Biblioteca (𝙒𝙤𝙡𝙛𝙨𝙩𝙖𝙧)

Relajate

Lily Evans era una chica bonita, inteligente y segura de si mima,, una chica que había recibido muchos pedidos e invitaciones a lo largo de sus años en Hogwarts, pero ella quería al apodado Cornamenta, al maldito James Potter.

Ella le había propuesto una tregua, principalmente porque en su momento James había sido Head boy y no podían llevarse mal...

Luego de que viera a Sirius y a Remus se dijo que lo invitaría a Hogsmade, es decir, ya habían ido una vez, pero solo porque iban como prefectos y porque ella necesitaba ir a la misma tienda que el, pero ahí estaba ella, mirándolo, James estaba sentado contra un árbol leyendo, pero ella tenía miedo de acercarse.
Y no lo hubiese hecho de no ser por un grupo de Hufflepuff, los cuales accidentalmente la empujaron afuera, a la vista del chico de anteojos, quien para sorpresa de Lily no la miro.

Realmente estaba leyendo, ella se acercó con cautela y sonrió al ver el título.

-No sabía que te gustara Don Quijote- dijo y se sento a su lado, de firma casual, tratando de ocultar sus nervios y el color rosado en sus mejillas.

-Oh! Evans! Si... de hecho- se rascó la nuca y de su bolsillo sacó una caja de grajeas, con la cual convidó a la pelirroja.

-Potter... este fin de semana hay una salida a Hogsmade, tegustariavenirconmigo?- ella rezó porque el no entendiera, pero el lo había hecho, y cada célula de su cuerpo vibraba.

El azabache podía sentir como los árboles tenían un color más vivo y como de lindo era el verde de las túnicas de los Slytherin que estaban en el pasillo de adentro

Así como el caballero que era hizo aparecer un lirio blanco y se lo dio.

-Me encantaría Lilyflor- dijo y beso su mejilla, esperando un golpe, uno que nunca llegó, porque ella solo sonrio y apretó la flor.

James había tratado de no explotar cuando que dio la flor, tenía ganas de proponerle matrimonio ahí mismo, de besar sus labios y correr con ella a su habitación, pero se había jurado hacer las cosas bien.

Por lo que corrió donde Sirius y Remus.

-Sirius! Iré con Lily Evans a Hogsmade- dijo y Remus beso el cabello del ojigris.

-Mis cincuenta galones Potter- se burló el peli negro, y el de anteojos soplo.

-Los tengo en casa, en el verano de los daré- James estaba por decir algo cuando Lily apareció.

-Hola Remus, hola Black! Los espero en Hogsmade- dijo con un guiño, y antes de que el chico de anteojos pudiera decir nada la de chica ojos esmeralda tocó su brazo.

-Por qué no me... yo...- Lily señaló el libro de Don Quijote y James asintió.

-Una gran pareja- dijo Remus recostando la espalda en la piedra del Marco de la ventana mientras leía "Orgullo y prejuicio"
Sirius estaba sentado delante de el y observaba cada uno de sus gestos.

-Por qué me miras?- pregunto el ojimiel sin levantar la vista del libro.

-Es que eres muy hermoso- contesto Black y el licántropo se sonrojo, apartó la vista y levanto el brazo para estirarse, por lo que Sirius aprovechó para meterse entre sus piernas y apoyar la cabeza en su pecho abrazandolo.

-Leeme algo Moony- pidió escuchando los latidos de su corazón.

Así pasaron buena parte de la tarde libre del viernes, con Remus leyendo y Sirius escuchando, mirando los lunares de su novio, acariciando sus cabellos o robando besos distraídos.

Cuando ya oscureció, volvieron a su habitación, donde por las extraño que pareciera, no había nadie! Su habitación solía ser un campo de batalla.