Fell as love - Uraraka x Bakugo [Mari & Eiji]

5 | Inconvenientes

     • Uraraka pov's •

II. Explosiones y gravedad.

     En cuanto Deku se despidió de mí, en la entrada del departamento que comparto con mis padres, entré y cerré la puerta, dejando que mi espalda se deslizara lentamente por la madera hasta que finalmente caí al suelo sentada, abrazando mis piernas con la cara completamente roja.

     — ¡¿Q-Q-Qué diablos f-fue eso?! — pregunté sin dejar salir mi voz, intentando mantenerme bajo control para no empezar a flotar —. ¡T-Tienes novio estúpida, tienes a Deku!

     Desde que nos despedimos de los demás en el parque, por mi mente no dejaba de pasar la misma imagen una y otra vez: yo acorralada en esa cabina entre los brazos de Bakugo y dispuesta a besarlo sin pudor ni arrepentimiento alguno. ¿Realmente me atreví a abrir la boca para que me besara con lengua? ¡Es que debo de estar completamente desquiciada! ¡No puedo hacer eso, y mucho menos sabiendo que estoy metida en una relación con el chico que me gusta hace poco más de dos años!

     No sé cuánto tiempo estuve sentada en el mismo sitio, pero mamá me despertó y, cariñosamente, me llevó hasta mi habitación. Estando ya un poco más "calmada" que antes y ya encontrándome sola en mi cuarto, comencé a desvestirme lentamente mientras que cada roce con mi piel me hacía estremecer de pies a cabeza y, aunque yo no quisiera, la imagen de Bakugo se formaba detrás de mí, haciéndome pensar que era él quien me tocaba.

     Por mera curiosidad, subí un dedo hasta mis labios y con la otra mano agarré uno de mis pechos, comenzando a estimular dichas partes con lentitud mirándome al espejo y sintiendo como el piso desaparecía a mis pies, mientras que mi subconsciente generaba la imagen del rubio a mis espaldas. Aquella sensación me comenzó a desquiciar y no pasó mucho hasta que, avergonzada, lancé la última prenda de ropa hacia un costado y me puse rápidamente la camiseta y el short que usaba como pijama, para acabar lanzándome a la cama con el teléfono en las manos.

     — ¡Estúpida, tonta, idiota, degenerada, pervertida, infiel, mala! — grité, mordiendo la almohada —. ¡No pienses más en eso! ¡Deku es tu novio y eso es todo lo que importa!

     El dispositivo vibró un poco y miré la pantalla, encontrándome con un mensaje del peliverde emocional y lindo que tengo por pareja, Deku, el cual decía que me quería mucho y que ya estaba en su casa.

     "Buenas noches Deku", escribí, con una leve sonrisa en el rostro.

     Ni bien habían pasado cinco segundos desde que apagué la pantalla y él ya había respondido. Es una de las cosas que me gustan de él, que no se demora nada en ver, leer y responder a los mensajes que envío. Es sumamente atento y en la cita de hoy pude comprobarlo de primera mano, sobre todo cuando empezó a oscurecer e intentó ofrecerme su chaqueta para que no me diera frío, lo cual no era necesario porque yo ya estaba lo suficientemente abrigada.

     La cita en el parque.

     La cabina.

     Bakugo.

     El casi beso que le doy.

     Lo excitada que me puso esa situación.

     — ¡AHHH, YA BASTA, SAL DE MI MENTE! — grité a todo pulmón y con la cara completamente roja —. ¡ESTÚPIDO!

(...)

     El lunes en la mañana comenzó de una forma horrible.

     Para empezar, el despertador se terminó de averiar y aparentemente desactivé las alarmas de mi teléfono, y teniendo en cuenta que no estaba durmiendo bien, me levanté sumamente tarde y apenas si alcancé a llegar a tiempo para tomar el último tren hacia la academia, aunque claro, este iba repleto de personas y al igual que en la primera semana del tercer año, quedé atrapada en la puerta de salida.