"Nuestra creación es un misterio desde el exterior del planeta Tierra, pero se decía que varias constelaciones se juntaron para formar lo que ahora conocemos como hogar. Que nuestra creación se deriva de una explosión de cometas los cuales contenían un poder místico y poderoso, tal fue su poder que formo el nacimiento de un astro para la equidad de las demás constelaciones donde las primeras reencarnaciones se encargarían de destruir aquellos cometas que no lograron formarse en nuestra galaxia a través de distintas deidades junto con la ubicación de los puntos cardenales han asociado nuestro destino de creación, desarrollo, destrucción y por último fertilidad. Esa deidad fue llamada Akuru un ser iluminado con forma de un pequeño jugando alegre junto con su reguilete el cual manejaba al molinete del destino con el tiempo, secuencia y orden correcto, pero cuando los seres son egoístas por sus deseos llegara el momento en que esa deidad detenga el tiempo y cuando transcurra su giro normal se tendrá que sacrificar algo con igual valor incluso superar, por eso existe Aciago aquel cometa que resguarda las atrocidades de los deseos egoísta de demonios y humanos, donde solamente los designados de la Luna y el viento serán capaces de destruirlo. Cuando ambos clanes trabajen en equipo sin odio o rencor en su corazón Aciago desaparecerá y junto con ellos Akuru seguirá cuidando del tiempo, además de los descendientes de dichos clanes".
Todo esto lo había leído cuidadosamente Zero, tocando suavemente las paginas de aquel libro, porque se imagino un fututo donde ella e InuTaisho vivirían juntos por toda la eternidad y así el cometa Aciago desaparecería por completo, resguardando esos demonios que guardaba consigo teniendo una paz infinita no solo los yokais, sino que también los humanos y hanyos. Suspiro derrotada.
- Aunque no sean santos de mi devoción es cierto lo que dijo mi señor Taisho para que existamos debe de haber un equilibrio entre razas. – su mirada se torno triste al recordar como el yokai peliblanco se encontraba de "unión con una humana". – Pero su vida será corta en cambio nosotros como yokais somos eternos.
Su mirada esmeralda se dirigió rápido en el pasillo al visualizar a su sobrino en búsqueda de las medicinas que su hermano solicito para el jefe del Clan de la Luna.
- ¿Ya te iras Riku?
- Si. – la escasa respuesta del joven hizo entornar los ojos a Zero. – ¿Necesitara algo?
- No, en lo absoluto. – el joven se encogió de hombros y siguió su camino, pero en eso...- Espera. – el grito de la mujer lo detuvo. – Solamente haz que se recupere pronto el señor InuTaisho e incluso si es necesario cura a esa mujer e hijo. – el pelirrojo solo asintió. – Y Riku por favor regresa pronto.
Esa frase lo desconcertó y volteándose rápidamente para corroborar que solo eran ideas de él, pero solo encontró el pasillo vacío. Una perceptible sonrisa surgió en su rostro.
- Muchas gracias, lo tendré en cuenta. Tía Zero."
Antes de caer Setsuna vio con una débil sonrisa a Kirinmaru, el cual sonrió al verla, pero justo cuando dirigió su mirada los ojos esmeraldas del hombre se empañaron de dolor y es que al parecer el ultimo golpe que faltaba era el corazón de Zero, él cual fue atravesado por la espada de su propio hermano, la hanyo vio dolor no solo en los ojos de Kirinmaru, sino que Riku mantenía la mirada gacha y sus ojos amatistas se abrieron al ver como el joven y su hermana se encontraban llorando, en cambio Sesshomaru y su Tío mantenían la mirada neutra, por ultimo vio algo que nunca había visto en Zero...
- Muchas gracias...gracias por liberarme Kirinmaru. – la sonrisa en las fracciones de Zero impresiono a todos y más aún al notar que cada una de esas piedras comenzaban a quebrarse.
- Perdón Zero...no pude salvarte. – entre lágrimas en los ojos Kirinmaru vio como unas enromes alas salían de la espalda de su hermana para cubrirla alejando a los presentes.
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Mi dulce momento
FanfictionLa guerra decisiva estaba a punto de comenzar una serie de sucesos lograron que las piezas del destino siguiera su rumbo, Sesshomaru tendrá que unir fuerzas con la persona que menos esperaba, pero en el transcurso se dará cuenta del amor que sentía...