Capítulo 11

23 2 1
                                    


Wilhelm Reich se encontraba a quince minutos de la villa 13. Anteriormente, existían dos hospitales psiquiátricos en todo Mendoza: éste y el hospital Victor Frankl, aunque lo cerraron eventualmente por falta de presupuesto. De ahí, todos los enfermos mentales se encuentran internados en el Wilhelm Reich.

Mientras conducía por la Avenida Miguel Cervantes hacia mi próxima parada, las palabras de aquél condenado libro seguían merodeando por mi cabeza. Recordé también lo que Zinca explicó, pero puede que eso haya dejado más dudas que respuestas. Intentaba interpretar todas aquellas frases. "Era hora de la negación". Negación de aquellos legendarios valores, o como dijo el profesor, "aquellos Cristos". Pero aún eso no me terminaba de cuadrar ¿Qué clase de negación sería esa? ¿Un par de homicidios? Si los homicidios fuesen la clave para rebatir la moral de nuestra civilización, creería yo que entonces esa moral había sido rebatida hace siglos.

Yendo a lo más práctico ¿Por qué estaba el libro de Cristián en la basura? Y si es una pieza clave ¿Por qué Cristián lo tenía y Miranda no?

Me comprometí a seguir hojeando el libro, en cuanto terminase mi visita al psiquiátrico.

Me recibieron dos columnas blancas, con un cartel encima de ellas que rezaba "Hospital Psiquiátrico Wilhelm Reich", y bajo él, una barrera de seguridad. El guardia se me acercó al auto dispuesto a interrogarme. Pero apenas reconoció a la Brújula de Dios, levantó la barrera, y atravesé el inmenso jardín del hospital.

No me asustaban los enfermos mentales, pero ver a unas setenta personas deambulando alrededor del césped era una vista tétrica. Tétrica y melancólica. Algunos pacientes caminaban con la mirada extraviada y la boca entreabierta. Muchos de ellos no emitían gesto alguno, pero un par movían las manos de aquí para allá. Otros estaban sentados, con la mirada en punto fijo, o riéndose ¿Qué estarán pensando? ¿Qué misterios se revelarán dentro de su conciencia quebrada? Se asemejaban a fantasmas.

Tuve dos visiones, diametralmente opuestas. Primero vino a mi mente algo que contaba mi madre acerca de la escuela de Aristóteles, los llamados peripatéticos. Me contaba que estos eran reconocidos porque reflexionaban deambulando alrededor de un mismo sitio. Cuando ella me lo describía, yo me imaginaba un montón de ancianos con togas blancas dando vueltas de aquí para allá, con los brazos cruzados o rascándose la cabeza. "Así de locos como se ven", pensaba, "están aproximándose a los secretos del universo".

La segunda visión fue una anécdota de mi infancia. En mi barrio solía merodear un pobre loco llamado Tiago (sí, como el estudiante que me crucé en la facultad). Recorría sin rumbo todas las tardes las calles de la zona, con los ojos abiertos y dando alaridos. Cada tanto lanzaba un golpe o patada al aire, o daba puñetazos a los árboles y postes ¿Contra qué peleaba? Algunos decían que veía cosas que nadie más veía. Otros, que solo imaginaba fantasmas. Mas nadie sabía. Lo que era seguro, era su pavor.

Bien, los locos del Wilhelm Reich me hacían volver a aquellas imágenes. Y es que, podían tener tanto algo de peripatéticos como del loco Tiago ¿Será que se están acercando a los secretos más oscuros de las cosas? ¿Secretos capaces de trastornar a cualquier mortal? ¿O solamente ven espectros y quimeras que no existían? Aunque para ser honestos, esto último es algo más común en el hombre. Pelear contra amenazas que, por más miedo que le tengamos, son irreales.

Como sea, era un paisaje tétrico, al pensar que estos enfermos podían ver cosas que los demás no, y a la vez melancólico, si pensabas que sólo imaginaban fantasmas.

Entré al edificio, que era un inmenso hogar de ladrillos y cemento y con tres pisos de altura, y busqué la oficina de la gerencia. Ahí encontré una mujer de cincuenta y tantos años.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 18, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El canto del galloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora