Alexitimia

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Lo único que puede saborear un mundo que vivía en calma eran cenizas, muerte y destrucción, los sucesos que habían ocurrido en estos últimos meses solo rondaban en el caso de la liberación de los nomus. Más vidas de las que se pueden contar desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, todos culpaban a las criaturas de cerebro expuesto, pero nadie intentaba indagar más, el asunto era tratado como un "acontecimiento que puede llegar a pasar".

A cambio del extraño silencio sobre el incidente la y falta de conocimiento sobre el origen de la catástrofe, una tensión se palpaba en el ambiente.

Solo era cuestión de tiempo para que esa ciudad con faros que ahogaban la la noche se derrumbara y entonces todos los escombros de dulce fantasía comenzaran a caer, pues la inseguridad se acrecentaba, el hecho de que aún no se hacía público que ese desastre originaba de hacía varios años atrás con AFO solo causaría más alteración al bienestar público.

Los residentes de Tokio a los cuales sus viviendas y trabajos fueron destrozados se les brindó ayuda e intentaron desplazarlos a otras regiones cercanas que no se vieron afectadas en el incidente.

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531A7 se encontraba corriendo y jugando con el par de niños que se quedaron con el en el bosque Arashiyama, por primera vez desde que estaban en esa institución de hormigón blanco eran capaces de correr sin ninguna preocupación, sin necesidad de llevar sus pobres cuerpos al límite, y aunque ninguno de los pequeños más que 531A7 se atrevía a platicar o mostrar una sonrisa se sentía liberador no pensar en ese pequeño lapso por salvar su vida. Las cosas nunca fueron fáciles para ellos y ahora tenían que cargar con todos sus traumas.

Todos los pequeños que fueron parte del laboratorio se vestían de tal manera en la que su cuerpo no estuviera para nada expuesto, ocultando cada rastro de piel exceptuando su cabeza, en un vano intento de proteger sus frágiles y vulnerables cuerpos.

Como si se tratase de una brillante farola de noche y los niños un enjambre de polillas, la bóveda celeste les robaba cada cierto tiempo su total atención, les parecía fascinante, inclusive cada árbol y sonido inusual que la naturaleza les brindaba, habían estado encarcelados en un mundo completamente blanco donde lo único que tenía un color  era la sangre que sus heridas soltaron en un quirófano.

Izuku parecía tener una actitud optimista y hasta a Shirakumo le sorprendía que a pesar de todas las dificultades del pequeño, jamás lo vió llorar o quejarse de su vida, solo hasta donde podía ver, era un niño como cualquier otro... y justo eso era lo que más le preocupaba, porque muy en sus adentros sabía que ese niño estaba roto en miles de pedazos, y sus emociones "transparentes" solo eran un reflejo de lo dañado que estaba, era un niño que aprendió a resignarse, uno que sabía que llorar no serviría de nada.

Midoriya estaba estancado...no, lo que en verdad pasaba era que se negaba a aceptar su realidad muy en sus adentros, no le gustaba aceptar que lo que pasó le hacía daño más allá de su cuerpo y terminó bloqueando todo lo negativo, todo aquello que le ocasionaba terror.

Oboro no sabía cómo acercarse a niños que tienen miedo del contacto y calor humano porque temen ser lastimados, inclusive la palabra <<ariscos>> les quedaba corta, pero veía como ellos intentaban poner un gran esfuerzo al intentar acercarse a pedirle uno que otro favor para pedirle comida... <<favor>> el veía eso como algo básico, no algo que se pidiera con miedo, y no es que ellos hubieran pasado hambruna, pero eso solo demostraba el inmenso miedo que le tenían a las personas.

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Shigaraki por su parte estaba deprimido, hasta ahora, todo lo que ha tenido lo ha perdido, su familia, su sensei y las ideas que creía que eran suyas, no quería siquiera pensar, pero se sentía confundido "¿Qué es lo que está bien?¿De dónde viene mi odio?¿Porqué todos intentan decirme lo que está bien y mal?" su mente rondaba esas preguntas y no encontraba respuesta a ninguna, solo sabía y estaba seguro que si quería algo solo lo arrebataría lo dominaría y retendría, así nadie le quitaría lo que más ama...

Fuera de los sentimientos depresivos que envolvían su mente, sabía bien y tenía presente que las personas que llegó a querer hasta hace un par de meses solo lo veían como una herramienta, inclusive hablando con Kuruguiri, al cual se negaba a llamar por su nombre de "Oboro", descubrió que AFO lo quería ocupar como recipiente y trasplantar su conciencia en él.

Entonces...¿Toda su vida fue una ilusión?Los héroes y villanos son iguales bajo los paradigmas que veía.

Shigaraki no lo sabía pero estaba rascando con molestia su cuello de solo pensar en la frustración que le acarreaban sus ideas. Odiaba y en definitiva le molestaba tener que lidiar con tantos sentimientos así que simplemente intentó ignorarlos.

Pero la ira y el odio latente en su pecho crecía a cada momento y no sabía a quién dirigir todo su rencor.

Perdido en su arrebato de emociones, un peliverde se le acercó, y con sumo cuidado de no molestar al mayor se sentó a su lado.

-¿Qué haces aquí? Vete a jugar- hizo un comentario el de ojos carmín, pero toda la rabia del momento se materializó en esa frase.

-Jugar no siempre es divertido, al menos no ahora- contestó sin resentimiento el menor.

-Entonces...¿Porqué?- chistó en respuesta.

-Porque no te voy a abandonar como lo hicieron conmigo, muchas cosas pudieron haber sido diferentes si alguien me ayudaba... Solo quiero que sepas que no estás solo en esto- y ahí estaba 531A7, mostrando una madurez que un niño no podría tener, pensaba como adulto.

Nadie dijo nada después de eso, como si se comprendieran, como si supieran lo que el otro pensaba, pero los dos ya estaban rotos, ultrajados, pasaron por bastante para llegar a pensar así.
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Es irónico que en un mundo donde el heroísmo sea el centro de toda la sociedad haya tanta crueldad, un mundo donde todos adoran a los héroes como si fuera una religión; existen tragedias, existe dolor, existe desigualdad. ¿Porqué sentir que vives es un privilegio? Llegar a tal extremo después de tanta crueldad, un mundo donde los niños no pueden reír con felicidad solo refleja que algo en todo su concepto de fraternidad está mal.
Inclusive si no fueran niños, si solo fueran adultos o ancianos, gritarían; por eso luchan, por eso alzan sus voces, su dolor no será olvidado. Este mundo que proyecta un ideal mayor al que la gente no se puede apegar solo es el cultivo para crear más villanos, más culpables, más excusas.

El mundo que todos conocen está a punto de cambiar y nadie lo sabe, todos duermen en su letargo, todos solo ven por sí mismos en su día a día, y justo por ello, todos perecerán, solo por no pensar que algo puede estar mal.

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"Intenta vivir como realmente quieres y carga con las consecuencias de tus decisiones. Pero nunca vivas de forma infeliz".
Al menos eso es lo que aprendieron estos pequeños al acumular tanto dolor en su pecho. Ya están cansados de luchar para vivir.

Vulnerable (Villain Deku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora