Capitulo 12: ECLIPSE LUNAR

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"Kirinmaru realmente se sentía cansado después de aquel acto que para muchos yokais como él era algo estúpido, tenía un significado por demás especial para el pelirrojo.

- ¿No deberías de estar buscando a esas niñas? – la voz intrigante de su hermana volvía a interrumpirlo de su amada lectura, desde hace cuatro años del suceso. – Debería de preocuparse más por la profecía.

- No tiene sentido solo son unas crías. – continúo leyendo mientras disfrutaba del sabor de una manzana, pero justo cuando iba a darle una mordida su hermana rápidamente se la arrebato para lanzarla al piso furiosa, suspiro más que cansado por los berrinches de la peliblanca. – Puedo saber el motivo de tu actual disgusto hermana.

- El que no comprende nada eres tú Kirinmaru, acaso no vez que la profecía fue muy clara. – arruga más su entrecejo. – Un ente ni humano ni demonio completamente, además que tendrá el don de transportarse en el tiempo acabara con la vida del Rey Bestia, ¿piensas que por haberle salvado la vida a la mujer de Sesshomaru esas mocosas junto con su padre tendrán clemencia de ti cuando llegue el momento. Deberías de buscarlas junto con aquella cuarto demonio para...

- A veces pienso que todas esa mierda de la profecía es solo una mentira de esa estúpida perla de Shikon que creo Midoriko que, en lugar de traernos fortuna y prosperidad, solamente nos trajo desgracias y muertes. – esta última palaba la recalco principalmente por su amigo Toga y Zero lo entendió perfectamente.

- InuTaisho fue una prueba viviente de que las profecías de la perla eran ciertas Kirinmaru. – se sentía harta de dialogar son su terco y pacifico hermano. – A veces dudo de que realmente seas tu quien gobierne las Tierras del Este y no...

- Basta. – cerro su libro mientras se ponía de pie harto de todo. – Se que la perla de Shikon no se equivocó referente a la muerte del Gran Perro Demonio y el motivo de esta, pero no me vengare de las nietas del solamente porque el no pudo corresponder tus sentimientos ocultos, hermana. – quedando frente a ella viendo la impotencia en esos ojos esmeralda tan parecidos a los de él. – Verdaderamente deseo que regrese aquella mujer feliz y tranquila que eras antes de crear esas estúpidas perlas arcoíris y respecto a lo que concierne a las hijas de Rin, no les hare nada están bajo mi protección, así como la de Sesshomaru y su locayo Jaken.

Sin esperar discutir más con la mujer iba a cerrar la puerta de su despacho, pero aquellas frases que su hermana le dijo lo descoloco completamente.

- Por lo que veo protegerá a la estirpe de Sesshomaru y esa humana por sobre toda las cosas, irónico ojalá hubiera defendido con esa fiereza a Riku. – sabía que el joven siempre era un tema delicado para Kirinmaru, además de ser su talón de Aquiles. – Al fin y al cabo, Riku también es un hanyo y tiene nuestra misma sangre, hermanito. Podría ser ¿Qué él es aquel ente que acabara contigo? Probablemente también sería lo más indicado terminar con...

- No se ocurra terminar la oración, porque te lo juro Zero que será lo último que digas en tu vida. – volteo para mirar fijamente a su hermana, donde incluso a través de la máscara ella pudo percibir la rabia y como enmendada de su cuerpo su poder demoniaco

La mente del pelirrojo se sumergió en esos momento felices que había compartido con su primogénito y como la relación de ambos se rompió de la noche a la mañana, pero el transcurso del tiempo debía de seguir y por eso era importante buscar a Akuru para que continuara, Zero vio como su hermano le lanzo una última mirada de lastima para después cerrar la puerta. Furiosa pisoteo la manzana que su hermano se disponía a comer, pero si Kirinmaru no haría nada por buscar a esas crías y matarlas ella sin lugar a duda lo haría sin importarle el precio."

Mi dulce momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora