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Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen; créditos correspondientes a Kōhei Horikoshi. Posible (o mucho) OoC en los personajes. Este fic contiene escenas explícitas sexuales, lenguaje fuerte, temas adultos tratados de modo detallado y escenas fuertes; se recomienda discreción.

Pareja principal: Kacchako.

Parejas secundarias: KiriMina, MomoJirou, TokoTsuyu, OijiTorū.

Ochako no podía huir está vez y no porque algo estuviese obstaculizando su salida, sino porque no había nada de lo que realmente tuviese que huir

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Ochako no podía huir está vez y no porque algo estuviese obstaculizando su salida, sino porque no había nada de lo que realmente tuviese que huir. Solo y únicamente era la intensa mirada de su novio sobre ella, la cuál no la dejaba respirar tranquila ni cinco minutos.

Ella solo podía sonrojarse y evitar sus miradas y sus sonrisas ladinas. ¡Demasiado para su cordura! Katsuki era demasiado guapo. Además, cada vez que lo veía recordaba lo que había pasado hacía algunas noches y era... ¡era peligroso recordar eso en medio del salón de clases!

Además, ella sabía que él lo hacía con ese propósito. Sabía que le gustaba avergonzarla y ver cómo temblaba de pies a cabeza ante el recuerdo de él proporcionándole placer en medio de la sala de estar. Él se divertía y se sentía poderoso al verla toda roja, porque sabía que eso lo causaba sola y únicamente él.

Se removió inquieta y trató de prestarle atención a Iida, quién hablaba energéticamente sobre los horarios de los almuerzos y del porque todos debían estar a la hora acordada en cada uno de ellos.

—¡No pueden ser tan irresponsables! ¡Todos comemos juntos y todos debemos ayudar en el aseo diario de la cocina! —profirió mientras ajustaba una y otra vez sus lentes —. ¡Bakugou-san es quién menos a ayudado esta semana!

—¡¿HAH?! —Bakugou se levantó de su asiento al verse mencionado por el tipo de gafas —. ¡¿De que mierda me estás hablando, jodido cuatro ojos?! ¡Yo soy quién más aporta en la cocina y en sus pobres intentos de comida!

—¡Él n-no niega eso, Kacchan! —exclamó temerosamente el peliverde, tratando de defender a su amigo —. ¡E-es solo que últimamente te vas demasiado rápido a tu habitación después de cada comida y dejas la limpieza para todos l-los demás!

—¡¿A ti quien vergas te hablo, pedazo de mierda?! —se aproximó hasta el grupo de amigos y lo tomó de las solapas con fuerza para zarandearlo.

Mientras Uraraka se levantaba y trataba de hacer entrar a su novio en razón, Iida achicó los ojos y volvió a ajustar sus lentes, observando y analizando el panorama frente a él.

Ahora caía en cuenta sobre algo...

—Ahora que lo pienso, Uraraka-kun también ha estado haciendo lo mismo últimamente —soltó Iida, provocando que Katsuki dejara de agitar al pecoso y que Uraraka se quedase en blanco —. Mmm... ¿acaso ustedes...?

¡Fue culpa de Mina! | Kacchako |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora