34 || Mi compromiso es contigo

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Desperté el mismo jueves, pero tres horas más tarde

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Desperté el mismo jueves, pero tres horas más tarde. Mis ojos no necesitaron acostumbrarse a ninguna luz, porque Nick se encargó de mantener la habitación a oscuras para que pudiese descansar. Me moví un poco al bostezar y fue cuando noté que no solo estaba mi mejor amigo —que lo prometió—, también estaba Chase. Ambos conversaban susurrando sobre la situación, de hecho, fueron esas voces las que me despertaron en primera instancia.

No hablé, solo exhalé, cansada de despertar.

—Es que ya te digo, Robert no me contesta y me pone nervioso —se quejó Chase.

—¿Por qué le dices Robert? —cuestionó Nick con una risilla.

—Estoy estresado, Nicholas. Déjame en paz.

—¿Por qué estás estresado? —pregunté también susurrando. Mi amigo giró a verme y me regaló una sonrisa de lado.

—Lo llamé varias veces porque me envió un mensaje diciendo que tenía algunas noticias, pero aún no dice nada...

Bufé.

—Bueno, debe estar ocupado. Ya llamará —dije, intentando ser la voz de la razón. Bostecé un poco antes de girarme por completo.

«Intentar» esa era la palabra clave.

—Uhm, Bee —Nick habló rascándose la nuca—. Tu papá y Max estuvieron aquí. Pero tranquila. Él solo vino a verte para saber si estabas bien porque te fuiste con el auto sin avisar. Le dije que estabas descansando y lo entendió. Max le dijo que lo llevaría para que también pudiese descansar. Se llevaron el auto... Por cierto. Se veía aliviado cuando le dije que estabas bien.

—No sé qué me pasó... No sé qué me está pasando últimamente, amigos —dije rendida.

Chase jadeó y se arrodilló en la cama, casi poniendo la pierna sobre Nick. Mi cama era grande, pero mis amigos eran más grandes, por lo tanto, solo yo estaba cómoda en mi lugar.

Nick se quejó de dolor, pero eso no detuvo a Chase.

—¡Es Rob! —gritó.

—¡¡Contesta!! —grité también.

—Hola, Rob, estoy con Nick y Bee, estás en altavoz. Dime —anunció justo después de deslizar la pantalla de su teléfono.

—Niños, escúchenme. Hay algunas noticias, considero una de ellas una buena. Pero primero lo otro. Ya llegaron los resultados de ADN de Andrew. Como sospechábamos, el cuerpo no coincide con las pruebas de Bee. Así que no, no era Andrew.

—Lo sabía —dije negando con la cabeza.

—Aunque coincide con sus características. Al parecer contrataron a una persona parecida a él para hacer los «trabajos sucios» y dejar pistas. La teoría es que lo asesinaron cuando ya no lo necesitaban.

—Hombre rubio, alto y con aspecto extranjero —susurré mirando un punto fijo.

—¿Qué? —cuestionó Nick confundido.

Entre mis recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora