Parte 16

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- como no con todo lo que tomaste idiota - contesto Tim mientras seguía cocinando unos huevos revueltos.

- ¿de qué hablas? - preguntó Tomás jalando una silla y sentándose de espaldas a la luz.

- ya olvídalo tonto, solo no esperes que te vuelva a ayudar la próxima vez - aviso Tim muy serio.

- ¿próxima?, que maldito dolor de cabeza - manifestó Tomás agarrándose con ambas manos.

- espero aprendas – Tim comenzó a servir en los platos, - ven linda, disculpa al idiota en la mesa - indicó Tim tomando los platos y volteándose a la mesa.

Carol salió detrás de Tomás, él escuchó sus pies descalzos acercándose, y giró su cabeza intentando verla.

- Buenos días - saludo Carol tomando asiento junto a él.

Tomás se sintió avergonzado por su estado, pero no aguantaba el dolor de cabeza. El estómago de Tomás hizo un sonido muy fuerte, a lo que Tim y Carol lo miraron.

- ja ja ja ja, ya voy - anunció Tim poniendo el plato justo frente a Tomás y después los otros dos, para luego voltear por una licuadora y vasos, sentándose frente a Tomás.

Todos comían de sus platos, Carol se sentía nerviosa evitaba ver a Tomás a toda costa, Tim en cambio sonreía maliciosamente mientras comía.

- Te caíste de la cama ¿verdad idiota? - indagó Tim sonriendo.

- ¿Por qué lo dices? - preguntó Tomás que seguía comiendo.

- te rompiste el labio - soltó una carcajada mientras lo apuntaba, - me habría gustado verlo - Carol se sonrojo y miró su plato mientras Tomás se tocaba el labio inferior y sintió dolor al tacto.

- no recuerdo nada - dijo Tomás metiendo la cuchara en su boca.

- vaya idiota - contesto Tim.

Siguieron comiendo en silencio hasta terminar el desayuno que ayudó a que Tomás se sintiera mejor aunque no disminuía el dolor de cabeza. Vio a Carol, la notó extraña, usaba una playera turquesa de manga 3/4 con aplicaciones brillantes en el pecho y jeans deslavados.

- ¿no es muy temprano para ti? - preguntó Tomás sin pensarlo.

Carol se sonrojo sin mirarlo - ¿por qué lo dices? - contesto Tim.

- ella es muy dormilona - explicó Tomás haciendo sonrojar aún más a Carol que intentaba ocultar su cara.

- tuvo servicio de despertador - respondió Tim con una sonrisa pícara.

Tomás vio a Tim muy serio y luego a Carol - ¿dormiste aquí? -

- vete acostumbrando - anunció Tim, Carol se paró de la mesa y se fue al cuarto de Tim, no podía seguir ahí.

- vez lo que haces, siempre tan idiota - reclamó Tim parándose y dirigiéndose a su cuarto, cerrando la puerta después de entrar.

Tomás no entendía que dijo para ofenderle, su dolor de cabeza no le permitía pensar bien, decidió acostarse otro rato.

- ¿estás bien? - preguntó Tim al entrar en el cuarto.

- sí, solo, quisiera darme un baño – manifestó Carol seria.

- ¿puedo lavarte la espalda? – propuso Tim picarón.

- quisiera hacerlo sola - dijo Carol bajando la mirada.

- está bien linda, te daré una toalla - admitió Tim con un rostro serio buscando entre sus cajones.

Carol tomó la toalla y se metió al baño, cerró la puerta del cuarto de Tim con seguro para que no entrará y se metió a la ducha. Tomás estaba en su cuarto acostado sentía el aroma de Carol en su cuerpo, en su cama, cerraba los ojos y la veía entre sombras, una ducha le ayudaría a aclarar su mente tal vez se dijo a sí mismo. Se desnudó y entro al baño, no vio la ropa de Carol doblada en una repisa. Carol estaba en la ducha sin abrir la regadera aún, se sentía mal con Tim por incomodar a Carol, ella abrió la regadera y Tomás la cortina al mismo tiempo, ambos se vieron completamente desnudos. Carol intento cubrirse con las manos sin gritar, vio las marcas de sus dientes por todo el pecho y hombros de Tomás, además de su pene empezando a despertar. Tomás no podía dejar de verla, era muy hermosa, quería entrar, besarla y tocarla pero temía ser rechazado.

EjercícioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora