Cereza y fresa con chocolate.

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Pasando la entrada del aula, Marinette sonreía con felicidad al sentir todo su cuerpo doler.

Adrien venía tras de ella feliz de existir, a pesar de tener dolor de espalda por dormir sobre los huesos de una heroína.

Mirando como el salón estaba desierto, Adrien se acercó a ella casi de un salto, tomando su mano y su cintura para hacerla dar vueltas frente al escritorio.

-¡Marinette, estoy feliz!

Le dijo mientras la ojiazul contagiada de su emoción también comenzaba saltar junto con el.

-¿Por qué?

El rápidamente paró todo su alboroto, para hacerla mirar a sus ojos.

-Porque estás aquí conmigo.

No pudo evitar su sonrojo y el lo notó, sintiendo como poco a poco el rubio comenzaba a acercar su rostro al de ella, teniendo la necesidad de también cortar la distancia.

Era improbable, pero tenía miedo de que su cuerpo la traicio...

-¡PUM!

Fue el sonido del cuerpo de Marinette impactando el suelo al haberse dejado caer para atrás inconscientemente, como si se hubiera sido una prueba de confianza fallida.

El rubio miró aquello con espanto y no dudó en correr donde ella, encontrando enojo en su expresión.

-¡Agh por culpa de la ladrona de gatos!

Gritó levantándose enojada, saliendo y azotando la puerta, confundiendo al ojiverde.

Esa era la expresión que Lady Bug siempre usaba cada vez que algo malo le pasaba, como golpearse ella misma con su yoyo o no calcular bien y caerse de algún tejado.

Curioso.
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.
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Unos victoriosos héroes chocaban sus puños al haber desakumatizado a la vieja confiable de Hawk Moth, el señor Pichón.

Aceptaron el helado que siempre les invitaba después de ser desakumatizado, habiendoles dejado solos pues tuvo unos asuntos que atender, decidiendo los héroes ir a las alturas para comerlo.

Mientras se trasladaban, la heroína miró con tristeza como su helado caía al pavimento, negando con tristeza al solo haberse quedado con la pequeña cucharita.

El rubio no pudo evitar reírse, mientras le extendía de su helado.

-Sabes, generalmente siempre como mi helado de un bocado, pero solo por hoy tardaré un poco solo para invitarte.

Ella sonrió mientras con su rescatada cucharita probaba el helado que notó había cambiado de sabor al que usualmente recibía.

-¿Cereza, arándano y mora? André nunca te da esa combinación, siempre es fresas con chocolate, arándano y mora.

El sonrió pensando instantáneamente en Marinette, recordando que André también hizo un cambio en el de la heroína.

-Tu también cambiaste de sabor, menta con chocolate.

Ella miró a otro lado para que no notara su sonrojo pues hacia juego con el traje de su acompañante.

Saboreando el sabor cereza, sus pensamientos comenzaron a invadirla.

¡¿Por qué la ladrona de gatos tenía que ser representada justamente por la cereza?!

Su labial, sus paredes y hasta sus pantalones eran color rosa cereza.

¡¿Por qué la ladrona de gatos se tenía que apropiar hasta de la cereza?! ¿No le bastaba con robarse el amor de Chat Noir?

-¿Crees en los helados de los enamorados? Dice que si compartes un helado de André con alguien, se amarán para toda la vida, pero solo a los que creen.

Preguntó el chico que comenzaba a morder el cono, sacándo a la ojiazul de sus pensamientos, que asentía.

-Supongo que al comer esto nos estamos encadenando.

Habló y el rió aceptando.

-Ahora estamos encadenados para siempre. ¿Un besito para comenzar?

Le dijo bromeando hasta que sintió los labios de la heroína sobre los suyos en un beso corto, sintiendo todo su cuerpo hervir.

Ella solo quería una excusa para besarlo y el le hacía ese tipo de bromas.

Chat la miró completamente rojo, mientras ella se levantaba casi temblando.

Estaba por saltar para ir directo a esconder su cabeza en una almohada, hasta que sintió como el héroe tiraba de su brazo acercandola hacia su cuerpo.

Y la besó. La besó larga y profundamente.

Sus labios fríos y húmedos acariciando los suyos con ternura, mientras la tenía firmemente abrazada a su pecho, era una sensación distinta.

¿Enserio estaba pasando?

-Supongo que está es la razón por la que estamos encadenados.

Le dijo por lo bajo antes de soltarla y dejarla ir perdiéndose entre la noche,  sintiendo su corazón dividido en dos.

Cereza y fresa con chocolate.

¿Por qué el amor era como los sabores de un helado y por qué no le dolía el no haberse encadenado con Marinette si sabía que la amaba?

La heroína por el contrario llegó a esconder su cara en su almohada, dando un grito de emoción.

Ladrona de gatos: 0.
Lady Bug: 1.

Continuara...

El color cereza en los helados no es rojo intenso, si no es más como un rosado, por eso les adjunté una imagen para que vean de lo que hablaba.

Ojalá me hayan entendido.

Oigan, estoy feliz porque jcasafus regresó. Si lees esto, hola, me encantaría invitarte un smoothie después de tu sesión de fotos. (Guiño a clima tempestuoso)

En fin, perdonen la ortografía, a la escritora le gusta actualizar a las dos de la mañana.

En fin, disfruten

Ladrona de gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora