Vulnerable (Villain Deku)

Un poco de amarillo y matices obscuros

Era una mañana agradable en la vida de Katsuki. Como siempre tenía un mal genio y hacía una que otra grosería que su madre corregía de inmediato con un golpe en la cabeza.
Últimamente las actividades delictivas habían bajado y una paz se hacía presente en todos lados, eso es lo que el quería brindarle a las personas cuando fuera un héroe, quería que de alguna manera eso que él hacía llegará a Deku dónde quiera que esté.

Era una meta pura y optimista que solo un niño es capaz de desear.

Como un infante ese era su mayor logro, el buscaba una felicidad para todos para poder redimirse, tenía el apoyo de su madre, sus amigos y de los tutores autorizados (héroes que estaban interesados por el quirk del menor y estaban seguros de recomendarlo a la UA) que contrataron para que el pequeño bakugou desarrollara sus habilidades.
Eso era increíble, era un niño con amor y el apoyo necesario para llevar a cabo sus metas, tenía un pasado del que se arrepentía y una fuerte motivación. La historia perfecta para algún protagonista.

Eso al menos es lo que se merece cada niño, una vida sin sufrimiento, una vida feliz.

El rubio se dedicó a hacer amistades verdaderas desde pequeño, aprendió a valorar a todo lo que la vida le brindaba, era capaz de amar todo el dolor que le sucedía y aprender de él, podía darse el lujo de llorar en los brazos de su madre si algo le hacía daño, y podía dejar en pausa un instante de su vida para pensar mejor las cosas.

Creció bien, lleno de felicidad y con un gran futuro por delante.

En este punto lo tenía todo, lo que todo niño se merece.

Pero lastimosamente no todos los niños gozan con esa ayuda para poder sanar las heridas que les duelen, e incluso el sueño y meta de Katsuki era igual que un escupitajo en la cara a todo aquel que tiene que luchar desde que nace.

Pues una meta tan brillante y adornada con tanta esperanza era la ilusión de aquellos que nunca han sufrido.

Si nunca te has enfrentado a la vida pensarás que lo que otros tienen que pasar es una miseria, dentro de tu propio paraíso la lucha de los demás te parece una miseria.

El pequeño no sabe apreciar la lucha que hacen los demás con el fin de seguir respirando, pero justo como no ha vivido ese tormento no sabe ver la belleza del esfuerzo de alguien más.

La lucha de aquellos que no tienen nada es hermosa porque ganan todo lo que tienen con determinación.

Y no por el hecho de que Bakugou sea cruel con su deseo significa que sea malo, pues varios son capaces de gozar la misma felicidad que él, muchos quieren otorgarle al mundo esa paz que ellos viven. Sea o no doloroso para las personas un sueño precioso es maravilloso, pero eso tampoco quiere decir que sea la respuesta a todos los problemas.

Por eso es una meta brillante que proyecta sombra, y aunque el sol llene de calidez, también puede quemar.

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En esa ciudad que se derretía bajo los matices fríos de un tono azulado, los edificios parecían erguidos con el único fin de gritarle a los cielos, los cantos apagados de las aves reinaban sobre las personas que seguían bajo el hechizo de un cálido sueño.
Y entre esa lucha por ganar ser predominante en una mañana atenuada, un pequeño de cabellos esmeralda estaba parado en la azotea del rascacielos más alto de Tokyo, era invierno y todos los árboles se veían muertos a sus pies, una escena que más que ser romántica tenía un brillo nostálgico.
Si algo le gustaba a 531A7 era disfrutar de una ciudad durmiente, de estar en un lugar donde nada ni nadie le sobrepase, dónde los sonidos más tenues no lastimen sus oídos, donde los colores brillantes no luchen por llamar su atención. Odiaba que sus sentidos no se pudieran concentrar en algo en específico al estar rodeado por tantos estímulos.