Después de dejar a Abdiel en la sala de los juveniles con jornada alterna muy temprano en la madrugada, Eunbi comenzó a practicar su discurso de recomendación en caso de que estuviese de guardia alguno de los integrantes del trío dorado del cumplimiento de las reglas.
Habían elegido el día en que las dos jornadas de ángeles nuevos compartían espacios, haciendo actividades de enriquecimiento comunitario antes de las pruebas finales; era un concepto muy similar a los campamentos de los grupos humanos.
Abdiel estaba a punto de recibirse en el vuelo de su especialidad y podría empezar un curso avanzado o incluso empezar a ejercer si era reclutado.
Iba a ser el alado más joven en terminar sus estudios en esa generación.
Al principio Eunbi había estado renuente a la idea de separarse de su pequeño al saber que estaba a pocas semanas de ser medianamente independiente, pero se dio cuenta de que, después de casi tres meses de propornerle una cita a su amada, esa era probablemente la única oportunidad que tendrían de ausentarse sin dejar a su hijo a la deriva.
Habían ido muy temprano, esperando encontrar a algún sujeto voluble del turno de la noche aún en su puesto y, de hecho, esa fue una decisión bastante inteligente. La noche anterior habían asignado a un viejito con varios grados de miopía que apenas podía diferenciar entre los colores de las túnica.
La peligris solo tuvo que decir que traía un candidato para el puesto provisional y el anciano le dio el favor sin cuestionarse nada.
—Claro, Jennifer —le dijo amablemente, absolutamente convencido de que hablaba con una de las supervisoras en jefe, quien era mucho más alta que Eunbi y tenía el cabello anaranjado—. Puedes pasar con el muchacho cuando quieras. Aquí tienes la credencial provisional.
Hwang tomó la tarjeta de color salmón tratando de contener su sonrisa, aunque probablemente el hombre no sería capaz de diferenciar cualquier cambio de expresión en su rostro. Yerin la miraba con los ojos abiertos como platos, tratando de descubrir de que iba toda esa broma, pues le pareció insólito que pusieran en turno de noche a un hombre que seguramente no era capaz de ver sus propios pies al caminar.
¿Acaso querían ser invadidos y saqueados por alados sin escrúpulos?
De todas formas no podía negar que se sintió un poco aliviada por el momento de estupidez que había tenido el supervisor de los guardias para asignar a ese cegatón.
Pasaron caminando junto al hombre derechas como columnas y atravesaron el portal sin siquiera ser miradas de nuevo por el centinela.
—Vaya seguridad te gastas de noche, complejo de investigación —se quejó la menor a viva voz—. Así puedo dejar mis archivos irreemplazables aquí con toda la confianza del mundo.
Siguieron caminado por un pasillo lateral hacia la zona de la recepción falsa, en donde los investigadores sin turno y los inspectores de incógnito marcaban su llegada.
No había nadie.
Con un poco más de confianza, limpió la yema de su dedo índice con un poco de suero salino y lo dejó secar al aire antes de ponerlo sobre la aguja para dejar su muestra de sangre.
Yerin la miró horrorizada.
En el departamento de los Guardianes revisaban el patrón de sus alas y con eso era suficientemente. Nunca pensó que en algún lugar siguieran usando la prueba de alícuota sanguínea como método de registro.
Ahora entendía de donde venían las marcas moradas que a veces veía en los dedos de Eunbi.
Una vez que la maquina reconoció su muestra de sangre y la pluma tratada con fijador que ingresó en la cámara secundaria para justificar el movimiento de Yerin junto a ella, extendió su mano para que su novia la tomara.
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Memoria [AU SinRin]
Fanfiction[Universo alternativo de Gfriend basado en Memoria] Cuando dos personas están destinadas, sus almas deben encontrarse. Si esto no ocurre en vida, las almas se buscan en la eternidad de la muerte y viven su infinito juntas, como ángeles. Este lazo es...