El sol volvía a ocultarse, Rosé seguía conduciendo ahora que Jennie por fin dormía, por puesto, no se había separado de Lisa, yacía abrazada a ella como la rubia lo hacía desde un comienzo.
Rosé bostezaba del sueño, todos dormían profundamente, nadie se había dado cuenta de una pequeña patita que se estiraba para arrastrar el pedazo de pan que estaba en el suelo del auto.
Sus garras lo tomaron y lo llevó a él, sus mordidas se escuchaban apenas y su olor se había despistado por tener el pelaje lleno de grasa de motor, el gato se había quedado dormido dentro cuando Jennie encendió el auto, ahora mismo odiaba a esa humana.
Volvió a asomarse cuando su olfato lo guío a algo más, un trozo de diminuto hueso estaba tirado. El gato bufó con enfado, estúpidos lobos, hasta los huesos se comían.
Pasaron unos días dónde nadie se dió cuenta de su presencia, solo aparecía cuando todos dormían y observaba extrañado por la ventana el largo viaje del auto.
_¡Despierten! - gritaba Rosé, la comida estaba lista y nuevamente todos salían entre empujones.
Cada quien comía por su cuenta, las miradas entre Jisoo y Rosé eran algo incómodas, no habían logrado hablar como querían y el pasar de los días, habían puesto en duda si aún seguían en una relación.
Jisoo no quería causarle más problemas, no sabía nada de esa vida y le costaba entender, era mejor mantener lejos los problemas que volver a hacer enfadar a Rosé.
_Ahora vuelvo - avisó Lisa.
Se alejó algo lejos y se escondió detrás de unas rocas, necesitaba orinar. En eso iba cuando vió extrañada a un gato gordo oliendo el suelo y tapar sus propi orina.
Vió como se movía sigilosamente al auto y entraba de un salto por la ventana trasera que estaba rota. ¿Ese no era el molesto peludo que le había arañado la cara?
_Hey, Lisa - llamó Jennie desde el comedor improvisado, pero la rubia no le hizo caso, se dirigió de frente al auto y se encerró en él.
Todos brincaron del susto ante el maullido y gruñidos humanos dentro del coche, este se sacudía por la pelea que había dentro, nuevamente el gato estaba ganando y no soltaba su nariz, aunque tampoco había salido intacto, Lisa le había dado en las bolas sin querer, sabía que era un golpe bajo.
_¡¿Qué pasa?! - Rosé llegó corriendo, abrió la puerta y encontró al gato sobre Lisa, mordiendo su oreja y ella mordía su cola, ninguno se soltaba.
Ambos se quedaron en sus posiciones la verse atrapados en plena pelea.
_¡¿Qué hace ese gato aquí?! - Jennie se puso de pie.
_¿Quién es? - preguntó Tzuyu.
Rosé tomó al peludo amigo y este miró amenazante a Lisa, Jennie no tardó en llegar al lado de la rubia y observar cómo se encontraba, sus mejillas estaban rasguñadas y sus cabello alborotado.
_Mira cómo te dejó ese tonto - pronunció mientras la abrazaba, sus ceños se fruncieron al escuchar al gato bufar - tú cállate - regañó - ya no te creo nada - acariciaba la mejilla de su acompañante.
_¿Qué vamos a hacer con un gato? - Rosé la cargaba como si fuera un bebé, Jisoo también miraba amenazante al animal - no podemos ir con él y menos dejarlo aquí, si lo llevamos es más que seguro que se lo comen - el gato agrandó los ojos al escuchar aquello.
_Ya lo dijiste - Sana se acercó con una sonrisa, miraba sonriente al gato - lo llevamos, yo lo cuido - acarició sus mejillas - mira que lindo, awww.
_No tiene nada de lindo - murmuró Tzuyu, celosa.
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Una Loba Como Mascota
RandomLisa vivió mucho tiempo como loba sin la necesidad de convertirse en humana. Sin embargo, ahora le tocó salir al mundo exterior con el objetivo de encontrar a su pareja y salvar a su especie de la extinción. La misma misión la tiene su manada, Jiso...