Capítulo 4.- INOCENCIA

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Este capitulo contendra lemon es la primera vez que escribo uno referente a nuestros protagonistas espero y lo disfruten, ademas como les comentaba en esta historia habra dos parejas inesperadas que espero y les agraden tanto como a mi. Espero y difruten la historia :) 


-   Jaken, ve a investigar que están haciendo. – la voz impasible del yokai hizo que el hombrecillo se levantara de un salto, para ver cómo se encontraban las adolescentes.

Jaken fue inmediatamente a acatar la orden de su amo, sabía que cuando lo mandaba a cuidar a las amas bonitas junto con la escandalosa de Moroha era para estar a solas con sus recuerdos sobre Rin. Cuando percibió que Jaken había salido del árbol de las Edades el yokai blanco volvía a sumergirse en sus memorias, las cuales siempre estaban al rojo vivo como si tuviera a Rin a su disposición. Su boda con Rin ante sus ojos fue como un festival, pero al ver la sonrisa de ella conviviendo con los inútiles amigos de Inuyasha.

- "Sesshomaru-sama, aquí están los kimonos que me encomendó para las escandalosas y para Rin. – Jaken les entrego a cada una de las mujeres su kimono correspondiente a Kagome fue uno rojo sangre con bordados dorados y en cambio el de Sango era uno morado con detalles plateados. – Ten mocosa tanto alboroto cuando solamente el amo Sesshomaru tendría que haberte...

Justo antes de que Jaken terminara la oración dos piedras fueron lanzadas a la cabeza del hombre una correspondiente al yokai blanco y el hanyo, ya que ellos conocían perfectamente la forma de "matrimonio" de sus costumbres. Desconcertando a la castaña que simplemente tomo el hermoso kimono blanco con bordados dorados en forma de mariposas hipnotizada por la belleza del mismo toco delicadamente y soñadora imaginando que pronto la usaría en su boda, pero la cercanía del yokai hizo que viera como Sesshomaru- sama le colocaba un collar con un dije en forma de media luna del mismo color que su marca en la frente.

- Rin creo que es momento de que ya te preparemos para la ceremonia. – Kaede tomo suavemente a la joven del brazo siendo arrastrada por las demás mujeres en prepararse para dicho acontecimiento."

- No entiendo el afán de mantener vivas a esas mocosas. – viendo a través de los sueños de Moroha y Towa, ver esta última era como si le hirviera la sangre era tan parecida a esa mujer que sin darse cuenta impregno un sentimiento que su hermano hace muchos años no volvía a experimentar y era la atracción.

Entonces visualizo como Setsuna se mantenía al tanto de la situación velando los sueños de las otras dos, en cambio ella era de cierta forma una extraña combinación de sus progenitores, sonrió ya sabía por dónde empezar su juego.

- Por lo que veo, tú también eres alguien de suma importancia en los planes de mi hermano, mocosa. – recordó el incidente del incendio que provoco la separación de las gemelas. – Solo debo de mover unos hilos para que permanezcas donde deseo y eso será cerca del imbécil de mi hermano.

Mientras tanto Towa se encontraba sumergida en el mundo de los sueños o más bien pesadillas, en ella se veía perdida en el bosque buscando a sus amigas, pero entonces el susurro de una voz de mujer como si de una serpiente se trataba decía: "Deberías de tener cuidado de quien confías, hija de Sesshomaru. El dolor de ambos yokais blancos no será nada a comparación de este desenlace. Sin entender de las palabras dichas todo se volvió oscuro para después mostrarse un campo de batalla, donde veía pelear a un hombre con una vestimenta parecida a Moroha, su cabello también era blanco y tenía la mirada ambarina; a su lado se encontraba el monje Miroku, una mujer montada con Kirara, además de una mujer de cabello azabache y con una vestimenta igual que Kaede. Abrió ampliamente sus ojos al ver que del otro lado se encontraba un casi moribundo Kirinmaru protegiendo a una inconsciente Setsuna, mientras que Jaken velaba por la seguridad de Moroha y Sesshomaru...ese yokai tan imponente que con su sola presencia muchos se asustaban ante él estaba abrazando con fuerza un cuerpo de una mujer.

Mi dulce momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora