Jennie | Jenlisa

25. Me&you

Entre tantos médicos, cirujanos y enfermeras que caminaban con prisa por los pasadizos para atender una nueva emergencia. Entre tantos desconocidos sentados en los sofás que se encontraban por allí, con miedo a saber lo que les deparará en un futuro. Entre tanta tristeza, miedo y felicidad, estaban ellos, tres adolescentes y...Jennie, esperando más noticias sobre el amigo de Felix, que hace pocos minutos había sufrido un accidente. Apoyados en la pared fría y blanca del hospital, presenciando todo a su alrededor.

-No puedo seguir aquí, lo siento-dijo de repente Lisa, su voz sonando rota al final. Y sin más, caminó hacía la salida.

Jennie, sin poder evitarlo, la siguió con la mirada, hasta que aquel punto negro borroso desapareció. «¿Por qué se fue? ¿Por qué lo hizo?» se preguntaba con confusión, tratando de hallar una respuesta.

-Ve con ella-murmura Rose a su lado, ganando su atención-yo estaré con Felix-señala con su mentón al chico de cabello gris quien estaba pérdido en sus pensamientos.

-¿Y si mejor llamas a un doctor?-la estabilidad de Felix la preocupaba.

-Él solo necesita saber sobre Changbin-responde con razón-y al parecer Lisa necesita de ti.

-Bien, yo...no tardo-le dice con una sonrisa, para calmar un poco la situación, y así fue, porque el suspiro y la sonrisa de la rubia fue más que suficiente.

Entonces, con pasos largos, se marchó de allí, dirigiéndose a las afueras del hospital, un lugar ambientado con zonas verdes y unas cuantas bancas. Suponiendo que estaría ahí.

Los orbes marrones se movieron rápidamente, banca por banca, no encontrandola por ninguna. Apretando su camiseta al sentir un extraño cosquilleo en su cabeza, trató de buscarla por debajo de los pequeños árboles.

Una sonrisa se le dibujó en el rostro cuando la vio recostada en el césped, sin dejar de ver arriba, con las piernas y brazos estirados con poca vergüenza.

Se acercó a ella lentamente, sin querer interrumpir su momento. Echándose a su lado cuando había llegado, tomando una posición para verla perfectamente mientras su brazo se flexionaba y su mejilla descansaba en la palma de su mano.

Su ceño se frunció cuando vio lágrimas descender por sus mejillas pálidas, que luego caían en pequeñas flores debajo de ella.

-Lili, ¿Por qué lloras? Changbin va a estar bien-le dice, eliminando cada lágrima con sus delgados y finos dedos.

Lisa soltó una risa por el comentario hecho. Y al posar su vista en el rostro confundido de la castaña, suspiró pesadamente.

-Changbin no es el problema, Bichito.

Jennie ladeó su cabeza sin quitar su mirada del hermoso rostro que tenía a unos metros, percatandose del cambio en los orbes grises que ahora ya estaban de un tono más obscuro.

-¿Entonces?

Lisa vuelve su vista al cielo, notando como este, extrañamente, comenzaba a nublarse.

-El hospital me recuerda a mi padre-murmura con dolor-él sufrió un accidente hace mucho y-tragó la molestosa bola en su garganta para seguir abriéndose a la chica que la escuchaba y observaba atentamente-y en esos días que estaba en la cama del hospital, yo me encontraba a su lado, en el incómodo sofá o las bancas de espera-suspira, negando con la cabeza cuando una sonrisa se le formó en el rostro-el olor, el color, las personas, los doctores...siempre me hacen recordarlo.

-Él...¿Se recuperó?-pregunta curiosa, evitando los pequeños dolores al escucharla así, esperando a que le de una respuesta con un final feliz.