Cap 55: Arcanas y horripilantes criaturas

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Para el tiempo y lugar donde nos encontrábamos considerábamos que no era necesario el uso de magia para iluminar el camino, pues los luminiscentes hongos nos marcaban el camino; además de no haber enemigos, o así pensábamos. Llegamos al lugar del descubrimiento de Aqua, donde nos esperaba un saco de una rara y gelatinosa sustancia que presentaba protuberancias ovoides. Esta misma se encontraba principalmente situada en la base de uno de esos gigantescos árboles; en cuanto a su tamaño, tenía tal altura que nuestros ojos no podían apreciar a simple vista, es más, esta simulaba crecer alrededor del árbol, junto a sus espinas y cristales. Poseía un color, principalmente, blanco, pero se podía apreciar pequeños puntos violetas alrededor de todo el cuerpo.

En lo que respecta a lo que Aqua llegó a mostrar, se extraían de esas protuberancias ya mencionadas. Era relativamente identificar los susodichos ovoides, pues su forma nos permitía distinguirla, pero su color y contextura se confundían con la membrana que los envolvía; así mismo, tampoco emitía olor. Para extraer uno de ellos se debía de usar algo afilado y fuerza bruta para separar ambos materiales, por fortuna encontramos a alguien en pleno proceso al momento de llegada.

Haruka: Con cuidado, no queremos que sufra daños.

Dai: ¿Daño? ¿Acaso Aqua no dijo que era muy resistente?

Akiko: Tan solo dijo que no era posible cortarlo.

Dai: ... Listo

Haruka: Lo recuerdo, pero quiero ser precavida ... ¿Cuántos deberíamos de llevar?

Riku: Uno de recuerdo y un par para vender, eso es lo que opino.

Akemi: El problema sería su tamaño, creo que esa cosa tranquilamente llegaría a mis rodillas.

Fashta: En ese caso, solo llevemos uno, como una muestra o ejemplo ante los demás. Podemos regresar en un futuro a por más.

Dai: ...

Haruka: Em... claro, es una buena idea.

En una determinada protuberancia se encontraba Dai, usando su larga espada, cortando la base de esta. Luego de un poco de esfuerzo y literalmente arrancar el ovoide objeto de su gelatinoso origen, arribé ante ellos para resguardarlo. No obstante, el ambiente cambió drásticamente al cruzar miradas, Dai no osaba a acercarse ni mirarme, le traía malas recuerdos y asco. Su frialdad era comparable a lo que congelaba mis manos, el reciente huevo extraído previo a su empaque.

Chris: A todo esto... ¿Dónde está Aqua-sam...?

Aqua: ¡¡Ahhh!!

Cierta incomodidad ya se sentía desde hace unos minutos, un escalofrío recorría nuestra columna en cada paso ciego, pues algo entre las tinieblas nos observaba detenidamente. Como ladrones que éramos, Chris y yo podíamos percibirlo, un mal presentimiento que ha rondado nuestras cabezas. En respuesta, pensé que tan solo era mi imaginación, pero Chris se mostraba incómoda, observaba en todas las direcciones en busca de su superior.

Al no encontrar señal alguna de ella, procedió a preguntar; sin embargo, antes de su última sílaba a pronunciar, un gran grito opacó su preocupación y voz. La bruma no nos permitía observar su ubicación, las mismísimas huellas habían desaparecido, tan solo el grito que aún resonaba como eco, era su inconfundible tono de horror que alarmaba a nuestros sentidos y cierta guía nos otorgaba. Afortunadamente, las magas carmesíes reaccionaron rápido, Yunyun creó una luz de mediano tamaño que visibilidad nos otorgaba de su situación. Kyouya había desenvainado su espada y en guardia junto con su séquito se encontraba, Megumin se había resguardado tras su compañera, que con algunos cánticos había comenzado.

¡La maldición del Demonio en este horrible mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora