Átropos || Dabi Y Tú

22

Dabi

Mis sentidos despertaron al percibir voces acercarse. Bostecé y estiré mi cuerpo en la silla la cual me encontraba haciendo equilibrio.

—¡Dabi! ¡estás aquí! —Twice— ¡Nadie te quiere pedazo de escoria! Vete de aquí, no sirves para nada. Hay días que ni siquiera apareces. ¿Qué ocultas? ¿Eres un traidor? ¿Nos traic-

—Silencio, Twice.

Mis ojos pasaron al peliceleste, quién rascaba su cuello como suele hacer frecuentemente.

—¿Qué haces aquí? ¿Terminaste tu misión de explorador?

—Te recuerdo que no te debo ni les debo nada. Estoy con ustedes solo para poder completar mi venganza y sí..., logré descubrir ciertas cosas interesantes y consigo, conseguir nuevos peones —sonreí de lado.

—¿Dónde están? —habló la rubia, buscandolos.

Con mi cabeza hice un gesto, señalando unas pequeñas montañas de ceniza.

—Eran débiles. Y eso, no sirve. Solo estorba.

—Ese no era el plan, Dabi. No era lo que acordamos —el humo flotante dejó en evidencia su molestia.

—Bueno... tiene un punto —añadió Compress a la conversación.

—Necesito ver esto con más claridad —Shigaraki rascó con más intensidad su piel y pegó media vuelta, marchándose del lugar.

La rubia lo siguió con la mirada y luego volteó en seco hacia mi, con una sonrisa gigantesca.

Rechisté la lengua con molestia.

—¿Y ahora que quieres?

—¿Estuviste con tú chica?

—Sí... No. Quiero decir, ¿a ti que te importa? Y no es mi chica, no me gustan esas cosas. Es mi juguete —aclaré.

—Para ser un juguete pasas bastante tiempo con ella —Twice hizo de cómplice con ella.

Los señalé con mi mano en forma de pistola y de mi dedo índice largué unas pequeñas llamas.

—No se metan en lo que no les incumbe. No se metan en donde no pertenecen y no se metan en mis cosas.

—¿Por qué tan posesivo, Dabi?

—¿Te gusta que toquen tus cosas, Compress? ¿Te gusta que metan sus narices en tus asuntos? ¿Te gusta que estén pendientes de lo que haces y lo que no, cómo si fueras un niño? ¿Heh? Quédense en su lugar y no me jodan la vida.

—Mantengamos la calma. Dabi, por favor, solo cumple con la parte de tu trato y quita tu vida personal del trabajo. No quiero problemas para Shigaraki ni para el grupo a futuro.

—Tenlo por seguro, cara de humo —solté irónico y salí de ahí.

Son todos unos imbeciles.

Inspiré hondo con el rostro mirando al cielo nocturno. Abrí los ojos y expulsé todo el oxígeno.

—Lo que uno tiene que soportar con tal de ver rodar la cabeza de su padre a sus pies y ver arder toda su maldita familia...

Ya me estoy hartando de tener que matar personas y que sus asquerosas cenizas caigan en mi cabello. Estoy harto de sus gritos de desesperación.  ¿No pueden morir en silencio y ya?

Pero...

Por otro lado es agradable ver sus rostros deformandose por el miedo.

El éxtasis que siente cada parte de mi cuerpo y vibra al vivir ese momento es irreemplazable.

Miré la luna, pensativo.

<<¿que se sentirá cuando lo haga...? ¿qué gesto me mostrará? ¿Luchará? ¿Gritará?>>

Será... interesante.

•••
¡hola y adiós!