su culpa, así que aceleró sus embestidas todo lo que pudo, ambos empezaban a sudar, Carol sintió las gotas de sudor caerle en el rostro, solo sonrió besándolo con mayor deseo. Tomás no pudo más y lleno el vientre de Carol de su cálida leche que se revolvía en el interior de ella con los jugos de su reciente orgasmo. Tomás la lleno de besos y se acostó de nuevo a su lado, ambos respiraban muy agitados, entre cerrando los ojos por el sol y la faena.

- ¿relajada amor? - preguntó Tomás aún jadeante.

- ahora sí - sonrió Carol aún con la respiración cansada.

Ambos esperaron un poco a calmar su agitación para después ponerse de pie, sacudieron y arreglaron bien sus ropas y tomaron el camino de vuelta al carro, una vez acomodados volvieron al camino que los llevaba a la casa. Llegaron frente a la vieja casa de Tomás y Tim, todo se veía exactamente igual que antes de irse, los perros ladraban avisando que un vehículo estaba ahí, meneando la cola, esperando a saber quién venía. Tomás estacionó justo frente a la entrada como siempre. Él salió primero del vehículo, Tim no había salido a saludar en todo ese tiempo, tal vez estaba ocupado pensó Tomás un poco extrañado, ayudó a Carol a salir del otro lado del auto, los perros se acercaron para olfatearlos. Tomás saco algunas maletas de la cajuela para dejarlas en su cuarto, si Tim no estaba en casa dejarían las cosas ahí para ir a casa de ella de una vez. Carol esperaba a Tomás, ella abrió las puertas, dentro de la casa reinaba el silencio, ambos entraron revisando por si acaso estuviera Tim dentro pero no vieron a nadie en el lugar a primera vista, dejarían las maletas en el cuarto de Tomás cuando se abrió la puerta de Tim.

De adentro salieron Tim, los padres de Carol, su hermano y su cuñada, gritando "Bienvenidos" echando confeti y Tim sonaba un espantasuegras. Los padres de Carol corrieron a abrazarla, mientras Juan y su esposa se acercaban a esperar su turno, Juan no dejaba de ver a Tomás con cierto odio. Tim soplaba el espantasuegras muy animado echándole más confeti a su hermano que lo veía con una gran sonrisa. Juan y Cindy abrazaban a Carol cuando Tim los invito a todos a sentarse en la sala para platicar un poco, en lo que sacaba una jarra de agua de frutas bien fría para refrescarse.

- Qué sorpresa tan linda - admitió Carol viendo a su familia algo apenada.

- Te vez muy linda mija - declaró Doña Sarah muy feliz de verla después de tanto tiempo.

- te vez muy bien cuñadita, has tomado color - aseguro Cindy notando su piel bronceada.

- permítanme un momento - pidió Carol que sintió fluido resbalar entre sus piernas. Carol entró por el cuarto de Tim directo al baño y poniendo seguro en ambas puertas, dejando a Tomás a solas con todos.

- Tomás Gertson - dijo Tomás muy sonrojado mientras saludaba de mano a los padres de Carol.

- Daniel Reyes - se presentó Don Daniel muy serio.

- Sarah Palin - se presentó Doña Sarah.

- Juan Reyes - aclaró Juan en tono molesto.

- solo dime Cindy, ya nos conocemos – recordó Cindy sonriendo.

- Yo, yo quiero disculparme con ustedes, por todo lo sucedido años atrás, espero tener su permiso para casarme con Carol en unos días, sería muy importante para mí, tener una buena relación con ustedes que son su familia - expreso Tomás muy serio y sonrojado por la vergüenza.

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