Toqué el hombro de Finn al ver su rostro, sabía que no estaba cómodo con esa palabra por situaciones recientes. Él solo asintió sin decir nada. Yo miré a Dom, preocupada por la situación, él volvió hacia donde estaban todos, quizá pidiendo que lo acompañemos.
—Uhm, creo que podríamos ir a ver qué está sucediendo con su nieto, si no quieres acercarte, no hay problema —dije suave, Finn pareció pensarlo un poco, pero negó con la cabeza.
—No te preocupes, vamos a ver qué podemos hacer —respondió.
Volví a observarlo, para verificar que estuviese seguro de lo que decía. Lo vi tranquilo, así que asentí y caminé junto a él hacia donde estaban los demás. Algunos vecinos solo veían y se preguntaban entre ellos, qué había sucedido, otros se acercaron al muchacho.
Él se veía triste, pero parecía estar más calmado. Pude ver tristeza en sus ojos, además de miedo por no saber qué hacer. Ya no estaba llorando, aunque sus ojos se veían rojos y un poco hinchados.
—Ellos son Bee y Finn, las personas de las que te comentaba, Javier —dijo Luca señalándonos—. Chicos, les presento a Javier. Él es el nieto de Henry Kingston.
El chico en cuestión era bajito, o al menos así se veía entre mis compañeros presentes. De piel trigueña, ojos color marrón claro, cejas abundantes, una barba mediana y un pequeño bigote, además de un cabello negro, largo y un poco despeinado. Siendo que, lo que más resaltaba, era su mirada atribulada.
—Hola, Javier. Mi más sentido pésame —hablé primero, dándole la mano.
—Te acompaño en el sentimiento, Javier —dijo Finn, ofreciéndole su mano también.
Javier nos regaló una pequeña media sonrisa.
—Gracias a los dos —respondió—. Tengo entendido que ustedes iban a intentar entrevistas a mi abuelo, ya que no quiso hablar con Tyler y Dominic. Lamento que hayan venido hasta aquí —comentó un poco apenado—. El viejo era un poco desconfiado. Perdonen si no puedo estar más tiempo con ustedes, en un momento debo volver al hospital para saber qué debo hacer ahora. La verdad, no tengo idea de nada, no sé qué voy a hacer —suspiró cansado.
Podía percibir su acento no nativo, pero también se podía notar que había aprendido inglés junto a su abuelo, ya que hablaba bastante fluido.
—No pasa nada, lo entendemos, Javier. Pero necesito que te quedes unos segundos más —dije. Todos me miraron confundidos—. ¿Podrías? —Javier asintió sin saber qué más hacer—. Dom, quiero hablar contigo de algo.
Tomé su mano y lo llevé conmigo lejos de donde estaban tantos, le oí preguntarme qué estábamos haciendo, pero yo solo seguí caminando, lo suficiente para que ellos no escuchasen.
—¿Qué pasa? —cuestionó.
—Ya sé que no tenemos mucho que hacer aquí, pero Javier no sabe qué hacer. ¿No crees que los Kingston deben estar enterados del asunto?
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Entre mis recuerdos
Teen FictionA través de los recuerdos que esconde el baúl de su madre, Bee descubrirá secretos familiares que la empujarán a vivir nuevas experiencias. ...