Capitulo: 1

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La primera vez que Namjoon se asomó a la puerta abierta su nuevo vecino en el edificio de los dormitorios dos días antes de que empezaran las clases del primer año, fue después de escuchar un grito alarmante y un poco preocupante. Había estado desempacando cuando lo escuchó a través del silencio de su habitación. No pensó dos veces en ir a investigar.

Sin embargo, nada pudo prepararlo para encontrarse con la desconcertante escena de un chico de casi su misma estatura y agitado, maldiciendo en voz alta mientras intentaba balancearse con dificultad en un banquito para colgar una serie de luces alrededor del techo.

A primera vista, había quedado encantado con Kim Seokjin.

Ese encanto nos disminuyó cuando empezaron a conocerse a través de breves encuentros en los pasillos o en actividades de grupo en el patio con sus otros vecinos. Jimin y Tae eran agradables, pero ellos no lo atrajeron tan fácilmente como Jin lo hizo, con esa primera sonrisa brillante y esa singular carcajada, con ese cálido "oye, tú estás más alto que yo, ¿puedes colgar esto por mí?" aún que solo lo sobrepasara por unos cuantos centímetros.

De hecho, solo creció a medida que florecía su amistad. Charlas nocturnas pasando el rato en el pasillo entre sus puertas, hablando en voz baja acerca de sus clases, exámenes finales y otros chismes triviales de su piso. Torneos de grupo a media noche contra Junkook y Hoby, de cinco y siete puertas abajo respectivamente, en donde Jin y Nam hacían un equipo asombroso. Sesiones de estudio espontanea en la cafetería cercana después del almuerzo, en donde Jin se quejaba de estadística hasta que Nam cedía y lo ayudaba a estudiar, abandonando sus apuntes de Programación mientras Jin lo elogiaba.

Aquella vez que ayudo a Jin a pintar con aerosol el carro de su ex novio en las turbias horas de la madrugada. Esa vez, un poco más tarde, empezaron una pelea de pintura y regresaron a sus dormitorios con la piel manchada y una gigantesca sonrisa.

Para el momento en el que el verano se convirtió en otoño, el florecimiento de su relación había evolucionado a un jardín lleno de flores y llegaron como estudiantes de segundo año con el plan de mudarse fuera de la universidad a su propio departamento.

Semanas de búsqueda de departamentos teniendo presupuesto limitado con Jin como un ayudante de biblioteca y Nam como barista en un café, discutiendo sobre que era más importante si un balcón o una suite de baño (Nam quería tener la posibilidad de sentir el aire fresco de la noche y mirar la puesta de sol y Jin quería tomar largos baños de burbujas) los llevó a encontrar el lugar perfecto. Un pequeño departamento a 10 minutos del campus de la universidad, con un balcón estrecho pero agradable y una tina de baño incluida.

También era accesible... bueno, algo así. Pero ellos siempre buscaban la manera. Jin tomaba más turnos como ayudante de biblioteca, adoptando el habito de llevar con él sus libros de psicología y su tarea para terminar durante su trabajo, y también su guion de teatro para que pueda practicar sus líneas en silencio y sin distracciones.

Nam también aumento sus turnos en el café, teniendo que aguantara clientes groseros que, por alguna razón acuden al establecimiento como polillas a una lámpara.

Están ocupados, sí, balanceando sus interminables montones de tarea y estudio con el trabajo y sus vidas sociales. Las cosas se ponen tensas entre ellos algunas veces, como cuando Nam se molesta con Jin cuando el recibo de agua se eleva. O cuando Jin se molesta con Nam por dejar sus cosas por todos lados. Se han ido a la cama ardiendo en enojo y frustración, pero cuando llega la mañana, todo eso desaparece. La cosa es que, son mejores amigos, y las peleas nunca duran mucho entre ellos.

Entonces sí siempre funciona. Siempre es suficiente.

Bueno, eso hasta que sucede lo contrario.

—Esto es una broma—Jin está sonando alterado. Nam hace una mueca, su interior se contrae mientras vuelve a leer el correo frenéticamente.

¿Y sí hacemos  porno?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora