Capítulo 49

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Marizza y Pablo seguían abrazados sin decir una palabra hasta que éste último suspiró y comenzó a hablar.

Pablo: Tiene que quedar hospitalizada, quieren hacerle más análisis y exámenes. Pero no me reconocía y gritaba del dolor
Marizza: Tranquilo mi vida, todo va a salir bien. Mora se va a poner bien
Pablo: ¿Y los nenes?
Marizza: Con Consuelo
Pablo: ¿Santiago igual?
Marizza: Sí, se quería quedar con Rita y Consuelo me dijo que no me preocupara que ella lo cuidaba
Doctor: Pablo, puedes pasar a verla pero con los calmantes está algo dopada,es posible que no te reconozca si
Pablo: Espérame acá - dijo mientras Marizza sacaba su teléfono

WhatsApp
Consuelo
Consuelo: Hola Marizza, te escribo para decirte que Santiago me pidió dormir así que lo deje en el cuarto de invitados. Le puse un pijama de mi sobrino y unas luces de Rita porque me dijo que le da miedo la oscuridad.
Hablame cuando puedas, y decime cómo está Mora
Marizza: Hola Consuelo, la verdad es que seguimos en la clínica. Pablo está con ella ahora, le están haciendo más exámenes pero aún no saben que va a pasar.
Muchas gracias por cuidar a Santiago. Avísame igual cualquier cosa
Consuelo: [Foto] Lo estoy cuidando como vos cuando cuidas a mi hija así que tranquila.

 Avísame igual cualquier cosaConsuelo: [Foto] Lo estoy cuidando como vos cuando cuidas a mi hija así que tranquila

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Marizza: De verdad que te lo agradezco mucho. Estamos hablando

A la mañana siguiente, Pablo fue hasta la casa de Consuelo para ir por Santiago mientras Marizza se quedaba con Mora.

Cuando Pablo llegó a buscar a su hijo, éste lo recibió con un abrazo quedándose a upa de su papá.

Santiago: Papi, te extrañé
Pablo: Yo igual hijo
Rita: Pero mi mamá lo cuidó bien
Pablo: Ya lo sé, muchas gracias Consuelo
Consuelo: No hay de qué, cuando necesites lo puedo cuidar
Santiago: Si, a mí me gusta venir aquí - sonrió tímido - y cocinamos panqueques para desayunar
Pablo: Que rico, ahora anda a juntar tus cosas que nos vamos - dijo y se quedó con Consuelo - Gracias por cuidarlo
Consuelo: No pasa nada, ayer Marizza me dijo que lo iba a llevar a lo de Mía pero ya que estaba acá no me hacía problema por cuidarlo
Pablo: ¿No lloró ni nada?
Consuelo: No, hoy despertó solito pero temprano y se pasó al cuarto de Rita. ¿Y Marizza?
Pablo: Fue a lo de mi mamá porque como se tiene que quedar hospitalizada tenía que llevar un par de cosas y dijeron que si yo iba a buscarlas olvidaría la mitad
Consuelo: Y bueno, tienen razón - rió - ¿Te acordás cuando viajamos a Brasil y olvidaste mi valija en casa?
Pablo: ¿Qué? Eso no pasó nunca - se defendió riendo
Consuelo: Puedo seguir recordando cosas
Pablo: No, puedo salir mal parado
Santiago: Ya estoy listo - llegó con su mochila
Pablo: Dale, despedite de tu hermana y de Consuelo
Santiago: Chau - abrazó a cada una
Pablo: Y gracias por todo
Santiago: Y gracias por todo

3 meses después

Las cosas en la vida de Marizza y Pablo estaban con altos y bajos, entre las hormonas del embarazo y la enfermedad de Mora se le sumaba la mudanza hacia una casa nueva.

El embarazo de Marizza no estaba siendo fácil y eso era algo que se sabía desde un comienzo sin embargo había llegado al séptimo mes esperando a Isabella.

Todo iba relativamente normal hasta que un día todo parecía cambiar.

Una mañana de agosto sonó el despertador muy temprano así que Marizza lo apagó y notó que Pablo ya se había levantado.

Marizza: Buen día mi amor
Pablo: Buen día mi vida, ¿Cómo dormiste?
Marizza: Pésimo, Isabella no dejó de moverse en toda la noche
Pablo: Pero seguí durmiendo, yo voy a dejar a Santiago al colegio
Marizza: Sí, me parece que es lo mejor - bostezó - Lo único malo de esta nueva casa es que Santi debe despertar muy temprano para ir a clases
Pablo: Sí, pero ya se va a acostumbrar o podemos cambiarlo al colegio que está 2 calles para arriba
Marizza: Por ahora no, han sido muchos cambios
Pablo: Se nos está haciendo mayor
Marizza: No puedo creer que Santi cumplirá 5 años, mi bebito
Pablo: ¿Hoy vas a comprar las cosas que faltan para su cumple?
Marizza: Si, más que nada la decoración. Igual voy a ir con Mía para que estés tranquilo, hoy Santi tiene fútbol así que tengo la tarde libre para ir
Pablo: No compres tantas cosas, aún faltan unos días
Marizza: Sí, tengo que ir al departamento a buscar unas cosas igual pero iré en la tarde
Pablo: Dale, me llamas cualquier cosa.

Así pasó media hora y mientras Marizza miraba su móvil llegó Santiago junto a Pablo para irse.

Santiago: Chau mami, te amo - le dejó un beso a Marizza y luego en la panza - nos vemos hermanita
Pablo: Nos vemos mis amores - besó a Marizza y también a la panza
Marizza: Los amo, Santi pórtate bien.

Luego de saludar a Marizza, Pablo y Santiago salieron mientras ella quedaba recostada ya que sentía una sensación extraña, como un mal presentimiento.

Ya en la tarde, luego de pasar la tarde junto Mía, Marizza fue hasta el departamento para dejar las cosas del cumpleaños y también buscar unas cosas.

Mía: ¿Te espero? - preguntó estacionando el auto fuera del edificio
Marizza: No, tenés que ir a buscar a Azul
Mía: ¿Segura?
Marizza: Si, voy a aprovechar de ordenar unas cosas porque tengo que esperar para ir a buscar a Santiago
Mía: Bueno, cualquier cosa me llamas
Marizza: Sí, nos vemos

Marizza bajó del auto con las cosas de Santiago y subió hasta su departamento. Una hora más tarde sintió que golpeaban la puerta y se encontró con Javier.

Javier: ¿Estás sola? - preguntó desde la puerta
Marizza: Sí
Javier: Perfecto, eso quería escuchar - dijo y entró a la fuerza cerrando la puerta de un portazo
Marizza: ¿Qué te pasa? - preguntó asustada
Javier: Me tenés loco, desde ese día que te vi en la plaza - dijo intentando besarla a la fuerza
Marizza: Voy a gritar
Javier: Nadie te va a escuchar - dijo forcejeando con ella hasta que Marizza tomó su panza
Marizza: Me duele
Javier: ¿Pensas que te creo?
Marizza: ¡AYUDA! - gritó con todas su fuerzas mientras sentía como iba perdiendo el conocimiento hasta caer al suelo.
Javier: Mierda, mierda, mierda - tomó su cabeza al ver esa escena, y salió de ahí dejando a Marizza sola y desmayada.

Por otro lado, un rato más tarde, Pablo estaba trabajando en su oficina cuando sonó su celular.

Pablo: ¿Hola?
Marcos: Pablo, ¿Estás ocupado?
Pablo: No, decime
Marcos: Pasa que estoy en el colegio, los nenes salieron hace 40 minutos de fútbol pero aún no viene nadie por Santiago
Pablo: ¿Qué? Marizza iba a ir por él
Marcos: La llamé pero no me atiende, está por llover, ¿Por qué no llamas al profesor y yo me llevo a Santiago?
Pablo: Si, voy a hacer eso. Gracias, voy a tratar de buscar a Marizza
Marcos: Dale, nos juntamos en lo de Manuel que está Luján ahí

Pablo cortó la llamada y luego de avisarle al profe comenzó a llamar a Marizza mientras la angustia se apoderaba de él.



Hasta acá el capítulo de hoy, prometo ahora sí que sí, tratar de actualizar más seguido.
Comenten qué les pareció el capítulo, ¿Qué pasará con Marizza? ¿O con la pequeña Isabella?
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