Átropos || Dabi Y Tú

27

Shoto

—Padre —llamé entrando a su inmensa oficina. Donde hice mi pasantía alguna vez.

Este elevó la vista—: Ah, Shoto —respondió e hizo una seña con sus dedos indicando que me acerque aun más—. ¿Que sucede?

—Creo haber visto que Touya.

Mi padre, Eiji, puso total atención en mis palabras y dejó las cosas que estaba haciendo para ser todo oídos.

—¿Crees? ¿Dónde?

—Creo haberlo visto... no sé si fue mi imaginación o que pero...

—Dilo.

—Creo haberlo visto en el hospital.

Sus cejas se juntaron, confundidas.

—¿En el hospital? ¿Por qué ahí? ¿Que haría ahí? —murmuró, analizando.

—Y creo haberlo visto vigilando a alguien. A una mujer, mejor dicho.

Arqueó una de sus cejas.

—¿Una mujer, dices? —asentí— ¿La conoces?

—No. Era una enfermera de ahí. Había ido por un dolor de cabeza, ella fue quien me atendió primero y luego creí haber visto que Touya. Le seguí pero no conseguí nada. Creí que fue mi imaginación.

—¿Estaba vigilando a enfermera? ¿Planean retención de rehenes o qué...? —pensó en voz alta. Posó su vista en mi, nuevamente— ¿No viste nada más?

Negué.

—Habia mucha gente y desapareció en un instante. Solo alcancé a ver eso.

—De acuerdo. Gracias por la información, Shoto. Me encargaré de esto por ahora; si sabes algo más, no lo piensen no un segundo y ven aquí. ¿Entendido?

—Sí, padre.

—Bien. Puedes irte.

Enji

—¿Oí que me llamaste?

Miré al chico.

—Mi hijo cree haber visto a Touya en el hospital. Ve ahí, averigua que pasó y si alguien lo conoce. Averigua todo.

—Está bien... ¿qué hospital?

<<Ah. Me olvidé de preguntarle que hospital>>

Aclaré mi garganta y actué normal.

—Te mando la ubicación en un instante, Hawks. Tengo muchas cosas que hacer.

El rubio respondió un "bien" en un tono burlesco y se fue cerrando la puerta tras de si. Al instante, lo que hice fue enviarle un mensaje de texto a Shoto preguntando por la ubicación o nombre del hospital. ¿Cómo pude olvidarme de algo tan esencial e importante?

Arillo

Tiré los guantes al salir del cuarto 405 en el tacho de basura. Cuándo di un mísero paso un cuerpo impactó con el mío, deteniendo el paso.

—Disculpa la molestia, señorita. Soy Hawks, ¿has oído hablar de mi?

—Sí.

—Genial, eso ahorra mucho tiempo. Solo quiero hacerle unas preguntas, por precaución, ya sabe —sentí sus pupilas, sus ojos, toda su mirada en mi inspeccionando cada gesto o mirada que haga, buscando fallas o algo de lo cual parezca sospechoso. Me sentía demasiado vulnerable y con miedo, pero, ¿por qué?

—E-esta bien...

—¿Conoce o escuchó hablar sobre Dabi? —¡Oh! Es por esto que está aquí. Es perfecto, tal vez este sea mi momento de por fin librarme de ese patético villano.

Abrí mi boca para responderle con toda seguridad pero, se esfumó como una pluma llevada por el viento.
Dabi, a quien menos querría ver en estos momentos, estaba a unos metros detrás del héroe, encapuchado y con su palma abierta advirtiendome del fuego que podría aparecer en cualquier momento. Sonrió de una manera en la que mi cuerpo se le hizo imposible no soltar un espasmo del miedo.

<<está bien. Capté la indirecta, Dabi. Vas a quemar el hospital>>

Así como abrí mi boca, la cerré y negué, volviendo la vista a Hawks.

—No, nunca oí hablar de él —volví a verle; Dabi gesticuló un "buena chica".

El rubio confundido por mi mirada que iba y venía, decide voltear tratando de encontrar que tanto tenía mi atención pero lo que me mantenía nerviosa e inquieta, se había esfumado como cenizas. Literalmente.

—Si eso es todo, me disculpo. Tengo un trabajo que hacer —le mostré mi mejor sonrisa y me fui.

•••
¡hola y adiós!