28 | Coincidencias

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VI. Festival deportivo de U.A.

     Tras salir del túnel, Midoriya tomó rápidamente el liderazgo de la carrera y se adelantó unos cuantos metros de Bakugo, que le seguía de cerca usando sus explosiones para impulsarse por el aire, sin ser consciente de que al mismo tiempo estaba cegando la visión del resto de contrincantes debido a la estela de humo que dejaba.

     Por otro lado, los cursos ya habían iniciado una competencia enérgica entre ellos para atrasar al resto y demostrar sus habilidades. A Todoroki no le sorprendió ver que todo el curso de héroes A esquivó a la perfección la fina capa de hielo que buscaba frenar el avance de todos. De algún modo, presentía y sabía de sobra que el mismo truco no le iba a servir dos veces, y mucho menos teniendo en cuenta lo que había ocurrido el último año y la enorme mejora que conllevó aquello.

     "La señal proviene de la izquierda, ¿Será en ese edificio?", pensó Bakugo, mirando de reojo el reloj y avanzando sin miedo hacia la la estructura.

     En cuanto llegó, lo primero que hizo fue recuperar el aire que había perdido sacándole algunos segundos de ventaja a su principal contrincante, y acto seguido, avanzó a paso medio por la zona, asegurándose de evitar las partes que podrían derrumbarse.

     Llegó entonces hasta una pequeña fuente en medio del edificio en ruinas, y tras mirar un poco, encontró a su objetivo, observando la construcción y prácticamente analizándola, mientras se comía un onigiri.

     — ¿S-Señora Uraraka? — preguntó, señalando a la mujer, sin creerse lo que estaba pasando.

     Era idéntica a su novia, así que no podía ser otra persona más que la madre de Ochako.

     — ¿Oh? — ella sonrió y se acercó, no sin antes terminar lo que estaba comiendo; él asintió con algo de nervios, ya que era la primera vez que hablaban —. ¿Entonces tú eres quien me tiene que sacar de aquí?

     — E-Eso parece, me llamo Bakugo, Bakugo Katsuki.

     Ella le hizo una señal para que pusiera el oído.

     — Escucha con atención. Están evaluando también tus habilidades de rescate en esta parte, así que intenta mantenerte bajo control y seguir los protocolos que has aprendido — le susurró; él asintió —. Bien, ¿Y ahora qué, jovencito Bakugo?

     — De primeras, ¿Tiene alguna clase de herida? — preguntó, mirando a su vez el entorno para preveer algún accidente.

     — ¡Me torcí el tobillo! — respondió ella, casi brillando y con cierto aire de torpeza.

     "Actuar aquí se siente... ¡Genial!", pensó, sonriendo como lo hacía su hija.

     "Ya veo de dónde sacó esa forma de ser".

     — Entiendo, en tal caso debo sacarla de aquí para que la atienda personal médico — el rubio señaló entonces la salida del edificio —. Si la llevo por ahí, entonces podremos salir al exterior y asegurar su vida. Este lugar no parece que vaya a resistir mucho más tiempo.

     El resto de héroes lentamente comenzaba a llegar a la zona, e incluso Deku estaba teniendo ciertos problemas con su civil, pues era uno de los examinadores del evento de primer año y cada detalle le estaba descontando puntos; a eso había que sumarle el hecho de que el chico entró a toda velocidad al edificio y casi lo derrumba de la emoción.

     Por su lado, Uraraka estaba conociendo a su suegra, Mitsuki Bakugo, por primera vez en su vida. Más tarde ambos hablarían de lo curioso que era el destino, pues, tras consultar con un profesor, descubrieron que los civiles habían sido designados al azar y sin ningún tipo de criterio específico.

     El frenético festival se había vuelto una prueba individual de paciencia y tolerancia, pues cada civil tenía sus propios problemas. Tales eran los casos que Iida era incapaz de llevar al suyo usando su kosei, pues éste se mareaba con facilidad. O el caso de Ashido, quien fue la más perjudicada de esa ronda, ya que la chica en cuestión tenía cierto repudio hacia el color rosa y se negó a moverse por las buenas.

     Cada participante estaba teniendo problemas con su civil, y aún estando relativamente lejos, podían escuchar las risas y gritos provenientes del estadio ante cualquier situación que surgiera. Kirishima llorando de emoción por lo hombre que había demostrado ser su civil en cuestión, Kaminari haciéndose el tonto para caer en gracia, Koda intentando lidiar con su timidez, Momo avergonzada y algo asustada de las miradas de la chica que le había tocado, Uraraka intentando soportar la actitud de la madre de su novio y Deku siendo sermoneado y juzgado a cada paso que daba por el examinador, que no estaba teniendo ni un ápice de piedad con quien aspiraba a ser el mayor héroe de la historia.

     Y para la sorpresa de muchos, él mismo incluido, Bakugo era el que mejor estaba llevando la situación. La madre de su novia estaba cooperando bastante, manteniéndose en su papel de civil herida y contando diveras anécdotas para hacer más ameno el largo trayecto que les quedaba, repleto de obstáculos que superaron de a poco y juntos, hasta que llegaron al último tramo y ya el chico dejó a la civil en el sitio respectivo, siendo seguido de cerca por un Deku muerto mentalmente por tantas críticas.

     — ¡Bakugo, gracias! — exclamó la mujer, mientras veía al joven alejarse; él la miró por un segundo y le sonrió —. Vaya chico. Cortés, paciente conmigo y hasta me trataba como si fuera su madre.

     — ¿B-Bakugo? — preguntó uno de los examinadores, atónito ante las palabras de la señora.

     — Sep, me agradó bastante — sonrió —. ¡Bien! Ochako tiene que buscarse a alguien así.

     Deku terminó de morir con ese comentario, y en cuanto dejó al civil en cuestión, avanzó a trote limpio, sin usar su kosei hasta bien entrada la línea de meta, quedando en segundo lugar y siendo seguido de cerca por el resto del curso, que a duras penas había llegado, con un enorme dolor de cabeza.

     Se clasificaban así los cuarenta primeros lugares a la segunda ronda, y el resto se iba a las graderías, con un enorme cansancio mental y físico; maldecían algunos que justamente les había tocado sus madres y estás no habían permitido casi ningún error.

     Bakugo sonrió satisfecho por el momento. Si bien se esperaba algo más frenético y en donde pudiera demostrar el poder de sus explosiones y el cambio que había realizado en sí mismo (cosa que hizo, pero sin destacar demasiado por el contexto de la prueba), se sentía satisfecho al saber que al menos había hecho un buen papel y su nombre estaba en primer lugar.

     Y aunque no lo sabía, la madre de su novia ya lo tenía en coronado en el primer puesto de "Chicos con los que Ochako debería casarse".

— Mari & Eiji.

— Mari & Eiji

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Fell as love - Uraraka x Bakugo [Mari & Eiji]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora