29 | Entender un corazón

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     • Bakugo pov's •

VI. Festival deportivo de U.A.

     La segunda ronda del festival acabó más rápido de lo que yo pensaba, y honestamente no hay mucho que destacar de ella.

     De los cuarenta participantes pasamos los dieciséis que debíamos pasar, incluyendo a Deku y Todoroki. Del resto no hay demasiado que destacar, pues la gran mayoría de los finalistas son de la Clase A y alguno que otro de la Clase B. Lastimosamente, Uraraka no consiguió pasar la ronda, pero a ella no pareció afectarle, pues en su rostro y en su forma de hablar no había ni una pizca de decepción; más tarde descubriría que esto fue causado por mi madre, a quien conoció durante la primera ronda.

     Durante la hora libre que se nos dió para el almuerzo, antes de la final, mi novia me "secuestró" y acabé almorzando con ella en el bosque que rodeaba la academia, disfrutando de una pesada lista de reproducción. Admito que este sitio es cuanto menos agradable, y la presencia de la chica de cabello castaño y mejillas redonditas solamente mejora mi felicidad. Quizás me estoy relajando más de la cuenta, pero es todo lo que puedo hacer antes de volver. Ya estoy preparado mentalmente para enfrentarme a quien sea y para llegar a la final, aplastar a Deku y dejar en claro quien es el mejor de los dos, y aún así, me siento un poco nervioso.

     En mi rostro estoy seguro de que, en este preciso instante, no hay ni un ápice de inseguridad, pues se controlarme bastante bien. No es que esté asustado, para nada, es solo que me emociona pensar en lo que significará ganar frente a tantas personas, ante los "héroes" profesionales de Japón, y así poder salir de mi último año de U.A. con la frente en alto, orgulloso de haber sido el mejor de la academia en los dos festivales que participé.

     Sé perfectamente que no hay inseguridad en mi cuerpo, sino que todo está en mi mente. Aún así, Ochako se sentó en mis piernas, me tomó el rostro y me clavó suavemente las uñas en las mejillas, apoyando su frente en la mía.

     — Vamos, Katsuki, no hay necesidad de estar nervioso — dijo, sonando alegre —. Tienes el talento suficiente para ser uno de los grandes héroes del país y del mundo entero, así que no te preocupes, que independiente de si ganas o no, te convertirás en un gran héroe para todos y para mí.

     Nuestras miradas se cruzaron en silencio por un minuto, hasta que finalmente solté una suave risa y ella me miró con cierta confusión.

     — ¿Q-Qué?

     — Me desestabilizas, Ochako, me desestabilizas por completo — dije, cerrando los ojos.

     — ¿Cómo?

     — Pensé que nadie se daría cuenta de los nervios que tengo por dentro ahora mismo, pero al parecer tu puedes ver más allá de mí — declaré, mirándola —. ¿Cómo lo haces?

     Solamente recibí un beso como respuesta, seguido de una tierna sonrisa y un abrazo cariñoso.

     — ¿No escuchas tus latidos? — preguntó —. ¿No te diste cuenta de lo perdida que estaba tu mirada y de lo mucho que te estaba temblando la mano?

     — ¿En serio?

     — No eres indestructible, Katsuki, por muy fuerte que quieras hacerte sigues siendo un humano, alguien que por muy fuerte que sea por fuera, todavía es frágil por dentro, pero eso está bien — la miré —. No te preocupes por lo que pueda pasar, ya no tienes nada que demostrar.

     — Tengo que superar al idiota, debo ser el número uno.

     — ¿Y no lo eres ya? — sonrió.

     — ¿Uh?

     Nuevamente me dió un beso, solo que este duró más tiempo y pude sentir con mucha claridad lo que ella me quería transmitir. No sé si era la forma en que me consumía, o quizá el como me tenía abrazado, o la situación en la que estábamos, pero de algún modo, ella transmitió todas sus emociones a mi cuerpo, mente y corazón, arrancándome una boba sonrisa en cuanto nuetros labios se separaron.

     — Para mí ya eres el número uno. Bakugo Katsuki, eres mi héroe número uno y nadie podrá quitarte ese puesto — dijo, feliz —. Un héroe no se mide por la clasificación en un papel, sino por sus acciones, lo que demuestra y su corazón, y tú me has demostrado que no hay nadie más que tenga esos atributos tan definidos. Acciones seguras, al punto en que nunca dudas de tus decisiones. Demuetras constantemente que tienes las habilidades de un profesional, e incluso superas a la gran mayoría. Y sobre todo, tienes un corazón enorme, y aunque pueda ser cruel a ratos, es noble y amable.

     Oculté mi cara en su pecho y ella simplemente rió.

     — ¿Te avergüenza que hable así de ti?

     No respondí, pero estoy seguro de que mis orejas y mi cara están rojas; lo puedo sentir claramente.

     — Realmente eres la única persona que puede desestabilizarme... — susurré.

     — Soy la única que puede entender tu corazón, Bakatsuki — declaró con orgullo, mientras forzaba más el abrazo y me hundía más en su pecho —. Cuando acabe esto podemos ir a pasear un rato, ¿Te apetece?

     — Mientras esté contigo no me importa nada más — sonreí.

     — Owww, ¿Quién es un lindo bebé? — comenzó a hacerme cariño en el pelo a gusto.

     — ¡No soy un bebé, cara redonda! — exclamé.

     — Sí, sí — me sacó la lengua.

     — ¡Te voy a-

     — ¿Hmmm? — sonrió con ternura.

     Cualquiera que fuera el insulto o amenaza — en broma, claro — que le iba a soltar, desapareció completamente de mi mente. Definitivamente no puedo con ella cuando se pone así, es simplemente dañino para mi corazón y para mi paciencia.

     Que ella pueda ver tan bien a través de mí puede ser peligroso, pero si es así, estoy dispuesto a aceptar el riesgo.

     Ella lo vale.

— Mari & Eiji.

Fell as love - Uraraka x Bakugo [Mari & Eiji]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora