—La tecnología necesaria para viajar más rápido que la velocidad de la luz es algo que nos tomará décadas descubrir —comentaba Elías Tohmer, director principal del CVE—, Capitana, no podemos arriesgarnos con cálculos deficientes. Limitados de conocimientos, no podemos pensar en una misión de rescate, mucho menos en una fase de sondeo. La constelación de Orión está conformada por estrellas muy distantes entre sí —dijo señalando un mapa estelar en una pantalla traslúcida—, usted lo sabe, desconocemos la zona precisa desde donde nace la señal.
—Lo sé —dijo con calma—, los hermanos Kelly han logrado un avance sobre la zona donde surge la señal.
El hombre la miró y levantó las cejas para que continuara.
—La nebulosa de Orión —dijo Marcus, que había estado sentado a un lado de su madre—, 1.270 años luz de distancia. Y, concuerdo con usted, aunque quisiéramos realmente afianzar nuestros generosos valores novenses, el ser que haya enviado la señal tendría que esperar 1.270 años para ser rescatado. Sin embargo, la capitana y yo —agregó en tono serio—, estamos dispuestos a gastar una o dos décadas de estudio e investigación para conseguir el cálculo correcto que nos permita viajar más rápido que la velocidad de la luz, si eso disminuye nuestro tiempo de viaje. Dos décadas es mucho menos tiempo que 1.270 años, ¿no cree? —. El chico se ajustó las mangas de su saco azul marino desafiando con la mirada al hombre que empezaba a tartamudear.
—Aún con la disposición de ofrecer dos décadas de arduo trabajo, no existen garantías de conseguir lo que desean —dijo intentándolos hacer entrar en razón.
—¿Desconfía de sus capacidades y de las capacidades de su equipo, director Tohmer? —preguntó Marcus enarcando una ceja.
Tohmer enrojeció y se levantó de su silla disgustado.
—Pondré a mi equipo a trabajar de inmediato —articuló finalmente con un dejo de ira.
—Una última cosa, director Tohmer —habló la capitana—, no solo el CVE desea viajar a la nebulosa, el mundo entero lo aclama. Espero que no se sienta agobiado por cargar con parte de la responsabilidad en sus hombros. La historia de nuestro planeta cambiará, siéntase orgulloso de formar parte importante de esto. No minimice los logros del CVE, anime a su personal. Los fondos serán depositados hoy mismo en la institución, duplique los salarios, mejore la comida y compre los mejores granos de café.
Ambos dejaron la sala dejando a Elías Tohmer atrás.
—Sé que es difícil tener que esperar tanto tiempo —dijo la capitana cerrando la puerta metálica detrás de ella.
—No será así —la atajó Marcus con una sonrisa—, he estado estudiando los registros del proyecto junto a Mirelle. Hemos realizado nuestros propios cálculos y creo que estamos cerca de conseguirlo.
—¿Por qué no lo mencionaste antes de ofrecerle fondos ilimitados a ese idiota de Tohmer? —suspiró de cansancio.
Marcus carcajeó.
—No es la forma adecuada para hablar, Capitana Berett —bromeó—, Elías Tohmer es un hombre inteligente y tiene un equipo de trabajo increíble, los vamos a necesitar. Solo necesito un permiso especial, para Mirelle y para mí, con acceso a las instalaciones y laboratorios privados del CVE, queremos poder hablar con los investigadores y con el mismo Tohmer.
—Está bien, hijo —suspiró nuevamente despidiéndose de Marcus con el saludo obligatorio.
Marcus Berett le había mentido a su madre. Aunque los sueños de Mirelle indicaban que era un riesgo ir a la nebulosa. Los sueños que había empezado a tener él le indicaban lo contrario.
«—¿Quién es Azul Dramen?
—El planeta Terranova es uno de los tantos mundos desconocidos del universo. Desconocido incluso para las energías divinas, mensajeros y elegidos. Azul Dramen es una elegida. Ya me he encargado de hacerle saber la nueva ruta. El octavo planeta debe ser resguardado. Azul Dramen tiene que protegerlo. Y tú tienes que ir a la nebulosa, todo debe seguir su curso. Mayka visionó un futuro, yo vi millones de ellos.
—¿Y tú quién eres?
—Soy una mensajera del universo, igual que ella, mi nombre es Zail y para cuando despiertes, yo ya no existiré. Esto es lo que tienes que hacer para poder viajar más rápido que la velocidad de la luz. Es esencial que Mirelle Killian sea quien rescate al ser que envía la señal de ayuda. Suerte en tu viaje, Marcus Berett.»
A millones de años luz de distancia, a través de miles de dimensiones hacia adelante, la chica de ojos azules despertaba de un sueño revelador, una voz familiar hacía eco en sus recuerdos —:Azul, es hora de ponerte en marcha.
***
Si quieren saber más sobre el Thunderverse, que es el universo donde se desarrolla toda la historia de Azul Dramen, el dios errante y futuras historias con nuevos personajes y dioses, que se irán conectando y que también se van a desprender de estas, pueden buscar la lista de lectura con el mismo nombre en mi perfil. Espero que les esté gustando la nueva historia, si tienen dudas pueden dejarme sus preguntas en los comentarios. Besos y abrazos :3
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Séptima II
Science FictionEl dios errante sigue vagando perdido y resentido por el universo, odiando sus emociones terrenales y en su inmersa meditación de venganza, consigue la clave para que su plan tenga éxito: usar aquello que lo derrotó la primera vez. Una dimensión des...