Una Loba Como Mascota

Enamorada

Hace mucho que me di cuenta de un gran detalle y no he podido encontrar una solucion, si no tienen problema en que todos los países de esta historia hablen el mismo idioma, sigan :v

Bueno, no todos pero me entienden :v siento que ya lo arruiné pero mas da 😐

Sana ya no tenía problema en vestir como la mayoría de los de su edad, es más, le parecía muy lindo su sudadera de flores y sus pantalones entallados.

Había estado caminando frente a los hermanos mientras ellos la seguían a la par que conversaban.

_¿Cómo la conquistaste? - el rubio observaba a la joven chica, no parecía tener dudas de ir con ellos, parecía feliz.

_No lo sé, por lo que aprendí, aquí se conquista de diferente manera, así que no tengo ni la menor idea - su mirada no se apartaba de Sana - pero me alegra que haya sido así.

_¿Debo secuestrar a mi chico? - preguntó dudoso, podría ser esa su salvación.

_Creo que a él ya lo secuestraron, no le va a gustar que lo hagan otra vez - se puso a pensar - aunque podría ser.

_No - Sana se detuvo frente a ellos, mirando seriamente a Tzuyu - nada de secuestros, ya lo habíamos hablado.

_Sí, ya sé - Tzuyu viró los ojos - me diste una larga charla sobre eso, ya entendí - atrajó a su hermano por los hombros - pero miralo - apretó sus mejillas - se puede quedar solito. ¿no te da pena?

_Sueltame - Taehyung pedía con sus labios en forma de pez.

_Sueltalo - ordenó Sana y la mas alta obedeció en seguida - y no pueden andar por ahí secuestrando a personas como si nada - pronunció preocupada - podrían terminar en prisión - la religiosa pudo ver en sus pensamientos a ese par de hermanos llorando en la cárcel y suplicando perdón, que sus ojos se humedecieron de la nada.

_¿Está bien? - murmuró Tae mirándola dudoso, la monjita miraba a la nada - me está dando miedo.

_Creo que está hablando con su Dios - respondió en silencio, cuando Sana juntó sus manos y cerró los ojos, comenzando a rezar - sí, eso hace.

_¿Dios? - preguntó el rubio.

_Nuestro padre - Tzuyu respondió con simpleza.

_¿mi papá que tiene que ver aquí?

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_Ya llegamos - Jennie abría la puerta e ingresaba junto a Lisa, había tardado mas de lo normal por el comportamiento tan desesperante que tenían sus compañeras hacia la rubia, para la proxima vez no la llevaría - ¿Rosé? - llegaba a la sala, no le habían contestado.

_Tengo sueño - Lisa se recostaba en el sofá.

_Fue un largo día - buscaba con la mirada pero pareciera que no habia nadie en casa - ¿a donde habrán ido? - se sentó en el sofá contrario y enseguida Lisa abandonó el otro, recostando su cabeza sobre sus piernas, ya era algo normal para Jennie.

_¿me das cariño? - la rubia pedía con los ojos cerrados y una ligera sonrisa en sus labios, Jennie no pudo resistirse a esa carita.

La castaña acarició su cabello con delicadeza y observó como Lisa comenzaba a dormirse en pocos minutos.

Observó sus facciones al detalle, su piel tan perfecta, sus labios carnosos y rosas, y ese rostro tan angelical, sin duda era una chica demasiado hermosa.