Voluntad

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El pequeño Shigaraki seguía creciendo, pero eso no significa que su infancia fuese normal, ni feliz y mucho menos cálida.
El joven se había sometido ya a varias operaciones para tener una velocidad y fuerza superior a la media, ¿Cómo se enfrentaría a los héroes profesionales solo con su quirk? De ser así solo lograría que lo maten.
El no sufría ningún dolor porque eran cuidadosos con él, por su parte, el pequeño jamás pensó que fuese una tortura ni mucho menos; solo era algo necesario que hacer para llevar a cabo su venganza...

¿Por qué odiaba tanto a los héroes si ellos nunca le hicieron nada?

Ellos no, pero las únicas personas que le criaron los aborrecían y esto provocó que Tomura heredara una rabia sobre humana por los defensores de la justicia.
Tal vez los culpaba por no haber estado ahí cuando él más los necesitaba.
Y muy en el fondo se culpaba a sí mismo por su debilidad...

Era un niño incapaz de pensar en todo ello porque al final, no había nadie que le apoyase de verdad.
Estaba harto de pensar en lo que le hacía daño y por ende, su actitud caprichosa e infantil se desarrollaron aún más como un método de defensa, uno para no sentirse tan vulnerable.
Sentía que seguir como siempre lo ha hecho era la respuesta correcta, pero no sabía que esa respuesta era muy apresurada para un niño.
Ya llegaría el momento en que esa respuesta cambiaría, pero ese futuro se ve lejano.
La poca o casi nula atención que le prestaban al chico hizo que perdiera el interés en sí mismo, el hecho de que su "sensei" no estuviera para él y que en cambio un ayudante de AFO(all for one) se hiciera cargo del pequeño de ojos rojos se sintiera abandonado.
Por esto y más hacía lo posible para llamar la atención de su tutor, sin entender que solo era visto como una herramienta...

Los niños son fáciles de manipular.
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Por otra parte, un pequeño de pecas simétricas se terminaba de recuperar de la última "operación", el niño había estado pensando de forma detallada lo que haría a continuación.
En principio había desarrollado una comunión en código morce con su gesticulación facial para que los demás niños comprendieran su plan. El pretendería hablar con ellos como en todas las veces en las que se reunían para descansar y al mismo tiempo llevaría a cabo su estrategia.
Todo estaba muy bien calculado, desde el ángulo de la cámara para que no notarán variaciones en su comportamiento como el idioma seleccionado para que los guardias no pudieran entender nada en caso de que lo notaran.

Pero el diablo le estaría vigilando y esto haría que escapar del infierno fuera complicado.

El pequeño Midoriya no sabía que traía el tiempo en contra porque los demonios de bata blanca decidieron que ya no eran necesarios.

Su carrera contra el reloj dió inicio cuando al fin se pudo levantar y comenzó a expandir su plan entre todos los niños del lugar.
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Los bulliciosos ruidos de la avenida principal acaparaban los oídos de Shigaraki, el pequeño había salido a recorrer la ciudad y le parecía extraño el ambiente a paz que se sentía emanar de las demás personas, la risa de los otros niños le comenzaban a irritar, los puestos llenos de figuras de héroes y la sonrisa risueña que la mayoría de las familias portaba era de una forma aterradora para él, que solo a conocido lo contrario, no comprende cómo los demás pueden ser tan felices y no sabe a quién atribuir esa abrumadora paz.
Caminó por un rato sin saber a dónde ir y tomó lugar en una banca frente a la tienda de electrodomésticos que mostraba sus televisores en las vitrinas justo en el canal de noticias.

Y de repente lo entendió...

Le llevó un tiempo saber la razón por la cual las personas estaban absortas en su mundo de paz, el menor había visto un buen rato las noticias pero en ninguna mostraban la realidad que él conocía, héroes esto, héroes aquello, pero qué pasó con las contadas familias que no pueden comer algo decente cada día, por qué no hablan de los asesinatos que ocurren a cada momento, y por qué no hay rastro de las personas que desaparecen.

En ese momento Tomura entendió algo importante.

Para preservar esa característica paz que caracteriza a la población, la verdad no se contaba para que no cunda el pánico, por ello las personas eran drogadas por noticias de hazañas que ellos mismos no pueden hacer para ver la magnificencia de alguien más. Pero también sabía que no había un solo culpable.

Todos los que decidieron ignorar la realidad son cómplices...

Y aún así permanece con su mente clara, todos en este mundo son falsos, adorando ídolos porque ellos mismos son incompetentes, drogándose en noticias que apenas alcanzan la punta del aisberg para sentir una falsa paz, y esperando que alguien más haga las cosas porque a ellos no les corresponde.

Una suave llovizna se comenzó a cernir sobre la ciudad y Shigaraki solo caminaba con un paso lento y pesado a su guarida, todo el mundo vuelto loco comenzó a correr por la calle esquivando al pequeño y el de cabellos celestes solo podía procesar todo lo que le había pasado...
Ni siquiera era una carga adecuada para un pequeño de doce años, él había tenido que crecer demasiado rápido y tenido que apartar sus sentimientos de lo que le dijeron que era el mundo porque no podría soportarlo.
En un punto, una de las muchas personas que corrían a su lado se tropezó justo frente al peli-celeste y el de ojos rubíes terminó viendo al sujeto a los ojos, el hombre se veía aterrorizado, y no paraba de murmurar "ellos quieren matarlos", lo susurraba tanto que parecía un rezo.
Al momento se escucharon gritos de sorpresa por las personas que permanecían en la avenida y el pequeño intuyó que un héroe vendría, pero observó que la persona a sus pies solo se aterrorizó más.
Todo sucedió tan rápido que ni él sabe cómo hizo lo que hizo.
En el instante en el que el héroe aterrizó el joven notó una gran carpeta a un costado suyo que decía "Proyecto Adán", la tomó rápido en un impulso pensando que era la razón por la que el hombre se veía tan consternado y se escondió en el pequeño callejón que había en las cercanías.
- Realmente corriste muy lejos pequeño doctor- se escuchó de una voz grave y profunda, Shigaraki supuso que era del héroe.
- Yo... Yo, tenía que hacer algo, los niños, los niños no merecen mo...- se quedó callada la temblorosa voz del supuesto doctor al escuchar la voz demandante del héroe.
- Silencio, estás haciendo un escándalo y no sabes lo que has ocasionado con lo que robaste, ¡Rufián!- dijo lo último para que las personas interpretaran que el doctor era un ladrón.
El pequeño de cabellos celestes se asomó un poco del callejón con una parte de la carpeta expuesta.
El doctor que estaba más al pendiente de su entorno notó al niño, le sonrió y gritó unas palabras que estremecieron a todos.
- ¡Protégelos que el mundo está a punto de sucumbir a lo peor!- el doctor sonrió triunfante ante el héroe porque sabía que el pequeño tenía la carpeta en sus manos y aún había esperanza para los niños del laboratorio.

En ese instante Tomura entendió lo que era un verdadero héroe.

El doctor fue apresado y llevado por el héroe para su "encarcelamiento".
Shigaraki corrió y corrió con la carpeta bajo su suéter rumbo a la guarida que llamaba hogar.
Pronto descubriría lo que la carpeta decía y su mundo cambiaría de nuevo.

¿Destino o suerte?

Vulnerable (Villain Deku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora