4 | Cercanía peligrosa

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I. Impulsos bajo control.

     — Tendremos que esperar a que regrese la luz para bajar — comentó el rubio, sentándose tranquilamente en su sitio, mirando hacia las luces que se observaban a la distancia —. Estas cabinas están diseñadas para reprimir en gran medida los koseis ofensivos por un tema de seguridad, así que no podremos salir a nuestro antojo, no puedo usar mis explosiones para abrir una salida.

     Literalmente no estaba segregando casi nada de nitroglicerina de sus palmas, y la que producía desaparecía al poco tiempo, por no mencionar que no sería suficiente como para salir de la cabina y bajar.

     — Oh... Bueno... Supongo que no hay de otra entonces, ¿Quieres hacer algo? — preguntó Uraraka, mirando la silueta del chico que estaba al otro lado —. ¿No tienes historias interesantes? ¡Deku dijo que cuando eran pequeños los dos jugaban a ser héroes, me encantaría escuchar esas historias desde tu punto de vista! ¡Dijo que tú te veías fantástico haciendo el papel de héroe!

     — ¿Puedes usar tu Kosei? — cuestionó él, sacando su teléfono —. Quítale la gravedad a esto, así tendremos luz y no será tan incómodo hablar.

     — Oh, a ver.

     Él encendió la linterna y lanzó el teléfono a la chica. A los pocos segundos, el dispositivo comenzó a flotar en el aire y tras un rato chocó con el techo, quedándose en la posición perfecta como para iluminar bien el lugar. Desde no se veía mucho, para todos los que aún estaban en el parque solo era posible ver una débil luz brillando en medio de la noche, similar a una estrella que comienza a desvanecerse.

     — ¿Y bien? ¿Contarás alguna historia? — cuestionó la chica, sonriendo.

     — No.

     — ¡Oh vamos, no seas así Bakugo! — protestó ella, parándose de su sitio y mirándolo mientras inflaba las mejillas —. Sé que no nos llevamos bien ni mucho menos, pero ahora mismo estamos encerrados juntos y no me gustaría que las cosas se pusieran feas o molestas, así que mínimo deberías intentar tolerarme o darme un trato mejor.

     — Eres una molestia, cara redonda, que seas la novia del inútil no cambia las cosas entre nosotros — declaró él con su tono de voz usual, metiendo las manos a los bolsillos —. Pero está bien, si quieres puedo contarte una historia sobre esos días en los que Deku me seguía y trataba de alcanzarme, pero no esperes saber más de lo que ya deberías saber.

     A ella le pareció suficiente con eso, por lo que solo asintió y tras unos cuantos segundos, se sentó frente a él, provocando que las mejillas de ambos se sonrojaran levemente por aquella extraña cercanía. Casi nunca habían tenido ese tipo de interacción entre ellos y las pocas veces que se hablaban era solo por temas de la escuela o cosas por el estilo, como podría ser durante una celebración o el mismo baile de hace un tiempo. Hablarse de frente, en una situación como esa en la que estaban solos en medio de la noche, era cuanto menos extrañamente relajante y confuso.

     — Él y yo no estábamos solos en ese tiempo, siempre estábamos acompañados por más amigos, y todos compartíamos el mismo fanatismo por All Might y su carrera como héroe profesional — comenzó hablando —. En algún momento de ese fanatismo de infantes a los dos se nos generó la misma idea: volvernos héroes a la altura de All Might o incluso mejores, y la primera parte de ese sueño debía llegar más o menos a los cuatro años, momento en el que a la mayoría se nos manifiesta nuestro kosei — hizo una pausa y suspiró mirando hacia el cristal, humedeciéndolo un poco —. Hasta ese entonces Deku y yo éramos inseparables, éramos como hermanos y compartíamos el mismo sueño, ¿Qué más se podía pedir? En ese entonces todo iba de maravillas, hasta que yo desarrollé mi Kosei de explosión y él no manifestó ninguno durante toda su infancia.

Fell as love - Uraraka x Bakugo [Mari & Eiji]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora