As the world falls down [GoodOmens]

To the world.

- ¿Puedes creerlo?...- Belcebú susurró, regresando a su aspecto cansado, y para nada sorprendido.

- Estoy viendo lo mismo que tú.- Gabriel respondió tranquilamente, mientras podía sentir como la tierra temblaba con fuerza. Después una repentina sensación de calor se hizo presente, vaporizando el aire con el aroma nauseabundo de la oscuridad. Y desde el abismo la forma imponente de Satanás se hizo presente, sobresaliendo en la distancia.- No podrá hacer nada. ¿Cierto?

- No. – Belcebú mantuvo su expresión estoica. Apreciando la aparición dramática de su señor como algo innecesario.- El niño tiene el control. Y ya tomo una decisión.

El destino de todos había sido puesto en las manos de un niño, y en contra de los deseos del cielo y del infierno, de Dios y de Satanás mismo, había rechazado el propósito de su existencia.

La guerra, el hambre y la polución habían sido derrotados, y la muerte se había retirado. Ya no habría un Armagedón.

- Entonces... Ahora es cuando debemos preocuparnos por calmar a nuestras legiones. – El arcángel miró a su contraparte. Esto iba a ser malo en muchos niveles, aunque apenas si podía fingir que estaba decepcionado, o un poco sorprendido. Solo tenía una expectativa.

¿Cuál sería la voluntad de Dios ahora?

- Entregar a los únicos culpables de este fracaso debería ser un buen comienzo.- El príncipe del infierno lo miró. Era difícil saber cuál era su ánimo en ese momento, no parecía molesto pero tampoco feliz.- Y para esto su ejecución tiene que ser satisfactoria, solo así podremos aplacar la ira del infierno, aunque sea por un tiempo.

- Si, eso también debería funcionar con el cielo.- Gabriel se permitió sonreír, sabiendo que aquello era lo más cercano a una conversación tranquila y amigable con su contraparte.- ¿Alguna idea en mente?

- Tengo muchas torturas y tormentos eternos en mente, pero ninguno me parece suficiente...

- Hum...- Gabriel lo pensó por un momento, escuchando el eco de la voz infernal del señor de la oscuridad mientras discutía con su rebelde hijo. Un arrebato de ira, agito el aire alrededor de ellos, dejando algunos escombros sobre su ropa. Y mientras retiraba algunos de su persona, encontró un pedazo de papel. No le pareció importante, hasta que se dio cuenta de que había un mensaje muy interesante en este.- Jugar con fuego...

- ¿Qué?

- Fuego infernal y agua bendita.- Miró a Belcebú, con un entusiasmo propio de él.- No queremos que estos traidores sirvan de inspiración para futuras revueltas ¿Cierto? Entonces debemos deshacernos de ellos rápidamente, para mantener el orden de las cosas y esas son las armas más letales que tenemos.

- Oh...- Belcebú le miró directamente, con una sonrisa en sus labios. Gabriel sintió algo en su pecho, y se permitió sentirse orgulloso al atraer la atención del príncipe del infierno.- Sabia que en el fondo, eras un ser calculador y sádico.

- ¿Eso te gusta? – El arcángel se acerco al príncipe infernal, con una sonrisa arrogante en sus labios. Y una excitación extraña lo invadió cuando se percato de que la que la forma física de Belcebú se tensaba.