Durante la mañana la casa Manobal-Kim se encontraba en silencio, la mayoría se encontraba en la escuela y Jennie se encontraba en una reunión importante.
Lisa se estaba encargando de cuidar a Leo ese día, tenía a su pequeño paseando por el parque con su mochila correa para que tenga más libertad. En una mano tenía su lonchera, en su hombro derecho un gran bolso con juguetes dentro y en el izquierdo otro bolso con lo esencial para el aseo y cuidado de su hijo.
_Cariño - Lisa respondió el celular como pudo, Leo la hacía caminar torpemente por querer correr a atrapar una ardilla, ese instinto lo tenía toda la familia - sí, las maletas ya están hechas. ¿llegas mañana? - Lisa entristeció - está bien, suerte. Te voy a extrañar - escuchó a Jennie - ¡ya sé que solo es un día pero tengo complejo de perro! - Jennie río del otro lado - cariño...
_Dime.
_¿Puedo pedirte un favor? - habló por lo bajo - ¿me puedes...mandar una foto? Para no extrañarte mucho...- susurró.
Jennie sonrió pícara en la otra línea.
_¿una foto? Está bien, ¿me puedes decir...de qué parte quieres la foto? - Jennie se mordió el labio, sonrojada.
_De tí sonriendo - Lisa sonrió, era lo que realmente estaba pensando. Jennie se sorprendió por unos segundos pero luego río por tener esos pensamientos.
_¿De mí sonriendo?
_Sí, es que...me encanta verte sonreír, cuando lo haces tus ojos se vuelven más oscuros y tus mejillas más redondas. Es realmente...- suspiró - tan, tan, tan lindo.
_Está bien - Jennie no dejaba de sonreír por las palabras de su esposa - te las envío en unos minutos. Estaré llegando mañana en la mañana, los quiero ya listos para salir. Quiero terminar todo el trabajo para no tener pendientes y salir al viaje más tranquila, así que estaré toda la noche trabajando con mi grupo.
_Está bien, amor. Te amo.
_Te amo - Jennie hizo un sonoro beso y cortó la llamada.
_Que linda ¿verdad, Leo? - guardó su celular y levantó la mirada. Sus ojos se abrieron al ver que el pequeño estaba intentando meterse a la ardilla a la boca - ¡Leo! - le quitó la ardilla y la dejó en el suelo, la miró con desprecio por unos segundos y volvió su mirada a su hijo - cariño, no se come crudo, ya lo hemos hablado.
_Pero tengo hambre.
_Entonces regresemos a casa a comer porque la de tu lonchera ya me lo comí yo - rió por la mirada de reproche del pequeño.
Cuando iban llegando, vió al mayor de sus hijos despedirse de su novia a lo lejos. Notó su cabeza cabizbaja cuando se dirigió a casa y dió un largo suspiro antes de ingresar, tenía un semblante triste. ¿Qué había pasado?
Al ingresar a casa y soltar la correa de Leo, el pequeño corrió directo a la sala y prendió la tele. Lisa se acercó a la cocina y Pepito estaba sirviendo su comida.
_Hola, mamá - sonrió levemente al verla - siéntate, ahora te sirvo también.
Lisa asintió y se sentó en la mesa de la cocina, veía con detenimiento las expresiones de su hijo y notaba que estaba pensativo. El menor dejó la olla frente a ella y se sentó a su lado, comenzando a comer también de su olla.
_Tu mamá vendrá mañana en la mañana - avisó Lisa - ¿tus maletas están hechas?
_Sí.
_¿Sabes si las de tus hermanos también?
_Sí, ellos alistaron una semana antes por la emoción - ambos rieron - ya queremos ver a nuestros primos.
Lisa asintió. Estuvieron en silencio unos segundos hasta que Lisa se atrevió a preguntar.
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Una Loba Como Mascota
RandomLisa vivió mucho tiempo como loba sin la necesidad de convertirse en humana. Sin embargo, ahora le tocó salir al mundo exterior con el objetivo de encontrar a su pareja y salvar a su especie de la extinción. La misma misión la tiene su manada, Jiso...