Esa mañana fué el mejor despertar que Marinette había tenido en días.
Los rayos de sol iluminaron su habitación y con felicidad abrió los ojos.
¡Que bonito día para existir era ese!
La azabache se levantó de su cama y estiró todo su cuerpo mientras sonreía levemente, aliviando a su preocupada kwami.
Abrió la ventana y sacó su cabeza para respirar el aire exterior y escuchar el cantar de los pajarillos.
-Cof Cof Cof Mala idea- dijo en voz alta mientras tosía al haber respirado hondo justamente cuando había pasado por la avenida un carro que generaba smog a altas densidades.
En fin, el encanto de vivir en la ciudad más visitada del mundo.
Aún así, Marinette se sentía más fresca que una lechuga, enérgica, lista para averiguar quien era aquella malvada ladrona de gatos que le había robado a Chat Noir.
Marinette abrió los ojos como platos y sus mejillas se tornaron rojas al haber recordado lo que había sucedido la noche anterior con el antes mencionado.
Cierto ¡El la había arropado y la esperó hasta que se durmiera!
Eso explicaba porque sentía ese sentimiento de felicidad genuina que pocas veces había sentido antes.
-¡Tikki! Dime que no fué un sueño.
Exclamó la azabache feliz al recordar como la última imagen que había visto el día anterior, había sido la de Chat Noir.
Ojalá y no le haya dicho nada raro mientras dormitaba despierta.
.
.
.Marinette había llegado al colegio temprano como todos los días anteriores a ese, encontrando el salón desierto.
Max entró 5 minutos déspues siendo seguido por Adrien.
El moreno, inmediatamente después de ver como el rubio caminaba en dirección a Marinette, supo que su papel en este capítulo iba a ser de mal tercio.
Adrien se acercó a la azabache y besó sus dos mejillas en señal de saludo.
Marinette se extrañó al no ser un saludo común para hacerse en la escuela, pero también lo saludó.
Max al ver eso supo que en efecto, sería un mal tercio.
El de lentes frunció el seño.
El no quería ser cualquier mal tercio ¡El quería ser el mejor!
El peor, mejor dicho.
Marinette al recordar las tareas que NO hizo por ser arropada por Chat Noir, tomó su libreta y comenzó a hacer sus deberes, mientras Adrien la miraba fijamente.
-Una flor para otra flor- le dijo Adrien espontaneamente mientras le extendía una rosa roja que había sacado de quien sabe donde.
Marinette levantó su cabeza y luego la volvió a bajar.
¡Tenía cosas que hacer más importantes que recibir rosas!
Extendió su mano para tomarla, dejandola a un lado del escritorio mientras seguía escribiendo apurada.
-Gracias- agradeció sin siquiera mirarlo mientras escribía concentrada.
El rubio iba a sentirse mal pero recordó lo que había pasado la noche anterior.
¡Cierto! por su culpa Marinette no terminó la tarea.
Con apuro sacó unos papeles de su mochila y se los extendió a la ojiazul.
-Ten, solo cambiale un poco- dijo entregandole las respuestas de la tarea sin condiciones.
Marinette levantó la mirada y sonrió sinceramente mientras tomaba las respuestas con agradecimiento al mismo tiempo que un leve sonrojo se apoderaba de ella.
-No sabes cuanto te lo agradesco- le dijo sonriendo mientras miraba los papeles.
Sus miradas se conectaron y ambos se sonrojaron fuertemente.
A la vez de eso, Adrien se tranquilizó.
Marinette tenía denuevo ese brillo genuino de sus azules ojos que días pasados no había brillado con tanta intensidad.
Ahí se encontraban azules y verdes perdidos el uno con el otro, como si de magnetismo se tratara.
-Parpadeaste, perdiste Adrien.
Habló Max al haber interpuesto su mano en medio del sonrojado par, al verlos jugar "El primero que parpadee pierde" sin ningún arbitro que declarara victoria.
Adrien miró con enojo al animado intelectual mientras que Marinette miraba pensativa a la nada lo que había pasado.
Sabía que lo de Chat Noir era algo pasajero, ya que si fuera amor no hubiera sentido mariposas en el estomago al mirar a Adrien a los ojos ¿Verdad?
Ja. Casi llegó a pesar que estaba comenzando a sentir algo más por su compañero de peleas.
Ideas locas.
Igual, esa ladrona de gatos de todas maneras conocería la furia de Marinette.
-Ya pueden soltar sus manos- les dijo el chico de lentes haciendolos sentir nerviosos bruscamente.
¡Ni cuenta se habían dando cuando comenzaron a tomar sus manos!
El moreno sonrió complacido.
Su mamá siempre le decía "Sé el mejor en todo lo que hagas" y estaba seguro que había sido el mejor mal tercio que jamás había existido.
Otro logro para Max Kanté.
Continuara...
Hoy tenía ganas de escribir un capítulo Adrinette a pesar de que la historia sea Lady Noir.
Odio la cuarentena y aún más las clases en linea.
Se supone que ibamos a ir a ver cadaveres pero por la pandemia no se pudo 😭😭😭😭
No es por morbo ni nada por el estilo, pero esa practica me pudo haber ayudado mucho en mi formación.
En fin, disfruten.
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Ladrona de gatos
HumorLady Bug no era una persona celosa, solo cuidaba lo suyo, y no era que Chat Noir fuera suyo, pero ella al saber que Chat Noir estaba interesado en otra señorita, no pudo evitar investigar quien era esa ladrona de gatos.