Reconquistado

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El timbre de salida sonaba y una chica azabache salía rápidamente de la escuela en dirección a su casa.

Adrien salió tras ella casi tropezando con el pie que Lila le había puesto por "error" y le habló al finalmente alcanzarla.

-Marinette.

Llamó el rubio a la azabache antes que terminara de bajar los escalones de la entrada, girando su cabeza.

-Dime.

Contestó mientras miraba con un poco de miedo la sonrisa de Adrien.

Talvez le quería demostrar que había ido al dentista y por eso le mostraba todos sus dientes.

Y dando un suspiro largo y hondo, el ojiverde tomó valor y habló.

-¿Te gustaría ir por un helado? Tengo la tarde libre y me gustaría pasarla contigo.

Le preguntó nervioso a más no poder, sintiendo un vacio al ver como ella se negaba lastimosa.

-Lo siento, hoy no podré. Tengo que atender la panadería. Mis padres no estarán hasta la noche y me dejaron a cargo.

Dijo sintiendose mal ya que en realidad si deseaba ir con el, mirando como el asentía con una sonrisa falsa.

-Entiendo, no hay problema. Otra ocasión será.

Tras eso giró sintiendose completamente decepcionado tras haber planeado invitarla todo el día y ser rechazado.

Ella lo miró irse con un nudo en la garganta, sintiendo la necesidad de detenerlo, no sabiendo como.

Una idea le vino a la cabeza y lo llamó.

-Adrien ¿Te gustaría venir a la panadería y ayudarme?

Le propuso algo indecisa a lo que el giró a verla con una sonrisa que denotaba lo feliz que aquella propuesta lo había hecho.

-Me encantaría.

Dijo contento antes de correr para estar a su par, camino a la panadería.

Algo de ayuda no le iba a venir mal.
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Adrien miraba extasiado como había pasado una de las mejores tardes de su vida haciendo y vendiendo pan, rosando accidentalmente su mano con la de ella y bromeando.

El chico miraba con amor como el más delicioso de los postres parisinos sacaba con cuidado los croissants del horno, mientras le comentaba algo.

-Sabes, a los chicos se les conquista con el estomago.

Dijo sonriendo, lanzandole una indirecta que ella se encargó de interpretar a su manera.

Una idea invadió la mente de la azabache, haciendola sorprender de gran manera y reprenderse al no haberla pensado antes.

¡Claro! La única manera de reconquistar a Chat Noir y vencer a la ladrona de gatos era por su estómago.

¡Era una magnífica idea!

Mientras ella estaba perdida en sus pensamientos, Adrien comía uno de los croissants recién hechos, mirandola detenidamente.

Estaba comiendo delicioso y con una vista espectacular.
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Una heroina saltaba de tejado en tejado con una canastilla en mano, totalmente animada por la tarde que había pasado, pero aún más feliz por la noche que iba a pasar.

Solo tenía que encontrar a Chat Noir, darle los croissants y ¡Bam! Completamente reconquistado.

Era un plan infalible.

Y todo era por el bien de la humanidad.

Aquella ladrona de gatos quería apoderarse del mundo y Chat Noir era su mund...

Moviendo su cabeza para despejar sus locos pensamientos, sus ojos se iluminaron al ver al héroe, alcanzandolo rápidamente.

-Chat Noir.

Le habló mientras le extendía la canastilla, recibiendola completamente extrañado.

¿Acaso había olvidado alguna fecha importante? Su aniversario de héroes era en tres meses.

-Me acordé de ti y te los hice con cariño.

Le dijo con una sonrisa y un leve sonrojo mientras el le agradecía, tomaba y abría la canastilla.

Su ceño se frunció poco a poco al ver que eran los croissants que el había hecho junto con Marinette en la tarde, y la sorpresa lo invadió.

-¿Acaso tu... los compraste en la panadería de los Dupain?

Preguntó mientras miraba aquella marca específica que el había dejado a la cortesa de los croissants y ella habló.

-¿Por qué dices eso?

Extrañada preguntó, mirando como el héroe no se veía muy reconquistado.

-Porque yo mismo los hic... digo, porque reconocería el pan de los Dupain a kilometros.

Habló casi de más mientras la sorpresa invadía a la enmascarada.

-Oh ¿Tu vas mucho por ahí?

Le preguntó tratando de ocultar su asombro y su emoción al saber que al héroe le gustaba su repostería, mientras el totalmente ageno, comía de los croissants.

-Si, desde hace un año.

Dijo disfrutando del buen repostero que resultó ser.
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Eran las 4:18 de la mañana y una chica azabache buscaba atenta entre los registros de la panadería, los clientes que la frecuentaban desde hacía un año.

-Y con esto nos resumimos a 13163 clientes frecuentes desde hace un año.
Mira, aquí esta el nombre de Adrien.

Le dijo animada a Tikki que miraba con algo de estres como borraba el nombre del rubio al no ser sospechoso, al cual ya lo tenia conquistado y reconquistado.

Continuara...

Oh Marinette, tan cerca pero tan lejos JAJAJAJA.

Ojalá les haya gustado el capítulo que me dió algo de trabajo escribir.

Ya saben, bloqueo creativo :)

En fin, disfruten.

Ladrona de gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora