Me quieres

27.2K 3.4K 2.7K
                                    

Jennie fue la primera en entrar a casa, se encontraba realmente molesta por todo, por caminar por horas, por entrar a ese asqueroso burdel, por encontrar a Lisa besandose con esa vieja y sobre todo, por decirle novia.

¡¿como era posible eso?!

Lo que más le enoja es que Lisa no a dejado de hostigarla con eso desde que había vuelto de rescatar a la señora.

_¿soy tu novia? - Lisa ingresaba tras ella.

_No - comenzó a subir las escaleras, quería darse una ducha para quitarse la peste a sudor.

_Pero tú lo dijiste - la seguía.

_Yo no dije nada - llegaba a su habitacion.

_Sí lo dijiste, me llamaste novia, soy tu novia.

_No - se metió al baño.

_Sí - la siguió.

Jisoo entraba a con Rosé durmiendo en su espalda, aun estaba cansada por las horas que había caminado y Jisoo le ofreció cargarla para que duerma hasta que lleguen a casa.

Ahora le daba mucha pena despertarla pero, sin ofender...olía a perro mojado y necesitaba un baño.

_Cariño - la recostó en el sofá - despierta - la removió.

Rosé abrió los ojos con pereza.

_¿Ya llegamos?

_Sí - sonrió - ahora ve a ducharte, apestas - ordenó seriamente.

_Mira quien lo dice - ambas rieron - ahora voy - se acomodaba de lado y volvía a querer dormir - solo un rato más.

_No, debe ser ahora, vamos - halaba su brazo, comenzando a arrastrarla fuera del sofá.

_No quiero - se dejaba llevar.

_Vamos, luego puedes dormir - la arrastraba por el piso con cuidado.

_Está bien - Rosé suspiró, cuando una traviesa idea cruzó por su mente - Jisoo...

_Dime - miraba a sus espaldas para comenzar a subir las escaleras.

_¿No quisieras...bañarte conmigo? - Jisoo se detuvo y giró a observarla con sorpresa - es para ahorrar agua - rió nerviosa - ¿aceptas?

_Eh...- ¿Esa era su oportunidad? ¡Podría tener a sus cachorros! No podría desaprovecharlo - sí - sonrió ansiosa y la levantó rápidamente para ponerla sobre su hombro, comenzó a subir las escaleras corriendo y provocó la risa de Rosé, se veía muy emocionada.

Pasaron por la habitación de Jennie, donde la discusión seguía.

_¿Puedes salir? Necesito ducharme - Jennie esperaba con los brazos cruzados.

_Tú siempre estás cuando me baño, no me voy - se sentó sobre el lavamanos, decidida a no moverse de allí.

_¡No es lo mismo! No eres humana en ese entonces, eres un animal - Lisa la ignoró - ¡Ya, Lisa, necesito que te vayas, estoy apestando!

_Para mi hueles bien - olfateó.

_Claro, lo dice quien come ratas - viró los ojos - ¿no quieres moverte? Bien, para eso hay cortinas - se adentró a la bañera y la cerró, dejando curiosa a Lisa - no te acerques, ni se te ocurra.

_No estoy haciendo nada.

La rubia observó la silueta de Jennie por detrás de las cortinas, ella comenzaba a desvestirse y eso llamaba la curiosidad de Lisa.

Una Loba Como Mascota Donde viven las historias. Descúbrelo ahora