Paseaba por su despacho, el sol proyectando sombras en la cálida luz de la tarde. Habían pasado siete meses desde que había reclamado su lugar como cabeza de Empresas Sonatine a principios de año, y su cartera era mayor que nunca, al igual que su cuenta bancaria. Pero algo faltaba. La emoción que ella había esperado sentir no estaba allí. El poder que ella pensó que sentiría estaba ausente. Había ascendido a la cima de su carrera y no era en absoluto lo que había esperado. En las reuniones era reverenciada, respetada y muchas veces temida. Podría tener prácticamente cualquier cosa que quisiera con sólo pulsar un botón, pero estaba vacía por dentro.
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Unas pocas semanas después de que Min se mudó a Jeju, Heejin merodeaba alrededor de su sala de estar, inquieta. Tenía mucho que hacer si se trataba de trabajo, pero por primera vez en su vida, ella no estaba interesada en el trabajo. Recorrió su libreta de direcciones y con un poco de decepción se dio cuenta de que, de los cientos de nombres en ella, ninguno era alguien a quien pudiera llamar simplemente para pasar el rato.
¿Qué hacía con su tiempo libre antes de conseguir este trabajo? ¿Con quién salía? ¿A dónde iba? ¿Trabaja siete días a la semana, día y noche? debía haberlo hecho. ¿Por qué no tenía un solo amigo? Había nombres de docenas de amantes, pero ninguno con el que hubiese compartido más que una cena, una botella de vino o dos, y un buen revolcón entre las sabanas.
Tan lejos atrás en el tiempo como podía recordar, todo lo que podía ver era la escuela, el trabajo, más estudio, su trabajo con Donghyuk, reuniones, información secreta, y más reuniones. ¿En qué se había convertido?Pensaba más y más en Hyunjin últimamente, a medida que el entusiasmo de su nuevo trabajo se iba desvaneciendo. Kim había sido sustituida en Starlight, que acababa de declarar la quiebra. Había buscado su nombre en Naver varias veces, pero nunca encontró información más reciente que su ex posición en la compañía farmacéutica. ¿Dónde estaba y qué estaba haciendo?
En medio de una jornada de trabajo la semana pasada, había conducido a casa de Hyunjin y esperaba que ella estuviese fuera para tener la suerte de verla, pero irónicamente también oraba por que no lo estuviese, por la vergüenza latente de sus pasadas acciones.
Estaba pensando en ella ahora, sus dedos crispados por levantar el teléfono y llamarla. Pero, ¿qué le iba a decir? "Hey, Hyunjin, ¿quieres comer algo?" Demonios, ella probablemente la mordería sin hesitar. Y hablando de mordeduras, Heejin no estaba del todo acostumbrada a que su cuerpo reaccionara de la manera que lo hacía cuando pensaba en ella; Un escalofrío le corría por la espalda y su corazón latía un poco más rápido, salteándose un latido o dos ocasionalmente, e invariablemente, sentía un hormigueo en otras partes del cuerpo también.No tenía ningún interés en otras personas, para disgusto de aquellas que sí estaban interesadas en ella por el poder o el dinero que tenía ahora. Kim Jiwoo, la chica que se le había acercado en el bar y le había dado la tan necesaria información sobre Starlight, se había detenido en su oficina varias veces cuando se quedaban trabajando hasta tarde. Las veces que la invitó a tomar algo, la mirada en sus ojos transmitía más que una simple invitación a tomar una copa, por eso Heejin siempre declinó la invitación.
Era a Kim Hyunjin a quien quería, así de simple, pero ya nada era simple y llano. Echaba de menos el reto de la mente de la pelirroja; la forma en que estudiaba un problema, su profesionalismo, su gracia, y todas las otras pequeñas cosas que la hacían lo que era. Ella era una mujer de negocios astuta, con una gran aptitud para analizar los hechos y sintetizarlos en una frase o dos. Podía ser exigente, pero no tenía miedo de alabar a aquellos que se lo merecían. Respetaba a todo el mundo y, lo más importante, ella se respetaba a sí misma.Suspiró, dándose cuenta de lo mucho que debió haberle costado a Hyunjin involucrarse con ella. ¿De qué estaba hablando? ellas no se habían involucrado, solo tuvieron sexo, no fue una relación, o un amorío. “Diablos, fue apenas una aventura...” Pero había sido importante para Heejin. Sin dudas Hyunjin significaba bastante para ella.
Si se alejaba de Empresas Sonatine su carrera habría terminado. El viejo Min había dejado muy claro que este era su boleto dorado. Había fichado para la siguiente etapa del viaje y podría fácilmente bajarla de una patada del autobús. Jeon sabía que Donghyuk montaría en cólera.
Por alguna razón él seguía inflexible sobre Bangsun, casi hasta el punto de ser irracional. A pesar de que se había retirado y por lo general la dejaba sola, esta misma mañana le había llamado y exigido saber si se habían desmantelado y vendido todas las piezas correspondientes a Bangsun Products. Ella le respondió lo justo y necesario y se quedó satisfecho de inmediato. Heejin no creía poder hacerlo de nuevo. Le resultaba irritante y cansador lidiar con las exigencias ridículas de un hombre que, incluso a estas alturas, reaccionaba de la peor forma si no tenía una afirmación por respuesta. Por primera vez en más años de los que podía recordar, incluso no estaba segura de querer seguir.┉┅━━━━━━━━━━━┅┉
—“Adelante.” —Llamó a la persona que golpeaba a su puerta.El individuo entró y en cuatro pasos estuvo de pie delante de su escritorio. En Starlight le habría tomado por lo menos nueve.
—“¿Sí, Yeojin?” —Miró a la jovencita mientras ésta se enredaba con las hojas de su anotador.
—“Disculpe señorita Kim, pero usted dijo que acudiese a usted si tenía una pregunta.” —Respondió frustrada.
Hyunjin sonrió para tranquilizarla y le sirvió un vaso de café.
—“Por supuesto, Yeojin, siéntate. ¿Cuántas veces te he pedido que me llames Hyunjin?” —Cuando la chica no respondió, dijo— “Bueno. ¿Qué pasa?”
Había estado trabajando en la clínica hacía varios meses. El centro de rehabilitación sin fines de lucro se especializaba en lesiones cerebrales y de médula espinal, y recientemente había sido listado como uno de los centros de salud más importantes de la ciudad. Le encantaba trabajar aquí, sobre todo sabiendo que ayudaba a otros a hacer una diferencia en las vidas de hombres, mujeres y niños todos los días. En Starlight estaba demasiado lejos de las actividades del día a día para ver los resultados reales. Aquí, en el centro, compartía los logros de los residentes, incluso si eran tan simples como coger una patata frita sin aplastarla. Nada era fácil para estas personas.
El marido de una conocida le había comentado sobre el trabajo. Estaban buscando un nuevo administrador para el centro, uno con experiencia en los negocios que pudiera poner a punto la operación y llevarla a lo mejor que pudiera ser. Hyunjin nunca había trabajado en esa área, pero su experiencia en Starlight y su habilidad natural para interactuar con la gente y tranquilizarla le consiguieron el empleo. Estaba ganando una fracción de lo que ganaba antes, pero el dinero por suerte no era un problema para ella. La rutina corporativa no le permitía mucho tiempo para sí misma, pero su nuevo rol sí. Había comenzado a entrenar para la maratón de Daegu en el otoño y esta misma mañana había corrido diez kilómetros.
Veinte minutos después de que la novata trabajadora social salió de su oficina, otro golpe en la puerta le hizo levantar la vista del informe financiero que estaba leyendo. Su corazón se detuvo y su boca se secó de repente. Jeon Heejin estaba en su puerta.
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❝POWER PLAY❞ ; 2jin
Фанфик˖۪⸙͎ ︴Dos potentes mujeres de negocios; Jeon Heejin y Kim Hyunjin. Están en desacuerdo en la sala de juntas, ¿pero sus diferencias profesionales pueden impedir que una fusión en el dormitorio sea exitosa? ︿︿︿︿︿︿︿︿︿ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ✦ ┊ ┊ ☆ ┊ ✦...