Fell as love - Uraraka x Bakugo [Mari & Eiji]

1 | Sentimientos

    • Uraraka pov's •

I. Impulsos bajo control.

     Para entenderlo todo debemos retroceder un poco en el tiempo, concretamente al inicio del tercer año en UA, en donde la situación ya se había estabilizado un poco y la Liga de Villanos y todos los grupos relacionados con Tomura habían sido completamente desarmados.

     Por aquel entonces a mí solo me preocupaba una cosa: Deku. Tras el último enfrentamiento con Shigaraki Tomura, él terminó en un estado bastante grave, ni siquiera la misma Recovery Girl tenía esperanzas de que el chico sobreviviría, pero gracias a los esfuerzos inhumanos de los mejores doctores del país, el consiguió recuperase por completo.

     Con la noticia en mente y con una enorme sonrisa en el rostro partí hacia la academia, tomando como el tren de siempre. Debo admitir que, principalmente porque despierto algo tarde, suelo quedar atrapada entre la multitud de personas en una de las puertas de salida, aunque eso en parte me ayuda a llegar relativamente pronto.

     La mañana del primer día fue, en cierto modo, incómoda o extraña, porque quedé atrapada en la puerta y el chico que estaba frente a mí, y por consecuente el que me tenía acorralada, era el mismo que en primer año me había eliminado de la competencia del Festival Deportivo con sus explosiones y al mismo que de vez en cuando odiaba por tratar de forma agresiva a Deku: Katsuki Bakugo, o Kacchan.

     "¿Qué está haciendo aquí?", me pregunté, mirando sus ojos rojizos.

     Era una interesante pregunta, porque normalmente no lo veo en este tren. De hecho, no lo veo hasta que ingreso al salón de clases y solamente es porque, al momento de entrar, le doy un breve vistazo al asiento de Deku y por simple coincidencia termino viendo su cabello rubio.

     Noté entonces que tenía puesto sus audífonos, así que intentar hablarle sería estúpido. No es que tenga ganas de socializar con él, pero a fin de cuentas, es un compañero de clases y creo que tras estos tres años de estudio lo mínimo que se merece es un saludo cordial a primera hora de la mañana.

     — Buenos días Bakugo — dije, sonriéndole.

     Y como era de esperarse, él me ignoró por completo.

     Los minutos pasaban y yo simplemente me quedé quieta, tratando de oír la música que escuchaba. Si bien la melodía era algo brusca o más enérgica de lo que suelo escuchar, debo admitir que tiene un buen gusto, o vamos, que me dieron ganas de preguntarle por el nombre del artista o grupo para llegar buscando algunos de sus temas. Digamos que ya estoy algo cansada de la música relajante que escucha Tsuyu o de los clásicos que recomienda Momo, los cuales no son demasiado de mi agrado.

     Creo que si le pidiera recomendaciones de música a Deku se pondría a murmurar como siempre y el resultado más posible de eso serían canciones de superhéroes relacionadas con All Might. No me sorprendería de él.

     Finalmente tras unos diez minutos, llegamos a la estación y salí del tren, siendo seguida de cerca por el rubio, que aparentemente ni se había dado cuenta de mi presencia. No sé porqué, pero el mero hecho de que, a pesar de que íbamos caminando prácticamente juntos, ni siquiera se atrevía a mirarme.

     ¿Será que le caigo mal?

     Subiendo la cuesta de la preparatoria tomé aire y me adelanté un poco, no demasiado, y me crucé en su camino.

     — Quítate de en medio, cara redonda — soltó, quitándose uno de los audífonos —. No estoy de ánimos como para estar lidiando contigo.

     — ¿Pasó algo? — pregunté, sin quitarme del camino —. Sé que no soy tu amiga ni mucho menos, pero puedes contar conmigo si quieres hablar.