Había llegado nuevamente la época de reclutamiento para los ángeles nuevos y Yerin, quien por motivos de comodidad había dejado de usar su emblema de Guardián fuera del horario de trabajo, empezó a recibir una extensa lista de propuestas para inscribirse en las secciones de vuelo alto. La razón era bastante obvia, pero como se había convencido de que sus alas ahora eran un apéndice inútil, no se puso a analizarlo hasta que su jefa la llamó a su oficina esa semana.
Después del "incidente en cuestión", como se había acostumbrado a llamarlo cuando tocaban el tema en público, su plumaje se dispuso a crecer de una manera extremadamente lenta y dolorosa. Esto era bastante difícil de tratar, ya que la mayoría de los ángeles tenían su crecimiento de alas y la proliferación de las plumas a la par. Por lo tanto, rara vez se formaban infecciones o erosión en la piel desnuda.
Sin embargo, en el caso de Jung fue muy diferente.
Sus yagas y lesiones eran muy frecuentes y no había mucha información médica sobre como tratarlas, así que tuvo que pasar por varios tratamientos experimentales antes de encontrar uno que realmente le hiciera bien.
La supervisora de sección había ido personalmente a echar ojo a los terapeutas e indagaba ella misma en los componentes de las pomadas, los aerosoles y las compresas. Pues, no le gustaba decirlo en voz alta, especialmente si había riesgo de que la propia Jung pudiese oírla, pero sus alas eran un tesoro invaluable para los Guardianes y no iba a permitir que las dañaran por falta de pericia.
El período de sanación había tardado tanto como era esperable y unas preciosas plumas doradas cubrieron por completo sus alas. El patrón había cambiado ligeramente también, dándole cualidades mixtas, entre vuelo de altura y veloz.
Después de ser dada de alta por el equipo médico encargado del crecimiento y recuperación de los juveniles, se vio obligada a regresar a sus labores como Guardián en el área administrativa, pero ni siquiera pudo iniciar su papeleo cuando fue asediada por sus compañeros de trabajo para informarle que la directora de la sección necesitaba encontrarla en su oficina para una entrevista.
Resultó ser que el nuevo crecimiento de alas había cambiado por completo la posición de Yerin en la organización, pues su nueva especialidad recomendada tenía que ver con la alta supervisión y, sí lograba acreditar sus capacidades de vuelo, sumado a la declaración jurada de la directora sobre su comportamiento impecable, podía llegar a ser supervisora de Guardianes de menor categoría.
Jung recibió la noticia con sentimientos encontrados, algo asustada con la idea de volver a cruzar el cielo. Sin embargo, lo que más le estremecía los huesos era la posición de poder en la que deseaban ponerla, ya que era consciente de que todos sus colegas, cualquiera fuese su antigüedad, conocían perfectamente la razón por la que ya no acudía a atender humanos en terreno.
Algo le decía que conseguir respeto iba a ser una gran tarea y no sabía si iba a ser capaz de soportar que murmuraran a sus espaldas, cuestionando su autoridad.
Trató de negociar con su jefa el mayor tiempo que pudo y finalmente acordaron que la castaña tomaría lecciones de vuelo, desarrollando una prueba final con el comité evaluador del año y, luego de determinar la calidad de su desempeño, volverían a discutir que clase de trabajo realizaría.
Esa tarde, la joven terminó su papeleo a la velocidad de la luz y fue a buscar a su hijo como si sus pies no tocaran la superficie de las nubes. Lo observó entrenar en las alturas, imaginando con el estómago apretado como sería estar ella misma suspendida en el cielo.
Lo cierto es que la idea era absolutamente aterradora.
Finalmente, cuando llegó la madrugada y su alma gemela regresó para descansar un par de horas, Jung escupió la información nueva de la jornada como si hubiese estado pendiendo de su boca.
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Memoria [AU SinRin]
Fanfic[Universo alternativo de Gfriend basado en Memoria] Cuando dos personas están destinadas, sus almas deben encontrarse. Si esto no ocurre en vida, las almas se buscan en la eternidad de la muerte y viven su infinito juntas, como ángeles. Este lazo es...