- el idiota tiene razón – admitió Tim haciendo una mueca, - ven, vamos - tomó la mano de Carol y la llevo a la salida, la mochila de Carol estaba sobre la hielera, Tim la tomó, soltó a Carol, abrió la hielera y jalo unas botellas de agua, cerro y camino guiándola hacia su camioneta al otro costado del granero. La camioneta era blanca con una rejilla en la batea, estaba abierta, abrió el lado del copiloto y metió las cosas, después se giró y ayudo a Carol a subir, subió del otro lado, arrancó y paro frente a su casa.
- Necesito una playera, ¿qué dirá tú celador si me ve así? – explicó Tim mostrando su pecho marcado y desnudo - te puedes cambiar dentro si quieres - sonrió Tim malicioso.
Ambos bajaron, Carol llevaba su mochila, Tim entró a su cuarto casi corriendo y ella saco su ropa apoyada en la mesa, vio un reloj eran las 11 pm, vistió la ropa que traía al llegar y Tim volvía acomodándose la camiseta, ahora con tenis negros.
- vámonos cariño - dijo Tim tomando la mochila de la mesa, Carol lo siguió y se fueron.
En el camino - dime hermosa, ¿a ti que te gusta hacer? - volteaba Tim a verla cada tanto.
- escuchar música, hablar con Luis, mi amigo, salir con él, dormir, leer mmmm y últimamente hacer ejercicio - contó Carol pensativa.
- Luis, tú amigo, ¿fue algo más alguna vez? - cuestionó Tim un poco serio.
- ¿cómo crees? - declaró Carol a carcajadas - a él le gustan los chicos -
- aaaahhh vaya, que bueno - sonrió Tim de nuevo.
- somos amigos desde que teníamos 8 años, se mudó a lado de mi casa, creo que siempre fue como ahora, excepto por lo pervertido - sonrío Carol tristemente.
- ¿por qué esa cara? - preguntó Tim preocupado.
- Hace un año se mudó a otra ciudad, no lo he visto desde entonces, lo extraño mucho - Carol soltó una lágrima.
- no te preocupes, ya vendrá, podemos salir tú y yo como lo hacías con él si quieres – sugirió Tim intentando consolarla.
- ¡no!, cómo con el no - lo veía asustada recordando algunas salidas con Luis.
- está bien, saldremos como tú quieras salir - dijo riéndose Tim.
- ¿te gusta bailar? - Carol lo veía fijo.
- pues se moverme un poco, pero puedes enseñarme, y si quieres iremos a bailar -contesto Tim.
- tampoco soy experta, pero me encantaría hacerlo - sonreía Carol - vaya que rápido llegamos - declaró Carol al ver su calle.
- vives muy cerca cariño - Tim paro la camioneta frente a la casa - espera, dame tu número de teléfono -
- cierto - Carol abrió su mochila y saco su celular, mientras Tim la veía embelesado - ten márcalo - pidió Carol dándole su celular a lo que Tim escribió, giró el teléfono y se tomó una foto mandando un beso.
- listo – Tim se lo entrego en las manos, mientras ella reía.
- te marcaré - comenzó a sonar el celular de Tim y colgó Carol.
- ¿puedo tomarte una foto? - preguntó Tim sonriendo.
- otro día, ¿está bien? - expresó Carol avergonzada.
- ¿por qué hoy no? - la miraba Tim extrañado.
- no me veo bien - confesó Carol mirando al piso.
- siempre serás hermosa cariño, pero no te forzaré - admitió Tim levantándole el rostro con la mano.
Ambos bajaron de la camioneta, Tim la ayudó a bajar y la tomó de la mano hasta la puerta, ella abrió con sus llaves y él solo la vio un poco triste, ambos se dieron un beso en la boca suavemente y se despidieron ahí, ella entró y cerró mientras Tim le mandaba besos con la mano camino a la cabina del auto para después irse. Carol despertó como siempre, apagó su alarma y checo el celular, cómo si esperará un mensaje que nunca llegaría, pero está mañana había varios recibidos.
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Ejercício
РомантикаSexta y última historia de la saga Cuentos para dormir. Todo empieza por un deseo de mejorar y cambiar la rutina diaria, los tropiezos y cambios llevaran a dos desconocidos por una suerte de eventos y