Esa mañana Eunbi se despertó por el característico ruido de la alarma de la central de investigaciones, la que por alguna extraña razón no había dejado de sonar a pesar de que ya había aceptado el mensaje y confirmado su asistencia.
Lygte pensó que el censor estaba descompuesto y probó enviando él mismo un aviso a la casa de informaciones, pero el timbre rebotaba de inmediato.
Aparentemente había un problema generalizado con las señales.
La peligris se preparó rápidamente para partir, intentado ser lo más silenciosa posible, pero el sonido del aparato no hacía más que incrementar y destruir todos sus intentos de dar espacio a su familia para dormir unos minutos más.
Yerin se irguió del tirón y miró a su alma gemela con atención, intentando descifrar si había alguna emergencia de la que debía enterarse aún en su estado aletargado. Abdiel le siguió estirando sus alas en alerta, con el corazón latiendo un tanto acelerado por la interrupción de su sueño, aunque demasiado atontado para hacer cualquier cosa.
Tenía el vago recuerdo de una calle casi desierta, a excepción de una luz intensa sobre su rostro. Algo le dolía, aunque le era imposible identificar que era.
Aún conservaba la impresión de haber estado esperando en un espacio pequeño por mucho tiempo, hasta que el dolor no estaba en ninguna parte.
Después de eso todo se oscurecía.
No era la primera vez que tenía esa construcción mental en sueños, pero era la única vez que había durado tanto.
Mientras tanto, Hwang continuaba su lucha contra el atado de cuadernos y dispositivos dentro de su bolso, todavía revisando si había alguna notificación urgente que había pasado por alto, mas la pantallita de su altavoz estaba apagada e inutilizable.
La golpeó un par de veces con el dedo y la agitó, desesperada por detener el chillido. Sin embargo, todo lo que consiguió fue que el sonido se volviese más y más agudo.
—Dámela —espetó Lygte, arrebatando el aparato de las manos de su protegida, demasiado irritado para ser fiel a su naturaleza calmada.
Ubicó el artefacto entre las palmas de amabas manos e hizo presión, encorvando la espalda hacia adelante. Al poco tiempo, un pequeño sonido de ruptura abrió paso a una cascada de grietas a lo largo del monitor y poco a poco el alarido se fue estrangulando hasta extinguirse.
Le devolvió el cachivache destrozado a la muchacha.
—¿Gracias? —contestó mirando el altavoz destartalado, un poco asustada por la cantidad de fuerza estratégica que tenía su cuidador — Digo, no tenía en mente romperlo, pero...
—Estaba descompuesto, así que no importa.
—De acuerdo.
El alado se alejó un par de metros y restregó las manos contra su túnica, tratando de calmar la picazón que se extendía por sus brazos en medio de largos temblores.
Los Guardianes de Custodia no eran naturalmente fuertes en batalla y el incremento de potencia física no estaba contemplado dentro de sus lecciones de preparación, debido a que lograban percibir los ataques o intentos de huida antes de que se hicieran efectivos. Sin embargo, sus técnicas de reducción pasiva eran cuidadosamente trabajadas y si se concentraban lo suficientemente podían partir la espalda de cualquier alado, siempre y cuando evitaran que opusiera resistencia.
Ahora bien, un altavoz era mucho más denso que la materia de los ángeles y, por consiguiente, su cuerpo resultó más fatigado de lo que debía.
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Memoria [AU SinRin]
Fanfiction[Universo alternativo de Gfriend basado en Memoria] Cuando dos personas están destinadas, sus almas deben encontrarse. Si esto no ocurre en vida, las almas se buscan en la eternidad de la muerte y viven su infinito juntas, como ángeles. Este lazo es...