—Los delfines tienen un nombre único, cuando un delfín nace, su madre vocaliza el mismo sonido. Esto nos ha llevado a pensar que le está haciendo saber cuál es su nombre. —Yo sonreí atenta a lo que decía el poco animado conductor, decidí cambiar de canal cuando él comentaba que los delfines dormían con un ojo abierto.
Otro documental sobre la vida de los animales. Solía verlos con mi abuelo cuando era pequeña.
Tomé un sorbo de café.
Necesitaba con urgencia que alguien me sacase de mi casa, o de lo contrario, terminaría viendo otra película romántica, imaginando que algún día viviría alguna así.
Bee
«Así que... Estuve viendo un documental de delfines» 16:34
Sam
«Ah, bueno. Gracias por el dato». 16:34
Bee
«...» 16:34
«¿Un helado?» 16:35
Sam
«Ya estoy yendo». 16:35
Mi mejor amiga y yo teníamos una hermosa tradición, esta constaba de compartir el mejor helado hecho en Counterville mientras conversábamos de lo que sucediera en el día.
El helado de Cory era el mejor.
—Primero que nada, buenas tardes. Segundo, ¿quién dijo que sería buena idea mudarme al apartamento del costado? —dijo ella, tenía la costumbre de entrar sin preguntar, ya que teníamos la llave de la otra, por si algo sucedía.
—Yo lo dije, es una idea increíble, Sam. Amas vivir a mi lado.
—Múdate al lado, dijiste. Va a ser divertido, dijiste —comentó entregándome la cuchara, agradecí y sonreí feliz.
—El motivo por el cuál te contacté, es que tengo un serio problema, querida Sam. ¿Qué estoy haciendo un sábado por la tarde en mi casa, viendo documentales de delfines? No digo que no sean entretenidos, no los estaría viendo si no lo fuesen, pero no he salido de mi casa en toda la semana más que para ir a trabajar. ¡¡Sácame de mi casa, Sam!! —grité mirándola.
Mi amiga, que me observaba con auténtica serenidad, se levantó del sofá en donde me había estado acompañando, tomó su mochila y me extendió la mano.
—Ya se terminó el helado, vamos por un poco de felicidad.
Me eché a reír por el tono que utilizó, parecía que me estaba invitando a pasar el mejor día de mi vida.
Aunque pensándolo bien, era el mejor día de mi vida si tenía el helado de Cory.
Y así, como si el universo estuviese en contra de que fuese feliz, algo pasó cuando llegamos a la heladería.
ESTÁS LEYENDO
Entre mis recuerdos
Teen FictionA través de los recuerdos que esconde el baúl de su madre, Bee descubrirá secretos familiares que la empujarán a vivir nuevas experiencias. ...