JK & JM- Extra.

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—Estas castigado por un mes.

—¿Qué? Eso no es justo.

Su mañana no había iniciado bien, tenía una horrible resaca, estaba madrugado y de no ser por Jimin quien lo llevo de vuelta a su casa, el no habría llegado ni a la estacion de autobus en una sola pieza. Sumado a eso, tenía que enfrentarse a sus padres y el conflicto por no haber cuidado de Jiwon, ¿su vida podía ir peor?

—Claro que lo es y no cambiaré de opinión. —Ignoro las súplicas de su hijo, desplazándose por la cocina.

—Papá ayudame...

—¿Y meterme con tu madre enfadada? Te adoro pero hoy no me apetece dormir en el jardín. —Se acercó con una sonrisa temerosa al menor dejándole un beso en su cabeza. —Ya se le pasara...

—Solo dame una razón para estar castigado, solo eso.

—Por favor, mirate. Está claro que bebiste, a escondidas. Llegas a estas horas a la casa. Nos mentiste. Y la más importante, saliste de la casa sin autorización y dejaste sola a tu hermana, ¿y todavía preguntas porqué estás castigado?. —Touche, no podía argumentar nada contra eso, estaba jodido.

—Bien, bien, lo arruine. Pero creo podrías re considerar lo de mi castigo... Y-

—Jungkook, no insistas, estás castigado, no saldrás ni siquiera con Jimin hasta que nosotros te demos permiso, y dame tu celular, yo iré por ti hoy. —Se cruzó de brazos dominante, fulminando con la mirada a su marido. —Y si llego a enterarme que tú le autorizaste algo sin consultarme, tú castigó se extenderá y para ti irá doble para ti.

Debía admitir que lo había arruinado y fue demasiado irresponsable, pudieron haber pasado cosas muy malas de no ser por Jimin y sus padres, pero ahora no podía arrepentirse, de nada le valia, y sólo alimentaba su rabia por la misma causa que le trajo como consecuencias todo lo que le estaba sucediendo, le daban nauceas de solo recordarlo.

El azabache se mantuvo caminando a zancadas de un lado para otro en su instituto durante todo el día, algo muy característico de él cuándo su humor estaba de lo peor, y todos lo sabían, por lo que apenas lo veían por los pasillos se apartaban lo máximo que podían. A todos los chicos se les hizo extraño que repentinamente el muchacho apareciera con esa actitud después de meses sin ataques de irá o atentados contra todos los muchachos que se le acercarán, pero nadie se atrevía a preguntar, claro, nadie a excepción de Jimin, quien tenía toda la valentía de ponerle freno a la pequeña bomba atómica que tenía por amigo, y ya lo había dejado ser por demasido.

Pero lo que colmó su paciencia fue cuando le gritó a uno de sus compañeros quien solo se acercó a preguntarle algo de la clase.

—Bien, es suficiente por hoy gruñoncito. —Desde su asiento trasero, le dejó ir una palmada en su cabeza, alertando a todos en el salón de clases. Buscando un refugio con desespero, asumiendo que su fin había llegado. —Ya asustaste a todos en esta escuela, relájate o me encargaré de darte verdaderos motivos para que tengas ese genio.

—¡¿Que te pasa?! —Le gritó

—Ya te lo dije, cambia esa cara o no querrás saber que pasara contigo luego Jeon. —Amenazo. —Los demás no tienen que pagar por tu mal genio.

—Maldito elfo agresivo...

—¡¿Que me dijiste?! ¡Repitelo, te reto Jeon! —Se paro de su asiento sin importarle lo que el profesor le dijera. Definitivamente el ser pareja de alguien como YoonGi le dio la valentía para sacar a flote su verdadero carácter, que cuando se enojaba, no era precisamente el de un doncel adorable.

—¿Ah si? ELFO AGRESIVO Y METICHE. —No se hizo esperar y adoptó la misma posición del rubio, dejándose llevar por la emoción del momento le dio un empujón, a lo que el otro respondió tomando su brazo con brusquedad para detenerlo.

My Life, My Rules//TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora