Jennie | Jenlisa

24. Accidente

El juego comenzó y todos en el lugar prestaron atención a los dos primeros chicos entrar a la pista, mientras silbaban y gritaban para hacerse saber que apoyaban a uno de ellos. Un pitido sonó después y los competidores hicieron lo que tenían que hacer, recorrer y pasar los obstáculos con trucos o saltos para sorprender a los jurados.

Primer duelo y sin ningún herido. Felix agradeció por eso y se percató de la castaña, quien miraba todo sin ninguna expresión en su rostro.

—¿Qué te parece?—pregunta para eliminar el silencio entre los dos.

—Son muy buenos—asintió. Ver a esos chicos en acción fue realmente impresionante, pero había algo que la preocupaba, y es que ahora que lo presenciaba en vivo y en directo cayó en cuenta de lo riesgoso que era.

—Eso solo es el comienzo—le dice soltando una pequeña risa—espera a los siguientes y verás.

Y así fue. El segundo duelo fue mejor que el anterior, y el tercero también. Sin nada de heridos o accidentes. Tal vez hoy es su día de suerte.

Tal vez.

—Mira, ahí está mi amigo—le señala al chico en la pista, y éste, dándose cuenta de ello, le alza la mano—¡Tú puedes!

Jennie presenciaba todas las expresiones y comportamientos de los demás desde su sitio, se le notaban excitados por saber el que pasará después, y eso a ella le parecía tan interesante, sus movimientos, sus palabras que soltaban por consecuencia de este, todo en los humanos los hacía ver interesantes. La prototipo estaba tan concentrada en ellos que hasta los recuerdos del laboratorio se habían esfumado.

El pitido sonó y los competidores emprendieron a toda velocidad, esquivando con grandes trucos y saltando para después caer de pie en aquella tabla metálica que la esperaba flotando en su sitio.

Pero nadie se esperaba lo siguiente, o quizás sí.

Un moreno saltó tan alto y cayó tan desastroso que el accidente se dio por si solo. La tabla, que hacía en los aires, ahora se encontraba tirada en los suelos, rodando exactamente como su dueño. Caer desde esa altura a un material tan duro como es el concreto si que debería doler.

—Changbin—murmuró Felix sin poder creerlo, estático sin saber como reaccionar.

Los espectadores, incluyendo a Jennie, se levantaron de sus asientos preocupados, sin prestarle mucha atención al ganador que celebraba solo su victoria.

El chico caído no daba señales de querer levantarse, entonces fue ahí que todo hizo un "click" en todos ellos.

—¡Changbin!—grita tan desgarradoramente, bajando los grandes escalones para llegar hasta él, porque...nadie iría a salvarlo.

Jennie frunció el ceño cuando se percató de la acción de Felix. ¿Debería ir? ¿Y los médicos por qué no llegan? ¿Por qué tanto silencio? Tantas preguntas invadiendo su interior, tratando de planear su siguiente acción.

—Oye—llamó con una voz dura a la chica que miraba la escena asustada a su lado, ésta la miró teniendo toda su atención—¿No hay alguien que pueda ayudar?

—No—susurró—no hay nadie aquí especializado en eso, esto, esto solo es juego ¿sabes?—hablaba nerviosa.

Y con tan solo esas palabras la prototipo acompañó a Felix en su camino.

•••

—Lisa—llamaba y llamaba desde atrás una, ahora, molesta Rose. Su actitud como el de una niña pequeña que la acababan de robar un juguete era realmente molesto—¡Por el amor de IU, detente!—mencionar a su artista favorita era de esperarse. Y al parecer funcionó, porque la pelinegra paró abruptamente después del comentario, justo en la entrada del gran local cerrado. La rubia sorprendida se situó al lado de Lisa—vaya, eso n-

—Shh—la calló, poniendo su dedo índice en los labios de la ojimarrón quien rápidamente lo quitó de allí.

—¿Qué te pasa? ¿Te has vuelto loca?—pregunta con cierta furia apoderándose de su cuerpo.

—No, Chae—la mira con el ceño fruncido—escucha—le pide, llevando su dedo índice a sus labios, como diciéndole que haga silencio.

Y Rose obedeció, dándose cuenta de inmediato.

—No hay...ruido—ahora sus nervios fueron los que se apoderaron de su cuerpo.

—Un accidente.

—Jimin—susurra y fue corriendo hacía el lugar de los hechos, Lisa siguiendola detrás.

. . .

—¿Vamos a ir ayudarlo?—pregunta el guardia menor mientras se metía un pedazo de sándwich a la boca.

—Sería lo correcto, pero—tomó un trago de soda el mayor, sin quitar la vista del chico tirado en el suelo y que ahora se encontraba con dos más a su lado—la máquina está para eso ¿no?, nos merecemos un descanso.

—Genial.

•••

—Chan, amigo, despierta—le decía desesperadamente Felix, dándole pequeños golpecitos en la mejilla.

—Tienes que mantener la calma—le ordenó la prototipo situándose a su lado, colocando su mano en el pecho del chico para que efectivamente pueda escuchar el corazón latir—no está muerto, tenemos que llevarlo a un hosp-

Jennie paró de hablar al verlo llorar sin prestarle mucha atención, ésta frunce el ceño cuando notó lo tan alterado que está. Así que agarró la mano pálida de Felix para ganarse su mirada.

—No está muerto—le murmuró—va a estar bien—y la sonrisa al final fue como la cereza en el pastel.

El joven asintió a sus palabras, limpiando todo rastro de lágrimas.

—Ya, pero necesitamos a alguien para que ll-

Las palabras de él no llegaron a concluirse por una simple razón. Jennie tenía al chico en sus brazos sin inmutarse.

—No hay tiempo para eso, tenemos que ir ya—y así fue caminando a la salida.

Felix, en esas situaciones, nuevamente pensó en si utilizar el aparato de su madre. Pero rápidamente negó, siguiendole el paso a Jennie. Estaba salvando a su novio, debería estar agradecido por ello.

•••

—¿Qué es lo que pasa?—pregunta Jimin confundido en la habitación donde todos los competidores se escondían antes de su carrera. El silencio de la multitud y los demás chicos inquietos en la entrada le dieron un mal presentimiento.

—Creo que es un accidente—le dice Sehun queriendo ver la pista.

El rubio, con el ceño fruncido, va hacia donde todos estaban, haciendo un espacio para ver lo que pasaba allí en el exterior.

—Esa es, ¿Jennie?—murmuró sorprendido, fijándose en el chico inconsciente en sus brazos.

—Es la esposa de Hulk—bromea uno, causando la risa de los demás.

Y sin querer escuchar más, fue corriendo hacia la morena.

•••

—Si es Jimin el que está herido juro que no le vuelvo hablar nunca más—hablaba nerviosa, con un temblor en sus piernas al caminar por el pasillo silencioso.

Lisa, al escuchar aquel comentario, rodó los ojos. La verdad, ahora mismo su enojo con el rubio no desaparecía, y no sabía si alegrarse o preocuparse por el accidente. Pero todos esos pensamientos se fueron cuando vio a Jennie acercarse con un chico en sus brazos y otro a su lado sin dejar de mirar al inconsciente.

—Nini—llama y ésta se detiene, parpadeando unas cuantas veces antes de sonreír.

—Gatita.

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Pronto los chicos sabrán la verdad de Jennie...🤭