Parte 39

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- no sé preocupen, Carol sabe todo sobre mí, está un poco molesta conmigo hoy - expresó Tomás con una sonrisa traviesa.

- lo siento vato, creí que solo lo había pensado - justificó James dándole un trago a su cerveza mientras ladeaba la cabeza por su error.

- le daré sus números a mi hermano, quiere hacerme una despedida de soltero, solo no hablen de la fierecilla en la fiesta porque podría estar mi cuñado presente – advirtió Tomás sonriendo travieso.

- ¿le tienes miedo? - interrogó Raúl interesado en su respuesta.

- no, el tipo en verdad me odia, quiero estar en paz con él - manifesto Tomás serio.

- no volveré a hablar de la fierecilla - declaró James sonriendo.

- ¿y que te paso en la boca? - preguntó Raúl.

- un extraño accidente, no sé explicarlo, ni yo lo entiendo, solo paso - dijo Tomás bebiendo su cerveza para evitar hablar más al respecto.

Carol y Margarita entraron al baño, el mesero que había estado atendiendo su mesa no perdió la oportunidad de verlas minuciosamente muy descarado, el lugar se encontraba casi lleno, ellas no se fijaron en él, ni se dieron cuenta de su mirada entre el bullicio y las miradas de algún otro comensal interesado en verlas, Carol estaba concentrada en quitarse el huevito, entro directo en uno de los sanitarios ya que estaban vacíos para su suerte, pero por más que intentaba no lo lograba sacar de su interior. Margarita igualmente paso al sanitario, salió antes que Carol y esperaba por ella arreglándose el cabello frente al espejo para volver juntas a la mesa, cuando vio en el reflejo como un hombre entraba al sanitario, Carol continuaba distraída y encerrada dentro del cubículo.

- Hola mamita, ¿quieres acción? - cuestionó el mesero cubriendo la puerta con su cuerpo.

- no, vete de aquí, mi novio está afuera - gritó Margarita molesta con el tipo y su actitud.

- se nota que lo deseas, tú y tú amiguita solo quieren que les den duro, yo tengo lo que necesitan - anunció el mesero acercándose más a Margarita,

Carol escuchaba desde el cubículo, saco su celular de la bolsa, llamando a Tomás en lo que acomodo su ropa para salir a ayudar a Margarita. Tomás extrañado de ver quién le marcaba contesto el teléfono con curiosidad

- aléjate de mí, ¡Carol ayuda! - grito Margarita.

- ¡ven acá perra! - exclamó el chico haciéndola gritar de dolor.

- ¡déjala! - grito Carol saliendo del cubículo de golpe.

Tomás se paró muy enojado y sin decir nada fue directo al baño, asombrando a todas las personas presentes en el sitio, una vez entró vio al mesero tirando del cabello de Margarita a quien tenía apoyada en la pared y con otra mano tirando del brazo de Carol que forcejeaban por entrar al cubículo del excusado, Tomás saltó hasta llegar al mesero, lo tomó por la espalda desprevenido y logró separarlo de ellas en ese tirón dándoles a ambas un brusco jalón.

- déjame, les daré lo que tanto andan buscando estas perras - declaró el chico intentando pelear con Tomás.

James y Raúl se asomaron al baño sin saber que sucedía dentro, cuando vieron al mesero y su intención de jalonear a las chicas no dudaron en ayudar a Tomás para sacarlo del baño entre los tres sin golpearlo. Afuera la multitud se aglutinaba en las cercanías del sanitario para averiguar lo que sucedía dentro, todos en el bar se dieron cuenta de que el mesero salía forcejeando con los tres musculosos que si habían visto entrar, alguien llamo a la policía en cuanto vieron a Tomás ir enojado al baño de damas, estos no tardaron en llegar al sitio, al ver a los tres musculosos forcejeando con el mesero comenzaron a llevárselos a todos ellos, antes de averiguar el incidente, Carol salió del baño corriendo en cuanto escucho las sirenas de la patrulla logrando evitar que los arrestaran.

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