Dron

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Los días de Stalkernette habían regresado pues ahí se encontraba la ojiazul sentada en flor de loto debajo de las escaleras, monitoreando un dron con cámara desde su celular.

Ella había crecido y su tecnología con fines informáticos también, así que en ese momento la azabache se encontraba espiando a Adrien con un dron tan pequeño que incluso si se veía de lejos podría parecer un bicho más grande de lo común, después de haber pasado todo el día huyendo y escondiéndose de él.

Nadie vería al dron, París era ciego.

Finalmente la ojiazul ubicó al Agreste tomando un refresco en lata mientras caminaba junto con Nino al rededor de la cancha escolar, acercando aquel artefacto volador a ellos con la finalidad de escuchar su conversación. Cuando finalmente la diminuta cámara los enfocó y el audio conectó, ella sonrió con maldad.

-Como te decía, planeo darle una rosa esta noche, voy a ir a su casa.

Dijo el rubio feliz a su amigo, mientras la oyente sentía que el estómago se le revolvía de celos ¡A ella le dio rosas primero!

Pero entre todo ese enojo, un foquito se encendió en su cabeza tras una idea llegarle: si quería saber quién era esa ladrona de gatos y donde vivía, solo tenía que seguir a Adrien esa noche, o secuestrar a Nino y obligarlo a hablar. La primera opción era la más sencilla, aunque no descartaba la segunda.

-Sabía que te gustaba, siempre lo supe. Tienes suerte que ella no tenga hermanas boxeadoras gigantes que no le permitan salir ni siquiera por la tarde.

El Agreste al escucharlo recordó la ocasión que el padre de la ojiazul fue akumatizado y negó con una sonrisa falsa.

-Si que tengo suerte.

Al mismo tiempo, Marinette que escuchaba la plática profundamente pensativa, imaginaba todo lo que iba a hacer en cuanto supiera quién era esa ladrona de gatos. Primero la investigaría y si por casualidad no resultaba ser la peor de todas las villanas tal vez la dejaría andar con Adri... nah, la ladrona de gatos ¡Tenía que ser mala! Además cabía la extraña posibilidad de que misteriosamente le cayera cianuro al pan que le regalaría en son de amistad.

-Por cierto ¿Cómo conseguiste que tu padre te dejara salir de noche?

Preguntó el moreno sacando de sus pensamientos a la espía y escuchándose una risa nerviosa por parte del Agreste. Para mala suerte de la chismo... ¡espía!, Nino sintió el aire de los ventiladores por su cuello, moviendo su palma para quitarlo como si hubiera espantado a cualquier mosca.

-Que molesto bicho.

Dijo y las finanzas de Marinette dolieron al ver como Lahiffe había mandado a volar a su artefacto. Por suerte el dron se repuso y pudo volver a enfocar las cosas con claridad, lástima que el rubio y su amigo se habían perdido de la lente de la ojiazul.

-Marinette, ¿podemos habla... ¿Estás espiando a alguien?

La mencionada escuchó como una persona le hablaba en su hombro, a lo que ella solo asintió estando tan concentrada que ni mirar de quien se trataba le importó ¡No encontraba a Adrien!

-Si, estoy espiando al chico que me gusta, ahora silencio que me desconcentras.

Contestó como si nada mientras su mirada seguía clavada con total frustración en la pantalla del celular, pues no había rastro de su solecito.

Estaba por adentrarse al baño de hombres cuando sintió que sus hombros habían sido tomados, girando la cabeza para encontrar al mismísimo Adrien a su lado, con súplica en sus ojos.

-¿Va en esta escuela? Por favor dime quién es.

La mandíbula de la ojiazul cayó al suelo y sus ojos se abrieron con sorpresa. Ella se quedó estática, su cuerpo no le respondía, solo sus manos podían moverse y sin darse cuenta hizo que el dron comenzara a perseguirlo.

Este no tomo enserio a un dron que era más pequeño que su ojo, hasta que observó como el pequeño aparato, había pasado tan cerca de él, que le cortó un mechón pequeño de pelo. Hasta entonces corrió.

-Para Marinette, prometo nunca volverte a preguntar. ¡Que tienes en contra de mi pelo! ¡Basta, Ahhh!

Poco a poco una sonrisa se instaló en la azabache. Esa sería su venganza por haberla cambiado por una ladrona de gatos. Anacleto, dron bautizado con ese nombre por la ojiazul, persiguió al ojiverde hasta que su cuerpo se descongeló y la batería se agotó.

El rubio al por fin ver al dron caer sobre las manos de la chica, estaba listo para hablarle, tomandose unos instantes para tomar un poco de aire pues había pasado más de 31 minutos enteros corriendo sin parar, mirando al suelo y regresando la mirada donde ella, encontrandola nuevamente desaparecida.

-Rayos.

Dijo aún jadeando mientras miraba a todos lados en busca de esa chica.

Continuara...

Pues ya quedan muy pocos capítulos, así que... pronto la planeó acabar y comenzar con historias nuevas y frescas. Esa es la idea, no prometo nada.

No quiero volver a subir por montones porque luego no me alcanza el mes para actualizarlas todas. Llegó un punto donde tenía más de 15 historias al mismo tiempo y por supuesto que no me alcanzaba el tiempo.

Pero bueno, aún no prometo nada, recuerden que estudiar es difícil, tal vez en seis meses o menos, actualicé una vez al mes, se viene lo difícil a nivel académico para mi.

En fin, disfruten.

Actualización de cuando lo subí:

De: yoPara: ustedes leyendo sueño

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De: yo
Para: ustedes leyendo sueño.

No es cierto, los amo JAJSJSJSJJSJWJWJ no se enojen <3 lo vi en Instagram y dije "tengo que mostrarselos"

Ladrona de gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora