¿Enamorados?[ArMario]

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Narrador

Marcela vió a Armando de arriba abajo con el ceño fruncido ya que no encontraba razón alguna para que dijera esas palabras, inmediatamente una pequeña esperanza apareció en su interior.

-¿Puedo pasar?

-Sisi.

El azabache miró a su alrededor con una sonrisa triste ya que hace mucho tiempo no venía, mientras se sentaba Marcela iba a su cuarto y cuando volvió tenía una maleta en mano.

-Tus cosas.

-Gracias, y-yo no se cómo empezar.

La mujer lo vió extrañado pero aún así no dijo nada asintiendo mientras tomaba asiento enfrente de él.

-Dijiste que venías a aclarar las cosas ¿no?

-Pues si...Marcela, quiero que volvamos a ser lo que siempre debimos ser desde un inicio.

La mujer alzó sus ojos con sorpresa mientras se enderezaba.

-Entonces ¿vamos a estar juntos de nuevo?

Armando vió a su ex novia a los ojos buscando el chiste de ese comentario que realmente nunca llegó, esa mujer después de todo aún estaba obsesionada y totalmente enamorada de él.

-No, Marcela.

El silencio inundó el lugar, los sentimientos encontrados de la azabache causaron que las ganas de llorar se hicieran más fuertes, al fin Armando la estaba obligado a ver la verdad y simplemente era algo que no quería. Con sus ojos aguados la mujer se acercó a Armando sentándose a su lado.

-A-armando, yo te amo, enserio no me importa si tienes algunas inclinaciones, yo siempre voy a estar ahí para ti.

A media que el azabache escuchaba iba negando con la cabeza apartándose ligeramente.

-Y ese es el problema Marcela, Te enamoraste de un espejismo, te enamoraste de el hombre que yo fingía ser un hombre con miedo al fracaso, y tú...tú eres una mujer hermosa y siempre estuviste conmigo y yo no te voy a volverte hacer daño. Marcela y se que ahorita te estoy haciendo daño pero si me quedo te voy a hacer mucho más daño del que piensas. Yo nunca podré amarte como tú lo haces conmigo, pero mi cariño hacia ti como mi amiga perdurará como un recuerdo, un valioso recuerdo.

-A-armando-

-Espera, aún tengo que decirte algo...yo, enserio lo siento, sé que debí hacer esto antes, nuestra relación debió terminar hace mucho tiempo y yo pensé que podría de alguna forma quedarme en el closet por el matrimonio y tus sentimientos pero, enserio no lo logré. 

El hombre rápidamente tomó sus pertenecías y se puso de pie dirigiéndose hacia la salida pero la voz de Marcela lo detuvo al instante. 

-¿Qué tiene él que yo no tenga?

-Marcela ¿es enserio?

-Dímelo, por favor.

Armando volvió a encararla soltando un suspiro mientras que posaba una mano en el hombro de la mujer con delicadeza dedicándole una diminuta sonrisa triste pensando bien en que iba a decir para finalmente solo decidirse por expresar lo que siente de lo más profundo de su corazón.

-yo...yo estoy completamente enamorado de él, de sus locas ideas, de su forma de ser, me gusta como me cela, me encanta pasar tiempo con él, cada parte de su cuerpo es lo más hermoso que he visto y sé que él haría cualquier cosa por mí, bueno ya lo ha hecho...pero ese es el punto, cualquiera puede tener esas características pero yo solo lo amo a él ¿entiendes? puede sonar cliché pero no eres tú, literal nunca has sido tú, soy yo.