James
Alegría, deseo, lujuria, posesión, son las palabras que me definen en estos momentos, al ver el hermoso rostro de mi mate , feliz, devorando la comida como ningún otro día.
Aun no puedo definir el terror, el enojo, la impotencia que sentí cuando la vi tirada en el piso, con sus bellos ojos cerrados, su piel tan pálida que solo quería destrozar a todo lo que se me topase por cualquier lado.
No fue una sensación para nada gratificante verla en esa cama, postrada como si no tuviese vida. El doctor me dijo que estaba con vida, que teníamos suerte de que no hubiese perdido a nuestros cachorros, palabras que solo me enfurecieron por no haberme demorado mas tiempo rompiendo cada uno de los huesos de los monstruos que creo ese maldito chupa sangre.
Fue difícil ganar la batalla, de eso no queda duda, pero en estos momentos se que unos miseros vampiros no serán capaces de ganarme a mi, ni a mi manada, y mucho menos me quitaran la razón de mi vida, que en estos momentos veo a una de esas razones que tiene en su vientre a las otras dos.
Melody, sonríe con entusiasmo al terminarse la ultima borona de su comida, dándome paz de que esto la ayudara a recuperarse de estos terribles treinta días en cama, que no quiero jamas volver a repetir; no hace falta decir lo mucho que la extrañe, en especial en las noches, cuando por mas que la abrazaba, no era como tenerla a ella, no era mi luna, no era mi preciosa.
- estaba muy rico - dice Melody haciendo que una sonrisa se pose en mi rostro.
- me alegro, ¿ quedaste satisfecha? - pregunto mientras llevo uno de mis dedos a su mejilla para acariciarla con todo el cuidado del mundo haciendo que mi luna asienta feliz cerrando los ojos disfrutando de mi caricia.
" ya comida, es tiempo de que nosotros también lo hagamos" dice Liam haciendo que concuerde totalmente.
En un acto rápido llevo uno de mis brazos debajo de sus rodillas y otro a su espalda para cargarla estilo princesa haciendo que ella se agarre de mi cuello arrugando su entrecejo al no entender mi acción.
Mi preciosa Melody, no sabes lo mucho que te extrañe, y por ello, no sabes lo mucho que disfrutare teniéndote en nuestro cuarto.
Camino apurado hacia el lugar donde me apodere de todo lo que me pueda dar y mucho mas, mi lobo esta que pierde el control de poseer esos bellos labios, de besar su piel, de chupar sus pezones, de escucharla gritar mi nombre como ningún otro día.
Cuando llegamos al cuarto, Melody traga saliva nerviosa al ver mis intensiones sacándome una sonrisa ladina.
Oh preciosa, si que disfrutare tenerte.
- James... yo... - se calla al sentir como llevo mis labios a mi marca, para chupar con ímpetu aquel lugar que demuestra nuestra conexión, que le grita a todo el mundo a quien le pertenece, y a quien o le pertenezco.
Las manos de mi luna aprietan mi camisa en medio de un gemido de placer que me prende en un instante haciendo que despierte la razón de que este preñada en estos momentos de nuestros cachorros.
Separo mi rostro de su cuello para llevarlo a sus labios, los cuales los tomo sin contemplación, apoderándome de esos carnosos labios que me vuelven locos, aquellos que espere por tanto tiempo. Muerdo su labio inferior para así abortar su cavidad bocal con mi lengua en búsqueda de la suya que prenden las alarmas para mi lobo y para mi, convenciéndome que dejarla salir de esta habitación sin poder caminar no es una opción.
Cuando la falta de aire es demasiada, decido separar nuestras bocas, dando con la vista perfecta de sus labios rojos y esas mejillas sonrojadas, se que mi luna es atrevida, pero también se que hay momentos en los cuales la vergüenza la domina.
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El Alpha
WerewolfJames Winston, Alpha de una de las más grandes manadas, jamás pensó en los demás solo le importaba sus intereses, hijo del mejor Alpha del mundo, tiene más de 100 años y aun no ha encontrado a su mate. Melody West, hija del ama de llaves de la casa...