Embrujado

4.3K 394 359
                                    

Temprano por la mañana, una insistente alarma sonaba en la rosada habitación de la ojiazul, que con felicidad, se levantaba a apagarla.

¡Pero qué lindo día era ese para estar viva! ¿Por qué nunca se había dado cuenta que la vida era tan bonita?

Estirandose aún encima de su cama, una sonrisa boba se instaló en su rostro, levantándose algo saltarina, relamiendo y tocando sus labios.

¡Anoche había besado a Chat Noir! Ese oficialmente había sido el mejor día de su vida.

Cuando se dio cuenta de lo que estaba pensando, Dupain intentó parar de hacerlo, repitiéndose para si misma que no era lo que parecía.

Solo estaba feliz porque con el beso del día anterior, probablemente le había ganado la batalla a la ladrona de gatos.

Recordemos que ella, seguramente, sólo quería el miraculous de Chat Noir para apoderarse del mundo. Esa era la única razón por la cual lo había enamorado.

¡Ella tenía que evitarlo, tenía que salvarlo de esa monstruo!

Todo eso era por el bien de París. No era porque estuviera profunda, loca, obsesionada y apasionadamente enamorada de Chat Noir.

-No. Definitivamente no lo estoy.

Dijo Dupain de la nada en voz alta, autoconvenciéndose, ganandose la mirada extrañada de Tikki.

Bien, el kwami iba a entrar a la caja de los miraculous en ese momento.
.
.
.

Adrien bajaba del auto totalmente pensativo.

Estaba tan feliz y confundido. Amaba a Marinette pero siempre iba a querer a Lady Bug.

¿Qué podía hacer para dejar de sentirse así de mal consigo mismo? Solo quería una señal del universo para saber cuál era la indicada.

Apenas había terminado de suplicar algo por lo qué guiarse, cuando sintió como alguien chocaba en su espalda distraídamente.

Esa era Marinette.

-Oh, buen día Adrien. Perdón, estaba escuchando música y no te vi.

Le dijo mirando algo confundida como el ojiverde parecía sonrojarse.

Él por el contrario, buscaba como apagar el color de sus mejillas, ya que con solo ver la sonrisa de Marinette, era suficiente para hacer que todos los colores se subieran a su rostro.

-No hay problema. ¿Qué escuchas?

Ella le mostró la pantalla de su celular, la cual mostraba el último álbum de Jagged Stone, haciendo que él sonriera de lo parecidos que eran.

-Te amo.

Le confesó de la nada haciendo que ella asintiera dándole un auricular.

-Justamente esa es la siguiente después de "Perdóname hijo, no te quise abandonar".

Y limpiándolo con su camisa, él se lo puso con una sonrisa.

Talvez ella no había captado su confesión, pero al menos podía compartir audífonos, además, Madame Bustier siempre decía que no había que darse nunca por vencidos, por lo que iba a seguir el consejo.

Fue así como con nervios pasó su brazo por detrás de sus hombros, ganandose una mirada de agradecimiento por parte de ella.

-¿Cómo supiste que tenía frío? Enserio te lo agradezco.

Adrien sentía que quería llorar.
.
.
.

Saltando entre los edificios, la ojiazul bailaba y reía, buscando con la mirada a Chat Noir, lista para aceptar ser su novia.

Ni modo, ese era un sacrificio que estaba dispuesta a aceptar con tal de proteger a los miraculous de la ladrona de gatos.

Finalmente a la lejanía divisó al héroe, acercándose lentamente a su espalda.

El chico la sintió llegar y giró a mirarla.

Había llegado el momento de decirle a su lady la verdad. Después de todo no iba a ser duro para ella ya que a ella no gustaba de él.

Haciendo contacto visual, rápidamente se acercó donde ella y la tomó de su mejilla con suavidad, lamentando hacer eso.

Y la atrajo para besarla en los labios ¡La estaba besando denuevo!

¡ESO ERA LO QUE NO TENÍA QUE HACER!

Sus pensamientos gritaron su división.

Por un lado la adoraba y sentía mariposas en su estomago al besar sus labios, pero por otro se lamentaba no haberle dicho lo que planeaba decirle.

En cuanto se separó, sintió como la heroína acariciaba su sonrojo con ternura.

¡¿Cómo decirle que no, a esos ojos color cielo que lo miraban con fascinación?!

El problema era que amaba a Marinette, pero aún quería a Lady Bug. Ninguna de las dos merecía un corazón a medias.

Cuando menos se dió cuenta, su cuerpo se había movido por si solo, atrayendo la cintura de la ojiazul para besarla una ocasión más, sintiendo como sus puntas se colocaban sobre las suyas para poder estar a su altura.

¿Por qué la estaba besando denuevo?

-Ma... ¡No!

Estaba por decir el nombre de la diseñadora, sintiéndose un asco de persona al percatarse, corriendo lejos con sus labios algo hinchados, aún con el sabor cereza del labial de la heroína.

La ojiazul sólo sintió como su cuerpo olía a Chat Noir, hasta que se percató de algo, abriendo los ojos con enojo.

¡Casi mencionaba a la ladrona de gatos, la estaba pensando!

No había duda alguna. ¡Ella lo estaba embrujando! De otra manera, él ya estuviera reconquistado por ella.

¿Qué clase de hechizo le había dado como para hacer que sus besos con él, no significarán nada?

Aparte de ladrona, había resultado bruja mala. Era más peligrosa de lo que se imaginó.

Continuara...

Holabolas :)

Se que ya pasaron casi 31 años, pero aquí esta la actualización. Con los meses Adrinette y Marichat, las cosas se ponen difíciles a la hora de escribir.

SingerBird te dedicó el capítulo por hacerte esperar <3

Por cierto, Alberto, si ves esto, hola.

Lamento la ortográfica, la checare por la mañana. Pero boeno, ojalá les haya gustado.

En fin, disfruten.

Ladrona de gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora