- 14

3.4K 167 87
                                    

Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen; créditos correspondientes a Kōhei Horikoshi. Posible (o mucho) OoC en los personajes. Este fic contiene escenas explícitas sexuales, lenguaje fuerte, temas adultos tratados de modo detallado y escenas fuertes; se recomienda discreción.

Pareja principal: Kacchako.

Parejas secundarias: KiriMina, MomoJirou, TokoTsuyu, OijiTorū.

Parejas secundarias: KiriMina, MomoJirou, TokoTsuyu, OijiTorū

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La noche había sido abrumadora. Había retenido las lágrimas de forma automática desde que salió de la habitación de Ochako.

Todo lo que hizo después fue de forma autómata. Tomó la ducha que había planeado tomar, trato de cenar —aunque en realidad solo picoteo la comida— y después se fue a la cama.

Se arropó correctamente, miró el reloj digital que descansaba en su cabecera y después cerró los ojos.

No.

No.

Las lágrimas salieron. Había estado horas reteniéndolas, pero al final las malditas salieron una, tras otra y otra. ¿Por qué no podía parar? ¿Por qué estaba sollozando mientras apretaba con fuerza su almohada?

¿Por qué tenía que doler tanto?

Al final no pudo dormir nada y se levantó a las cuatro de la madrugada para cambiarse por ropa deportiva. Corrió por dos horas por todo el circuito mientras mantenía su mente en blanco. Sus expresiones no demostraban absolutamente nada y su cabeza seguía sin poder comprender que demonios había pasado.

Todo iba jodidamente bien, tenían planes juntos, no había ningún puto problema que no se hubiese solucionado entre ambos antes, no había nada que se interpusiera entre ellos... se amaban.

¿Verdad? Ella lo amo, ¿cierto?

Los recuerdos comenzaron a invadirlo.

«—Joder, tengo como novia a la chica más jodidamente fuerte del mundo.

Ochako sonrió entre apenada y halagada, dejando que el chico apretara su rostro y le plantara un beso en los labios.

—Y yo tengo como novio al chico que será el número uno —soltó después del beso, siendo premiada por una gran sonrisa confiada.

—Por supuesto que lo tienes —sus manos recorrieron la espalda de la chica por encima de la musculosa negra que portaba —. Me tienes, Ochako.

Los ojos de Ochako se abrieron con sorpresa antes de que todo su rostro se coloreara de un fuerte carmín. De forma abrupta, su rostro cayó contra los pectorales de Bakugou.

—¡Mejillas!

—¡Ah, te amo tanto! —restregó su rostro contra su pecho mientras lo abrazaba con fuerza».

¡Fue culpa de Mina! | Kacchako |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora