Fell as love - Uraraka x Bakugo [Mari & Eiji]

9 | Preparativos I

III. Estudios en profundidad.

     En la tarde del día viernes, cuando las clases finalizaron, todo el curso 3A acordó juntarse a las afueras del aeropuerto, en secreto, para despedir a Deku y a Todoroki. A base de insistencia, y en gran medida por la recomendado de recomendación de su padre, el chico de cabello rojo y blanco terminó aceptando la invitación a Estados Unidos de Midoriya, que no hizo más que alegrarse y comenzar a formar estrategias para trabajar juntos como héroes novatos.

     "Finalmente la amistad que tenemos está dando sus frutos, ¡Acabaremos con esos tipos y nos convertiremos en héroes!", pensó el peliverde esa tarde.

     Y a pesar de que la hora de la reunión había sido fijada claramente por Iida, que era el más responsable y organizado, Bakugo y Uraraka ya estaban en el lugar, faltando aún casi media hora para el encuentro.

     No había interacción entre ellos, solo estaban parados en el mismo pilar, siendo el rubio quien estaba parado, con la espalda apoyada en la estructura, y la castaña sentada, mirando a través del reflejo de la pantalla las expresiones del chico, aunque este también a ratos le echaba una mirada a la joven. Desde la posición en la que estaba podía ver fácilmente dentro de su escote, y aunque no pudiera ver demasiado por la falta de luz que había a esa hora, le era suficiente con imaginar y ver ese sujetador rosa.

     "Creo que el inútil de Mineta me ha pegado manías extrañas...", pensó Bakugo, apartando la mirada algo sonrojado y avergonzado de su comportamiento.

     — ¿D-Dijiste que me ibas a ayudar a estudiar para los exámenes? — preguntó ella, mirándolo por el reflejo del móvil.

     Él asintió.

     — Me he fijado que tus notas podrían ser mejores si te lo propones, el conocimiento lo tienes, solo que eres excesivamente torpe y no sabes aplicarlo — declaró él tranquilamente, caminando unos pasos hacia adelante; luego la miró —. ¿Cuándo tienes libre?

     — U-Ummm... No suelo hacer mucho en los fines de semana salvo que las chicas me llamen para salir, así que diría que mañana y el domingo los tengo disponibles — respondió ella, esbozando una inocente sonrisa, olvidándose de las ideas que había tenido hace unos segundos —. ¿Te parece bien si nos juntamos en la estación? Ya de ahí veremos a dónde vamos.

     — ¿Puedes en la tarde?

     — ¿Ah?

     — Quedé de estudiar con Kirishima y con Kaminari a mediodía, si nos juntamos los cuatro seguramente sería raro para ellos y estarían más pendientes de nosotros que de los estudios — explicó, sentándose al lado de la chica; ambos se sonrojaron un poco —. Bueno... D-Dame tu número y te avisaré por ahí.

     Ella soltó una suave risita y tras morderse un poco los labios, desbloqueó el dispositivo y le enseñó su información de contacto al joven, que no tardó demasiado en anotarla en el suyo.

     Uraraka debía de ser honesta: Llevaba tiempo esperando a que él le pidiera el número. A veces Deku se dormía temprano y ella tenía ganas de seguir hablando con alguien. Si, podría hacerlo con sus amigas, y de hecho, es lo que solía hacer, pero hablar con Bakugo hasta dormir sería cuánto menos curioso. ¿Le afectaría en algo escuchar su voz antes de comenzar a soñar? ¿Empeorarían esos sueños extraños y húmedos? En el fondo ella deseaba que sí.

     Deku podía satisfacerla en todo lo que se refería a romance, pero por más que lo hiciera, ella no quedaba del todo conforme al tocarse pensando en su novio. En parte se hacía una idea del porqué ocurría esto, y es que, a fin de cuentas, con él no había tenido tanta cercanía sexual como lo había tenido con Bakugo en el último tiempo. Había besado a su novio con pasión y dulzura, pero también había besado al rubio con esas intenciones, con lujuria y con deseos.