Vulnerable (Villain Deku)

Miedo

El pequeño de cabellos celestes se detuvo en algún punto oscuro de la ciudad, había estado corriendo sin parar desde que la situación con el extraño hombre y el héroe se presentó, su respiración era entrecortada y errática debido al cansancio y falta de aire, casi por impulso sus piernas cedieron a la gravedad y el chico solo pudo atinar a dejarse deslizar en una sucia y derruida pared del callejón en el que terminó metido.
Shigaraki sabía perfectamente que con una llamada podría regresar a su hogar, pero no sentía que fuese lo correcto en ese momento, decidió recuperar el aliento y con más calma leer el contenido de la carpeta que había obtenido, la luz era escasa y solo tenía a una vieja farola que parpadeaba constantemente como fuente de luz.
Al abrir la carpeta, justo la primera hoja era la foto de varios niños que por mucho se veían menor que él que portaban una bata blanca y la dichosa mirada muerta. En ese momento Tomura entendió que algo sumamente macabro estaba a punto de ser expuesto.
Por su mente solo pudo pasar una ingenua pregunta "¿Qué tanto tuvieron que pasar para tener una mirada muerta a esa edad?".
El pequeño curioso se adentró a leer con detenimiento cada hoja de aquel horrible folder y solo sorpresa e incredulidad se reflejaban en su rostro, lo más impactante sucedió cuando se topó con imágenes de la operación del "sujeto 531A7" abierto de par en par, en la foto se podía apreciar todo el dolor del pequeño. A partir de ver aquellas imágenes una sensación de incomodidad y temblores le comenzó a recorrer por todo el cuerpo, su estómago comenzó a agitarse y juraba que devolvería su desayuno en cualquier instante.
La poca humanidad de Shigaraki estaba llorando, si creía que lo que a él mismo le había pasado era una faena, la vida de tantos miles de pequeños era el mismo infierno encarnado.
Por lo que podía deducir, los cadáveres de aquellos niños eran Miles y a diario se amontonaban como si fuesen basura. La imágen le le llegó a la mente al pequeño villano le aterrizó.
Solo atinaba a vomitar a un costado e intentar asimilar las cosas...
Él sabía que tenía que seguir leyendo, ya era más una cuestión de determinación que de curiosidad.
Y así, después de varias horas, el pequeño Tomura decidió que ya era hora de ir a su hogar y pensar en lo que podría hacer.

-¿Quiénes son los verdaderos villanos?- decía con ironía y un deje de pesadez en su voz .

Ya era de noche y solo el silencio del callejón le respondía.

Así que sin más, se dispuso a marcarle a Kuroguiri, justo después apareció el portal y luego de confirmar que nadie le veía ingresó al portal junto con toda la evidencia.

Esa sería la noche que cambiaría el rumbo del destino de miles de niños.
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Izuku se aferraba con fuerza la cabeza y de a poco comenzó a jalar con fuerza sus rizados cabellos verdes. Si bien su plan marchaba a la perfección y ya habían recolectado la mayor parte de la información y hecho copias de las llaves con materiales que estaban a su alcance y gracias a los estudios excesivos que eran parte de su vida cotidiana, ahora todos se encontraban bajo una situación sumamente delicada, pues descubrieron que su muerte ya estaba programada para dentro de un par de días y dentro de ese lapso de tiempo no alcanzarían a escapar todos.

El miedo era lo que siempre se respiraba en aquel laboratorio de granito y marfil, pero ahora se le sumaba al ambiente el horror que alguien siente en sus últimos momentos de vida, y lo peor es que no podían darse el lujo de llorar porque si no alguien los descubriría (de no ser que alguien ya lo hubiera hecho).

Midoriya se enfrentó hace poco ante la inesperada ayuda de un "doctor" que le había propuesto liberar a los niños, pero ya estaba muerto. Los héroes se encargaron de atraparlo y los demonios de bata blanca asesinarlo.
Lo peor del asunto era que fue una clara amenaza, los pequeños no habían Sido descubiertos, pero ya Theodor comenzaba a sospechar que algo no andaba bien, y fuera quienes fueran, ya estaban advertidos.

La disputa que el de orbes esmeralda se planteaba era si salir de una vez por todas con la información que tenían, o recolectar el último fragmento (por ende el más importante) y arriesgarse a morir en el intento.
El dar a conocer la verdad valía completamente la pena, pero la vida en libertad, esa era la única razón por la que seguía vivo.

Un golpe de realidad golpeó a su cara cuando el pequeño llegó a la respuesta: "muchos pueden morir, pero los que sobrevivan podrán llevar la verdad y velar por los pequeños sin quirk".

-¡No dejaré que a ellos también les arrebaten el cielo!- gritó con convicción mientras que los niños reunidos en el comedor escuchaban atentos como su líder gritaba su respuesta.

La decisión ya había Sido tomada, ahora sería cuestión de suerte para que la vida les ayudara.

Midoriya comenzó a fingir que un ataque de pánico le daba justo al finalizar su bramido, era algo común dentro de los menores en esas interpretaciones, por lo que simplemente lo dejaron inconsciente y llevaron a su habitación.
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Aún con todo el infierno dando caza estos jóvenes no se detendrían por nada del mundo, pues sus sueños y sus metas yacían más allá de lo imposible, y la muerte no era más que un pequeño inconveniente para llegar a ellos.
Poco a poco la suerte con la que habían nacido haría un cambio en el cruel destino que se les era puesto.

Ellos decidieron usar su voluntad para vivir, y esta les brindó la llave que liberaría sus ataduras.

El miedo solo existe mientras dependas de él.

¿Tendrán la convicción para librarse de sus cadenas?